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De bountos, nazis e historia circular

El día de ayer, terminé de ver la saga extra de una serie ánime llamada Bleach. En esta etapa, un pequeño grupo de seres humanos inmortales vampirescos, llamados Bounts, tratan de cobrar venganza sobre un mundo que los creo y luego los rechazó. Su líder, un tal Kariya Jin, obtiene un poder capaz de destruir todo y a todos. Precisamente es lo que planea hacer al final, cuando sus compañeros han sido derrotados, tras luchar en clara desventaja númerica, decide que ni su propia raza, ni aquella de la que busca venganza, valen la pena, planea llevarse a todos de una sola vez.

Curiosidades como la diferencia numérica, el poder que obtuvo Jin al coronarse líder de su clan, el idioma en que realizan sus invocaciones (alemán), el odio hacia una sociedad que lo creó y después le dio la espalda, el deseo de detenerlo y de derrocarlo de sus propios aliados casi al final, el poder enorme y el deseo autodestructivo; me hicieron recordar precisamente, en esta fecha, a la Alemania Nazi y a Adolf Hitler.

Cuando en última instancia Kariya decide dejar de existir (dejando sólo cenizas en el lugar de su muerte, otra curiosidad) el héroe y uno que otro sidekick, durante el capítulo en que todos los «buenos» viven felices para siempre, se preguntan sobre la historia, si es una línea recta o un círculo que tarde o temprano se ha de repetir.

Más tarde, se hace aquella reflexión sobre el deseo del poder y de lo que conlleva el obtenerlo y no poder controlarlo, «Al final, el poder era tanto que prefirió destruirse a sí mismo en su búsqueda de venganza» fue la frase a la que se recurrió. Finalmente, un personaje denotado por un conocimiento y experiencia mayores a las del protagonista, responde: «Kariya se dio cuenta de que la historia de su raza se repetiría una y otra vez, fue por esto que los odió; persiguió y obtuvo el poder para poder romper el círculo y salir de él«.

Creo que lo logró. Hoy 20 de abril, hace 122 años nació un hombre que en la pobreza, el hambre y el frío, encontró fuerzas de flaqueza y se convirtió en uno de los personajes más temidos y odiados de la historia de la humanidad. Cometió atrocidades, es responsable directo de la muerte de millones, en el epílogo de la historia, se autodestruyó y su supuesta muerte sigue inquietando a tantos.

Quizo romper el círculo, vió a su patria caer en una primera gran guerra, y deseo que no volviese a suceder; fue rechazado de aquello que él consideraba su vocación y odió a quienes le daban alas para después cortárselas; sin nada más que aquello con lo que llegó al mundo, conquistó, convenció e hizo temblar las bases de la raza humana tal y como se estableció.

Fue el mundo, que quería destruir, el que creó a Kariya y a su clan, fue ese mismo mundo el que lo destruyó y después se encargó de decir que la culpa la tuvo él, aún cuando por la obra del mundo fue que nació. Se empeñan en rechazar tanto algo, a alguien, tal vez porque les recuerda que el mal no nace, se hace; su propia obra. Y tanto para Kariya como para Adolfo, fue ese mundo el que los creó.

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