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Archive for septiembre 2012

Been there, read that (LXVI)

24 septiembre 2012 Deja un comentario

Lascas

Aut. Salvador Díaz Mirón

Hace muchos muchísimos años, por ahí de mediados de primaria, mis profes me mandaron a dos o tres concursos de declamación. De esos tiempos, mi padre me transfirió su gustos por la poesía y dentro de tal gusto, el amor por las que son sus favoritas. Entre las favoritas, me complazco de recordar A Gloria, de Salvador Díaz Mirón y aunque en la era de internet es fácil encontrar poesía de nuestros autores favoritos sin dificultad alguna, no quise privarme de adquirir un pequeño volumen titulado Lascas.

Tengo entendido que muchas obras tuvo Salvador pero, en sus propias palabras, Lascas fue su único libro formal. La obra forma parte de la segunda de tres etapas identificadas como poeta, la etapa interna, personal y sentimental de sí mismo. Incluye poesías basadas y dedicadas hacia su hija, hacia sus propios versos y hacia su situación actual y lo que llegó a vivir.

Destaca un famoso y reconocido poema Paquito, que muchos conocieron (o esa es mi apreciación) gracias a un conductor de televisión de los 90’s que solía ser muy popular y murió asesinado por presuntos nexos con el narcotráfico. Díaz Mirón es uno de esos autores obligatorios dentro de la literatura mexicana, sus textos son realmente agradables con una métrica impresionante. Sin duda es una recomendación que extiendo a los amantes de la poesía nacional.

Been there, read that (LXV)

17 septiembre 2012 Deja un comentario

Las Mujeres de los Dictadores

Aut. Diane Ducret

Como todo en los grandes temas literarios, de ensayo o de análisis de diversa índole, hay aspectos que si bien podrían no resultar comunes, sí suelen ser pasados por alto. Tal es el caso de la presencia femenina en torno a los grandes dictadores de la historia moderna (o la que yo considero moderna por lo menos). Y es que resulta extraño que después de tanta obra basada en nazismo, fascismo, franquismo, etc., no haber hallado algo dedicado a las esposas, amantes y amigas de esas grandes y temibles personalidades históricas; la escritora francesa, Diane Ducret llega con la presente obra para eliminar tal ausencia.

El libro picará nuestra curiosidad con un prólogo repleto de cartas que diversas admiradoras llegaron a escribirle al objeto de su admiración: nada más y nada menos al Duce y al Führer. Estos dos camaradas dictadores mostraban su aprecio de diversas maneras. Si en las cartas dirigidas al representante italiano, existían insinuaciones de índole sexual, Benito contestaba con una fecha, una hora y un lugar para recibir a la fanática que vería satisfechos sus deseos; por otro lado, Hitler se abstenía de recibir cualquier tipo de visita y las escritoras recibían más bien una reprimenda por parte de la oficina de la cancillería instándola a no continuar con tales sugestiones. Eso sí, cuando la carta era sincera y en ésta se pedía algún tipo de apoyo, dígase una máquina de coser o una estufa, la solicitante veía, por lo general, su súplica complacida.

A todo esto, hablamos sólo de las admiradoras. Los capítulos del libro no hablan de potenciales o de historias que pudieron ser, hablan precisamente de aquellas que estuvieron ahí, que influenciaron, que sacrificaron, que murieron por estos hombres que, en el mejor de los casos, las abandonaron (y muchas veces fue muy buena suerte haber sido abandonadas) e incluso murieron a su lado.

Hitler, Mussolini, Salazar, Ze Dong, Ceaucescu, Bokassa, Franco, Stalin y Lenin, son los nombres de los terribles personajes que hicieron de las suyas una y otra vez. Algunos más conocidos que otros, comparten un legado de poder y fines justificados a través de los medios; comparten también al sexo femenino y a la necesidad que tuvieron de ese apoyo que pocas veces se encuentra y que no puede ser hallado en el amigo o camarada del mismo género.

En Las Mujeres de los Dictadores, encontramos historias de infidelidad, de necesidad, de amor (¿por qué no?), de apoyo, de abandono, de asesinato y de muerte al lado de estas damas que hallaron cierto nivel de inmortalidad y de destino gracias a la parte histórica que jugaron. Un libro agradable, triste y adecuado para fanáticos de la historia, del poder y de aquellas damas lectoras que buscan la parte rosa de toda historia de terror.

La ecuación Batman

Se explica por sí sola: