Archivo

Posts Tagged ‘Literatura Latinoamericana’

Been there, read that (CLXXI)

20 septiembre 2019 Deja un comentario

Amor a cuatro estaciones

Aut. Nacarid Portal Arraez

167680442-352-k383196No creo en las coincidencias, como lo dijo Alan Moore a través de su personaje, V, dado que Dios no juega a los dados con nuestra existencia, no existen las coincidencias, sólo la ilusión de las mismas. No creo en el azar ni en la casualidad, sí creo en el plan del que todos y cada uno de nosotros formamos parte. Este libro, durante mucho tiempo rondó por la cabeza de inSecta hasta que lo consiguió y terminó de leerlo hace apenas tres meses; en algún momento me expresó el deseo de leer el libro previo de la misma autora y, ya me conocen, me apresuré a conseguirlo. Ahora bien, desde ese entonces, intuí que, de alguna manera, Amor a cuatro estaciones provocó ciertas reflexiones en S, y siempre tuve la curiosidad de leerlo.

Hace tres semanas se manifestó la «coincidencia»: como en cada ocasión que viajo a mi ciudad natal para visitar a mis padres, hago un recorrido por los puestos ambulantes cercanos a la estación de autobuses y me dirijo a un puesto de revistas que siempre tiene actualizados sus estantes de cómics. También venden libros. Tomé el número más reciente del Cap America y, mientras sacaba el dinero para pagar, éste se me resbaló de la mano y fue a caer encima de un libro que me resultó tan familiar, Amor a cuatro estaciones, ¿casualidad?, era obvio que el momento de leerlo había llegado. Más tarde, ya acomodado en el autobús, al celular de mi compañero de asiento se le chispó el plug de sus audífonos y el altavoz del celular me recordó una de aquellas canciones que se volvieron tan de ella y mías.

Sobre el libro, no esperaba tanta identificación: el diario de un idealista romántico que con fecha y hora va registrando sus sentimientos, pensamientos y encuentros con Charlotte, la mujer que le enseñó a amar cuando nunca antes lo había hecho. Como en todo, el inicio está cubierto de dudas, de reflexiones en torno a lo cómodo que es estar con personas que, si bien no nos provocan mariposas en el estómago, sí logran proyectar en nosotros una suerte de tranquilidad y pertenencia. Pero cuando más se le ruega a la vida por poder sentir nuevamente, ésta nos responde con aquello que jamás esperamos, la aparición de ese individuo que llega para voltear nuestro mundo y cambiarlo para siempre.

Ahora bien, hay muchas cosas que me disgustaron de la obra de Nacarid, no sé si en general detesté ver mi reflejo en muchas de las situaciones (después de todo, hay espejos en los que a nadie le gusta verse) o si es porque, al ser una obra dirigida a adolescentes, mucho de la trama y de los diálogos me resultó sumamente acartonado, no hablemos ya de un final que, en mi experiencia, omite demasiados saberes y perspectivas que llegan tiempo después del «adiós» que en múltiples ocasiones consideramos definitivo y que nunca lo es.

Cuando digo acartonado, me refiero a la forma tan cuadrada del personaje y de los diálogos con sus amigos. Christopher es un músico que busca cambiar el mundo, que cree que todos fuimos creados iguales y que no debemos sucumbir ante temas tan banales como el dinero y la propiedad; sin embargo, a pesar de lo mucho que quieren dibujarlo como idealista y sabio, se la pasa metido en borracheras, consumiendo drogas y atiborrándose de mujeres que él considera carentes de valor, es decir, toda una incongruencia (aunque, bueno, los seres humanos somos así); se la pasa lamentándose por el hecho de que ama a Charlotte y ella no lo ama de la manera que él espera. Todo un estereotipo de comedias románticas para preparatorianos.

Por otro lado, los diálogos entre los personajes resultan inverosímiles, sí, yo con mis amigos de repente tengo conversaciones profundas sobre temas como el amor, el género, la política, etcétera, pero jamás con un montón de frases dignas del más alto filósofo ni con palabras rebuscadas que no tienen cabida en el imaginario de un montón de rockeros mariguanos. Entiendo el punto de las reflexiones que se desean inculcar al lector, pero siendo honestos, no son realistas y rayan en lo ridículo.

Lo sé, me leo demasiado amargado en esta ocasión, supongo que mi situación actual no ayuda y el tratar de imaginar las reacciones y reflexiones que inSecta tuvo mientras leía este mismo libro, me llevaron al borde de la desesperación. Estoy seguro que, aunque por momentos me identifiqué mucho con el protagonista, tanto S como yo estuvimos saltando entre personajes y no siempre permanecimos en roles fijos. La duda me asalta sobre si pensó en mí en ciertas escenas o si de plano pensó en alguien más.

Al igual que con la Orquesta de lluvia, evoqué muchísimos sentimientos que sólo ella podría entender; del mismo modo, quiero creer que algún día podremos platicar un poco sobre este nuevo libro compartido a destiempo entre inSecta y yo. ¿Nos subiremos a la azotea de un viejo edificio para admirar las estrellas mientras compartimos una botella de lambrusco barato? ¿Nos seguiremos dando adioses que en el fondo sabemos que jamás son definitivos? ¿Qué pasará con tantas cosas que con fecha y hora escribo cada momento que me asalta su recuerdo? ¿Cuánto tiempo ha de pasar?

Been there, read that (CL)

Una cerveza de nombre Derrota

Aut. Eusebio Ruvalcaba

9789709854039-uk-300De alguna manera, siento que un libro regalado es más valioso cuando antes fue leído por la persona que lo regala. Pienso que parte de la esencia de la persona que lo leyó queda impregnada entre las páginas. Que en cierto modo, esa persona te regala no sólo el libro, sino las circunstancias que rodearon su lectura durante las horas que duró. Una cerveza de nombre Derrota acompañó a una persona durante sus tratamientos contra el cáncer. Ésta persona me advirtió que probablemente tendría un poquito de radiación al dármelo; lo primero que hice fue abrazar el libro contra mí, pues un regalo tan valioso bajo ningún concepto podría ser peligroso.

Desde que leemos el título intuimos algo que se confirmará al leer las primeras líneas: la derrota es el tema principal de la obra. No una derrota en el sentido estricto de la palabra, hablamos de una derrota de la vida, una derrota que sufrimos sin darnos cuenta, la derrota que nos impone la cotidianeidad.

Podría describir el libro con cinco palabras: alcohol, mujeres, confesiones, música e ironía. Todas mezcladas en una colección de ensayos, monólogos y crónicas, que dan cuenta de todo aquellos que observamos en la tragedia de la existencia.

Cuando lees la obra de Ruvalcaba, no lees las páginas, lo lees a él. Es inevitable entender su amor por la música y, al terminar, sientes que de encontrártelo en la calle o en alguna feria del libro, no te encontrarías a un autor, te encontrarías a ese viejo amigo que conoces de tanto tiempo atrás, serías capaz de llamarlo compadre.

El libro es irónico, es sarcástico, es vulgar en su tratamiento del término mujer, pero no deja de ser bello, gracioso, interesante, reflexivo. Por momentos despierta melancolía, por momentos no estás seguro de la cordura de quien escribe unos consejos para conquistar a la mujer tan intransigentes que cuando miras la realidad, no podrían estar tan disparatados.

Es un libro que no exige demasiado tiempo pero sí bastante reflexión al interior de las sonrisas que provoca. Llegó a mí este libro que se ha convertido ya en uno de mis favoritos y que algún otro día, en definitiva, releeré.

Been there, read that (CXLVIII)

Cartas de amor

Aut. Pablo Neruda

9788432212765Si hay algo a lo que no me puedo resistir, es a acercarme a un botadero de libros. Amo estos lugares porque tarde o temprano encuentras joyas a excelentes precios. En un botadero de libros encontré tres de Juan Hernández Luna, que oscilaban entre los 25 y 35 pesos por ejemplar (conseguir dos de ellos por Amazon, me hubiese costado lo mismo pero en euros), y que parecían imposibles de conseguir por medios convencionales. Fue así que me encontré con el ejemplar de Pablo Neruda que les vengo a ofrecer.

A pesar de mi aspecto rudo, jamás he dejado de ser un romántico, razón por la que gusto adquirir la más melosa poesía cuando la tengo a la mano. Mi condición de romántico me permite preferir el género epistolar como el de excelencia cuando escribo algo. Me encanta escribir cartas a las personas que más quiero, es cosa que probablemente haré toda mi vida. Siento que las cartas no sólo son las palabras que expresamos y dirigimos a la persona, son también una parte de nuestra esencia que se plasma en el papel; si son manuscritas, mejor.

El compendio de cartas de amor de Neruda, no sólo trata de los sentimientos de un hombre hacia una mujer, trata también de la historia que los envuelve, de las circunstancias. De este modo, la recopilación se divide en tres etapas: la del amor secreto I y II, y la del amor público, cuando las cortinas han caído y Neruda ha abandonado a su primera esposa por la que resultó ser su último amor.

Por momentos puede parecer cínico que incluso las amistades de ambos (Neruda y la que no es su esposa) solapen la relación y los ayuden a mantenerse en secreto contacto; sin embargo, creo que esas mismas amistades veían más allá y entendían que los sentimientos del autor trascendían a los de su primer matrimonio.

La edición es bellísima, incluye imágenes de cada una de las cartas originales junto a su versión con letra de imprenta. Es curioso observar algunas terribles faltas de ortografía que uno no se imagina que estos escritores podrían tener. Son tan naturales, tan reales, tan cargadas de amor y compromiso. Se disfrutan e incluyen algunos dibujitos realizados por el poeta, incluyen los apodos le da a su amada.

Es una obra perfecta para el romántico. Es una obra más perfecta para el romántico que le gusta escribir a la dueña de su corazón.

Been there, read that (CXLVII)

Cinco esquinas

Aut. Mario Vargas Llosa

cincoesquinasDe los pocos placeres de los que me di gusto en período de clases doctorales, se encuentra esta belleza de novela. Recuerdo que era la presentación de un convenio sobre Voto Informado, de la que era parte mi instituto, y mientras la palabrería y los formalismos se daban, no podía dejar de leer este libro que había adquirido apenas media hora antes. Hay buenos libros que prefieres recetarte de casi una sola sentada, éste fue uno de esos que en menos de 36 horas ya había cometido el propósito que lo vio nacer en la imprenta.

Siempre lo he dicho, es muy difícil escribir una reseña crítica de un escritor con una carrera tan consumada como la de Vargas Llosa; sin embargo, a pesar de que lo amé, sí hubo un par de detallitos que no me gustaron, aunque son mínimos.

La historia se centra en el Perú de Fujimori, bastante cerca del final, aunque los personajes ni se lo imaginan. Nos concentramos alrededor de las vidas de tres personajes que considero principales: un empresario, su esposa y «la retaquita», una periodista que trabaja para una publicación patrocinada por el gobierno, encargada de destruir socialmente a quienes se oponen al régimen. Los tres se ven enlazados a través de un escándalo sexual por parte del ingeniero, que desemboca en el asesinato del mentor de la corresponsal y su posible reclutamiento por parte de un sombrío personaje del gobierno, el mitológico Doctor.

En general, la historia tiene mucho que decirnos sobre la doble moral de las personas: La esposa del ingeniero lo juzga cruelmente cuando su escándalo sale a la luz, a pesar de que ella tiene aventuras con la esposa del mejor amigo de su esposo; los periodistas utilizan la información que el gobierno les da, para poder independizarse del mismo; entre otras.

La historia es adictiva, no te permite cerrar el libro sin desear saber qué sigue después. Sin embargo, hacia el final del libro, se ahorra una gran parte de la narrativa al incluir diálogos simultáneos en intercalados entre la mayor parte de los personajes; cuesta trabajo distinguir quién le responde a quién y qué personaje es el que está hablando, supongo que esa era la intención del autor y, aún así, pareciera que es una forma de apresurar un final que se intuye desde la mitad de la obra.

Como ya lo mencioné, el detalle que menciono es mínimo. De hecho, el libro es una genialidad y lo recomiendo ampliamente. No he conocido persona allegada que no haya leído los primeros párrafos y que no me lo haya pedido prestado (cosa a la que me niego pues la ley del libro prestado es muy real), de modo que se disfruta y en serio.

Been there, read that (CXII)

Rayuela

Aut. Julio Cortázar

RayuelaDespués de unas buenas clases de literatura, era inevitable ignorar esa edición de 50 aniversario que mi Señora Madre hizo el favor de obsequiarme con motivo de mi cumpleaños hace doce meses. Y qué mejor regalo pude recibir, apenas le doy vuelta a la última página y sonrío. Sonrío y me pregunto cómo es posible que le quepa tanta genialidad a alguien dentro de la cabeza, pero bueno, es Cortázar.

No voy a ponerme a criticar o a analizar o cualquier acción y efecto referido al estudio profundo de una obra como lo es Rayuela, para eso hay cientos y cientos de coloquios, mesas redondas, tesis y estudios, académicamente hablando. Sólo puedo recomendarlo y recomendar a más no poder.

Cortázar habla dentro de sus cartas y al interior de sus clases sobre el deseo que tenía de salirse de las normas estipuladas, de escribir algo que fuera en contra de lo considerado como sagrado dentro de la palabra escrita, y lo logra. Al mismo tiempo, habla también de la múltiple correspondencia que recibió por parte de tantos lectores; mientras unos alabababan, otros detestaban y había otros más que simplemente reían.

En efecto, Rayuela puede provocar las más variadas reacciones de acuerdo al lector. Mientras a mí me ha provocado risa una y otra vez, he sido testigo de cómo amistades mías han terminado odiando la actitud de los personajes y hasta sus conversaciones. Y de entre tantas sensaciones, lo genial de la obra se encuentra ahí, en lo que provoca.

Ya se había dicho, cómo podemos encontrar lo lúdico sin caer en la comicidad, cómo podemos encontrar la fatalidad sin caer en obviedades, cómo podemos jugar con el tiempo sin necesidad de forzar. Cómo poder echar abajo las estructuras tradicionales y aún así estar dentro de los círculos más altos.

Todo eso y más ha sido Rayuela, se disfruta, se ríe, se enoja, se angustia, se fallece y se revive una y otra vez más.

Been there, read that (CXI)

Clases de literatura. Berkeley, 1980

Aut. Julio Cortázar

Clases de Literatura. Cortázar.Hace algunas semanas, la encrucijada en la que me encontré fue la de elegir entre leer un libro de 1162 páginas de George R. R. Martin y éste, del que les vengo a contar. Como es debido, recurrí a la siempre poderosa opinión concisa y erudita de las redes sociales (le pregunté a mis amigos en facebook cuál leer primero); el argumento con más peso fue el de «no leas Cortázar a menos que te quieras sentir hipster» y con esos abrumadores comentarios fue que terminé leyendo Tormenta de Espadas. Después, no podía dejar abandonado a mi segunda opción y, sin arrepentirme, he disfrutado cada página de ambas obras.

En fin, como iba diciendo, le vengo a hablar de esta belleza de libro que, como tal, no está escrito por Cortázar, más bien, es el registro de un par de clases que formaron parte de un curso de literatura que el susodicho dio en la Universidad de Berkeley por ahí de 1980. Dato curioso que él haya fallecido cuatro años después, si yo fuera alumno de esa clase, cómo la atesoraría.

Por supuesto, incluye la transcripción completa de las clases con todo y comentarios de los alumnos que estuvieron presentes. De alguna manera, la informalidad se hace presente y  nos encontramos en medio de una charla entre profesor y estudiante que te hace sentir parte de la atmósfera del salón universitario.

Cortázar es sutil, sencillo en sus explicaciones (caso muy contrario a cuando escribe) y crea una atmósfera excelente y propicia para el entendimiento de los temas que maneja: el tiempo, la fatalidad, lo lúdico, la música, cronopios, famas, el libro de Manuel y, finalmente, Rayuela. Todo nos es explicado con peras y manzanas o, en su caso, con fragmentos, anécdotas, y lecturas directas de pasajes que el autor en algún momento ha escrito.

Conforme nos acercamos al final de la lectura, como cuando estamos tomando clase con un profesor al que no quisiéramos dejar de ver, nos sentiremos tristes y exigiremos más clases, un día más por lo menos, que no habrá. Julio se despide de manera veloz puesto que un avión podría dejarlo y se le hace tarde. Damos gracias por el curso y procedemos a cerrar el ciclo escolar, eso sí con más hambre que nunca de Rayuela y demás obras, ahora que hemos entendido al escritor.

Been there, read that (CVI)

El libro de los abrazos

Aut. Eduardo Galeano

El libro de los abrazosAl uruguayo Galeano, lo conocí con Patas Arriba que, aunque me encantó, sí me dejó odiando al prójimo humano después de tantas cifras, datos y hechos estadísticos que nos demostraban cómo estábamos acabando con el ya de por sí poco planeta que nos queda. Me quedé con la idea de un escritor realista pero que rayaba en la habilidad de volvernos pesimistas para con el futuro que tal vez no era nuestro, pero sí el de nuestros hijos o los que le siguieran a ellos.

Una vez que comencé con este libro lleno de abrazos, mi idea sobre Eduardo cambió. Ahora estaba leyendo una serie de historias que lograron aflorar los más diversos sentimientos: compasión, ternura, cariño, rencor, enojo, empatía… Decenas de narraciones cortitas que llevan una cronología involuntaria. Escritas en parte dentro del exilio del escritor en España y otras a la vuelta de éste, el autor nos lleva por un sinfín de aventuras que logran meternos en la mente de quien escribió y nos hace encontrarnos con lo mismo que él pudo sentir en esta etapa tan movida de su vida.

Sí, la parte fea del ser humano ahí está gracias a los fusilamientos, la pobreza, el exterminio de las comunidades indígenas, el racismo, los golpes de estado y los crímenes de guerra; sin embargo, lo malo se ve opacado por las historias de esperanza y de amor fraternal que inundan nuestra mente a través de la visión de las letras.

La obra de Eduardo Galeano es exquisita y un must de la literatura latinoamericana. Ligera, bella, pasional y elaborada, con una prosa soberbia que pocos autores manejan. La amé.

Been there, read that (CV)

Historias de cronopios y de famas

Aut. Julio Cortázar

De cronopios y de famasNada como encontrarse una bella versión de 1986 de un libro emblemático de un escritor tan laureado como Cortázar. Con esta copia impresa del mismo año de mi nacimiento bajo el brazo, es que salí feliz de una feria del libro algo escueta. De algún modo, me cuesta trabajo leer a los autores más emblemáticos, los dejo para lo último de mis playlists de lecturas próximas y, generalmente, los termino evitando. Después de hacerme con algo de García Márquez, Baudelaire y Wilde, me hice a la tarea de leer algo de Cortázar esta semana santa, aprovechando el tiempo libre.

Historias de cronopios y de famas es surreal, no se me viene otro adjetivo a la mente. Lo es porque lo lees, lo disfrutas, lo vuelves a leer y aunque te sigue gustando, no tienes idea de lo que acabas de leer. Si bien las primeras dos partes, Manual de instrucciones y Ocupaciones raras, se sienten como algo cotidiano, no pasa lo mismo con Material plástico y la parte que recibe el mismo nombre que el libro. Precisamente, la segunda mitad del libro toma un aire poco común que se mantiene y enrarece cada vez más.

Distinguimos precisamente a estos elementos que se vuelven protagonistas de los diversos relatos: cronopios, famas y esperanzas. Nos queda claro que los famas son más sagaces y están un poco más maleados que los cronopios, que suelen ser algo inocentes, bonachones y hasta tontos. Las esperanzas se encuentran en todos lados y aunque tienen un carácter, digamos, volátil, terminan siendo presas de los otros y quedan atrapadas en las más diversas situaciones.

Pero hasta aquí, pues definiciones no encontraremos muchas y mucho menos una explicación lógica. Hay que leerlo y tratar de captar lo más que se puede de significados. Es una lectura ligera y pesada a la vez, se entiende mucho pero se comprende poco. Sin embargo, vale la pena la recomendación a menos que seas como mi Señor Padre, que detesta los textos que no tienen una estructura lógica definida.

Been there, read that (CIV)

El coronel no tiene quien le escriba

Aut. Gabriel García Márquez

El coronel no tiene quien le escribaEn definitiva, uno no puede andarse dando el lujo de criticar o reseñar cualquier libro que le pongan enfrente. Me pasa justo cuando me topo con alguna obra como la del Maestro García Márquez. Me limitaré entonces a realizar un par de comentarios y una que otra impresión o, por lo menos, a guiar un poco a quien todavía no haya recorrido las palabras de Gabo.

Las historia es triste, de esas que gustan de arrebatarte un poco de esperanza. No sé qué tipo de esperanza te quiten, pero te la quitan. Una pareja de ancianos se encuentra en la pobreza extrema, viven de la ilusión de recibir un cheque del gobierno por el servicio militar prestado a la patria por parte del coronel. Después de 15 años de aguardar, lo único nuevo que han recibido es la muerte de su hijo, de la que obtuvieron una única herencia: un gallo.

Así, la vida de los ancianos se mueve entre visitar cada viernes la oficina de correos para verificar que la pensión no ha llegado, vender cada una de sus pertenencias para tener dinero y poder comer, y utilizar parte de ese mismo dinero para alimentar al gallo que echarán a pelear en un par de meses. Aunque esto último no signifique que el gallo sea un ganador seguro.

Es una novela bellísima aunque entristecedora, obligada lectura para todos. Por algún motivo, no me costó el mínimo esfuerzo ubicar a los personajes en la actualidad, en aquellas zonas de extrema pobreza donde la gente espera y espera apoyos anunciados por parte del gobierno, de esos que nunca llegan pero sí que alimentan.

Been there, read that (XC)

28 octubre 2013 1 comentario

El Complot Mongol

Aut. Rafael Bernal

El Complot MongolUno de mis géneros favoritos es, sin duda, la novela negra. Y vaya que me encontré con una pieza magistral en El complot mongol. Entiendo que es una obra clave de la narrativa contemporánea mexicana y, sin embargo, fue hasta el comentario que me hizo un lector del blog, cuando escribí sobre Un hilito de sangre, que me enteré de su existencia y pude disfrutar de ella.

En hilito, me llegué a hartar del uso de superlativos en la redacción y el comentario que me hicieron fue que leyera el complot para encontrarme con otro tipo de abuso: el del uso excesivo del ‘pinche’. Lo raro es que, contrario a lo que esperaba, el pincheo en exceso no me provocó aversión y, en lugar de eso, me dio varios motivos para sonreír y recitar en voz alta partes del libro.

La obra de Bernal nos introduce al ámbito del México de por ahí de la década de los 60’s. Un México cada vez más reformado que se va deshaciendo de los últimos elementos vivos que quedan de la época revolucionaria. Precisamente, uno de esos elementos anticuados que poco a poco pierden pertenencia en la sociedad, es el protagonista, Filiberto García. Filiberto es un matón de la vieja escuela que se engalana como agente secreto e investigador del cuerpo policíaco mexicano. Cierto día, le es asignada la misión de investigar rumores sobre un atentado en contra del presidente gringo que vendrá de visita al país. Los rumores, por cierto, provienen de la Mongolia Exterior y de ahí el título de la historia.

Como en todo, las apariencias ocultan más de lo que muestran y García se verá emparejado con dos agentes de los servicios secretos ruso y estadounidense. Colaborará con ellos, les ocultará cosas, se investigarán entre sí y matarán en equipo. La introducción del factor amor también jugará parte de un desenlace que, como buena obra negra, nos dejará un sabor amargo en la boca.

Sin duda, una obra que recomendaré cada que pueda. Los seguidores del género policíaco la amarán. Y, en general, no encuentro motivo alguno por el cuál persona alguna no la llegue a disfrutar.