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Archive for May 2019

Been there, read that (CLXV)

La rebelión de los negros

Aut. Javier Raya

36668764Era un domingo como cualquier otro, después de hacer mis diligencias específicas del día, caminaba por el centro y me dirigí a mi librería favorita para husmear entre las novedades y ahí estaba, La rebelión de los negros. En este punto, admitiré que, en confianza, me dejo llevar por la onda de contar chistes racistas y clasistas. Precisamente, debido a esta maña, es que al leer el título de la obra, no pude evitar que mi atención se centrase en ella y que de inmediato me dirigiera a la contraportada para saber de qué iba esta dichosa rebelión.

Lo cierto, es que la contraportada no ayuda del todo; de hecho, ni siquiera tras haber adquirido la obra y leído las primeras diez o veinte páginas de la misma te queda una idea clara de qué es la rebelión de los negros. Precisamente, el capítulo introductorio nos narra cómo un comprador anónimo pregunta por el título del libro a distintos vendedores que, nada más por responder, inventan que si trata sobre las luchas armadas de una pequeña población veracruzana de esclavos prófugos o que si es una disertación sobre la representación étnica de toda una civilización, que si trata de una metáfora, qué se yo. El chiste es que la mentada rebelión de los negros jamás queda clara.

A toda la problemática de la definición añádele el hecho de que se encuentra escrita por un sinfín de autores que no precisamente son autores. De cómo primero fue una idea, de cómo después fue un primer manuscrito robado por un par de maleantes que se introdujeron en la madrugada en el departamento del segundo autor; de cómo el tercer autor en realidad es el amor tóxico del primero; de cómo el cuarto es todo un mito del que se desconoce el origen real del apellido falso que utiliza para firmar obras que finalmente no le pertenecen.

«Hay libros que son más discutidos que leídos», esa es la premisa de la rebelión de los negros. Pero, ¿Cuáles negros? ¿quiénes son los negros? ¿existe la rebelión de los negros o sólo es la idea de un escritor loco que pregunta por un título que jamás fue publicado pero que al hacerlo provoca que hablen de él?

Hablamos de los negros literarios, de aquellos escritores que tiene la vocación de la literatura pero que, en la búsqueda de hacerse de un nombre, pierden su propio nombre y se lo ceden a alguien más. Dejan de escribir por arte y lo hacen por supervivencia. Escriben textos que serán firmados por alguien más. Son esclavos de la literatura. De eso va la rebelión, de rebelarse contra ese sistema que los fuerza a ceder su obra a cambio de comer, precariamente, pero comer al fin.

Javier Raya es Edgar Khonde (aún queda duda de si ese es su verdadero apellido); Khonde, es Sebastián «sebas» Matus; a su vez, Matus es Andrés Kosterlinzky y éste mismo, recibe el nombre de Rafael Zamudio; tal y como Zamudio también podría ser Sergio Ventura que, transmutado, es Zilch, la que le rompió el corazón a alguno de los otros cuatro (¿o fue al revés?).

La rebelión de los negros es y no es. Es decir, la tienes en tus manos, aunque no estés seguro de si es la misma rebelión de la que tanto se habla al interior de la misma rebelión. Literatura experimental, podría ser. Lo cierto es que no soy un crítico profesional. Simplemente escribo reseñas/anécdotas de todo lo impreso que pasa por mis manos (y mis ojos). Asumo que el lector casual no lo disfrutará tanto como alguien que tiene destellos de TOC o que se precie de ser un estudioso literario. Me tardé casi 3 meses en terminar de leer la obra, pero eso no evitó que amara muchas de las referencias y ese constante imaginar si tarde o temprano se resolvería la duda sobre si la rebelión de los negros existe o fue sólo un sueño (porque los sueños, sueños son).

 

Una mujer difícil

Me encontré este texto de autoría anónima, lo he modificado un poco pero créditos a quien escribió la primera versión. Me leyó el pensamiento y el corazón…

No todo el mundo puede tener la suerte de estar con una mujer difícil.
Sí, suerte, porque las mujeres difíciles son como el agua limpia de una cascada, son fuertes, brillantes, sinceras, empáticas.
Las mujeres difíciles no se conforman, pueden ser tan crueles como el diablo y adorables como el más bello de los querubines.
Huyen a menudo, se enfadan y a veces gritan sin control pero siempre te miran a los ojos siempre.
Son difíciles porque son inteligentes, muy inteligentes, incontrolables; rebasan todo canon al que se les quiera sujetar.
Tienen los ojos casi siempre tristes, casi siempre felices, casi siempre las dos cosas.
Saben amar, pero amar duro, amar fuerte, ¡sin límites! No se les puede detener cuando aman, del mismo modo en el que no se puede detener a una tormenta que se ha anunciado.
Estar al lado de este tipo de mujer es vender el alma al diablo, significa abrazar la locura, porque estar loco es lo que hacen sentir.
Se puede mirar en retrospectiva y pensar que tal vez sin ella se habría estado mejor, más tranquilo, más sereno, quizás sí, quizás no…
Pero con ella se siente que la vida es vivida y después de eso, sin ella, la muerte es lo único que se puede desear.
Hay quien abandona a este tipo de mujeres, quien se va…. pero es seguro que nadie las olvida, porque son terriblemente complicadas e irreemplazables.
Se diría que son de edición limitada, así se les nombra a ellas.

– Anónimo

…pues he tenido suerte, estoy terriblemente enamorado de una mujer difícil a la que no he de abandonar jamás, esa mujer difícil a la que he apodado inSecta.