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Archive for octubre 2021

Tú contestarías…

[…] Más de una vez nos vimos a los ojos. Nuestros hombros se tocaron al caminar por el pasillo y te descubrí mirándome. Al apagarse las luces por la noche, al sentir las sábanas frías que mi cuerpo iba calentando poco a poco, pensaba en ti. Soñaba con larguísimas cartas que con el tiempo te escribiría y te enviaría: no sé a dónde. Pero tú contestarías y me dirías cuánto te hacía falta. Y yo te diría que te esperaría el tiempo que fuera necesario.

[…] La primera vez que estreché tu mano ni siquiera me miraste, no quería tomar la de nadie más para no perder el calor de tu palma, pero tuve que estrechar más manos que rápidamente me soltaban balbuceando. Pero no estaba dispuesto a desistir, a la siguiente semana al tomar tu mano, te miré fijamente y sonriente. No intentaste separarte de mí como hubiera esperado, entonces me di cuenta de que también deseabas mirarme como yo a ti. […] Llegaste a la hora acordada. Te vi a lo lejos y corrí sobre un pasto seco y crecido. Estoy seguro que en algún momento volé, el tiempo se detuvo y pude ver el suelo bajo mis pies que flotaban en el aire. Al estar frente a frente me miraste como nunca nadie lo hizo de nuevo. Lentamente levantaste tu palma derecha y comenzaste a acercarla a mí. Mucho antes de tocarme te detuviste y bajaste la mirada hacia mi mano izquierda. Y yo la levanté ritualmente como tú lo habías hecho. Y apenas rozamos nuestras palmas: y eso fue un abrazo, y fue un beso, y fue una vida juntos. Pero también una despedida.

– Juan Carlos Reyes en Eco (Impala).
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Been there, read that (CCXXXV)

10 octubre 2021 1 comentario

Un buen detective no se casa jamás

Aut. Marta Sanz

Para terminar con el desfile de reseñas que busca actualizar mi trayecto bibliográfico de los últimos dos meses, un título de esos que Editorial Anagrama nos hizo el favor de regalarnos con motivo del inicio de la cuarentena debido al Covid. A diferencia de lo entretenidos que resultaron títulos como Fiesta en la madriguera y Mis documentos, Un buen detective ha requerido de una gran inversión de esfuerzo de mi parte para poder terminarlo.

No es que sea un mal libro, pero la forma en que está escrito me provocó demasiado tedio. Hubo momentos en que me daban ganas de decirle a la autora, «ya, cuéntanos lo que sigue y deja de adornar tanto estas escenas tan inverosímiles, por favor». Estoy seguro que habrá personas que disfruten en demasía esta misma obra, pero al menos en mi caso, no fue así.

La historia nos pone en los zapatos de Arturo Zarco, detective, que decide pasar parte de sus vacaciones visitando a una entrañable amiga. Mientras se encuentra de visita, el protagonista atestigua una sucesión de hechos que, en historias similares de novela negra, lo forzarían a investigar y desentrañar el misterio de una desaparición; sin embargo, no es este el caso de nuestro héroe, ya que ante la presencia de un posible crimen, él opta por la pasividad. A final de cuentas, son sus vacaciones.

Ahora que lo pienso, ese es el asunto con la novela, que el protagonista observa el planteamiento del misterio y hasta su propia resolución sin hacer absolutamente nada más que reflexionar en torno a los motivos de los participantes y en torno también a su reciente separación con su pareja.

La fortaleza principal de la obra está en el uso del lenguaje, hay bellísimas estrofas y sabias reflexiones, pero a pesar de esto, uno se termina cansando de que la escena de dos niñas jugando en un jardín se extienda hasta por 10 páginas sin que haya un avance en lo que uno pensaría que de verdad importa dentro de la trama.

Probablemente me esté equivocando y no esté dándome cuenta del mensaje que tal vez la autora quiera hacer llegar a los lectores. Probablemente no sea yo el tipo de lector al que la escritora deseaba llegar. Y, sin embargo, es un libro que no recomendaría bajo circunstancia alguna. Me gustó, sí, pero no lo suficiente para volverlo a tocar o a mencionarlo en una conversación adicional.

Been there, read that (CCXXXIV)

La sangre de los elfos

Aut. Andrzej Sapkowski

Estoy seguro que en alguna otra entrada lo he comentado, pero, por si acaso, lo cuento una vez más: en el lugar donde vivo en la ciudad donde trabajo, tengo un librero repleto de libros que aún no he leído y siempre es así puesto que los libros que termino los guardo en casa de mis padres; de este modo, todo lo que leo termina en manos de mi papá que siempre está esperando una nueva entrega. Sin embargo, como buena persona que creció en una época diferente, hay temáticas que él simplemente rechaza, entre las cuales se encuentra la literatura fantástica con «duendes, brujas y esas madres».

A pesar de todo, hace un par de semanas, cuando mi papá me vio leyendo el tercer libro de la saga de Geralt de Rivia y le comenté de qué trataba, afirmó que siempre es bueno dejar un rato de leer cosas serias y dejarse llevar por los lugares a los que nos lleva la imaginación cuando leemos este tipo de historias.

En fin, he terminado el tercero de los ocho títulos que componen la historia del brujo Geralt (son nueve si tomamos en cuenta que uno de los títulos está dividido en dos tomos) y cada vez tengo más miedo de lo mucho que pueden regarla los productores de la serie de Netflix, aunque a este ritmo es muy probable que termine el resto de la saga mucho antes de que salga al menos la tercera temporada en streaming.

En esta ocasión, el autor deja de lado la narración a través de historias aisladas que, si bien tienen un orden cronológico, funcionan como cuentos independientes atemporales donde el brujo realiza diversas peripecias; ahora, la historia funciona como una sólida novela que se mueve en una sola dirección: la adopción de Ciri por parte de los brujos y su entrenamiento en Kaer Morhen, la búsqueda de ella por parte de personajes sombríos que ven en ella el cumplimiento de cierta profecía y la posterior adopción de la leoncilla de Cintra por parte de Yennefer, que la entrenará en las artes mágicas mientras Geralt trata de encontrar a aquellos que buscan a la niña.

De hecho, creo que esta será la temática principal de la siguiente temporada de la serie y veremos un poco más de Ciri que del brujo. Queda muy claro el importante rol que la aprendiz de brujo tomará en próximas entregas ya que el último de los cinco capítulos del libro deja de lado totalmente al que consideramos la estrella de la historia. Todo esto deja muchas dudas que sólo se disiparán cuando lleguemos a la siguiente entrega, Tiempo de odio.

La verdad es que la historia se comienza a tornar cada vez más interesante y ya sólo espero que mi mejor amiga, que me regaló este y el libro anterior, se ponga guapa regalándome el que sigue antes de navidad. Muero de ansias por ver la segunda temporada, que llegue ya.

Been there, read that (CCXXXIII)

9 octubre 2021 1 comentario

Hércules en el desierto

Aut. Carlos René Padilla

Del mundo de los negocios y el emprendimiento pasamos a la siempre amable y entretenida nota roja y el mundo del noir (simulado al menos). Hace unos meses, Carlos René me dejó con un buen sabor de boca a través de Yo soy el araña, así que por supuesto que adquiriría un segundo libro de él si me lo llegara a topar. Y así fue.

Rara vez el título de un libro tiene un sentido literal en el desarrollo de la historia, generalmente es una abstracción o un objeto específico dentro de la narración; sin embargo, no creo que haya un título más preciso para las aventuras del periodista protagonista.

En Hércules en el desierto, seguiremos los pasos de dicho periodista mientras persigue la información necesaria para cumplir con su cuota de notas y al mismo tiempo escribir ese gran reportaje que le brinde fama, fortuna y, tal vez, un aumento de sueldo porque el que tiene no le alcanza. Su primera misión consistirá en probar que la corrupción en temas de tránsito es provocada por los agentes que suelen solicitar mordidas a los buenos ciudadanos; su hipótesis se irá al traste toda vez que se haga pasar como agente y sean los mismos conductores quienes hagan hasta lo imposible porque acepte un billete y los deje continuar su camino.

Es tras la escritura de este primer reportaje, que el editor del periódico le pedirá al protagonista reportajes cada vez más atrevidos y que se compararán con los doce trabajos del Hércules de la mitología griega. De este modo, robar las manzánas del jardín de las Hespérides, implicará hacerse pasar por pordiosero y descubrir que es un trabajo muy bien remunerado; matar a la Hidra de Lerna, tendrá que ver con enfrentar a la interminable burocracia para sacar una licencia de conducir; matar a los pájaros de Estínfalo, implicará ahuyentar a una secta de estafadores que se hacen pasar como guías espirituales; y así sucesivamente. Como a final de cuentas estaremos ubicados en Sonora, todos estos trabajos serán realizados por Hércules en el desierto, ¿lo ven?

Definitivamente es una literatura divertida, amena y con un gran contexto político y social. Las diferentes tareas conllevan a la desmitificación de muchas problemáticas sociales y la conclusión de cada labor deja un rastro de satisfacción transformado en el esbozo de una sonrisa por parte del lector. Esperaré a encontrarme un nuevo libro del autor.

Been there, read that (CCXXXII)

Alquimia para el éxito, Guía para emprendedores

Aut. Roberto Palazuelos

Después de la literatura «tradicional», nunca está de más recurrir a géneros un poco menos aclamados. Si bien en un principio me daba pena que me llegaran a ver cargando un libro de superación personal o de claves para algún tipo de éxito, he aprendido que de cualquier lugar, hasta del más insospechado, se puede obtener algún tipo de conocimiento útil, incluso si, en ocasiones, dicho conocimiento es más que evidente o lógico y no debiéramos necesitar de que alguien más nos lo haga notar.

Antes de seguir, debo confesar que lo que me movió a adquirir un libro de Roberto Palazuelos es el hecho de que él, como personaje público y hasta cómico, se me hace un ser humano sumamente inteligente que ha sabido utilizar las críticas y mofas hacia su persona en su favor y en lugar de enojarse porque lo tachen de mamón, junior y payaso, ha transformado estos adjetivos en una marca con la que muchas personas buscan identificarse (benditos mirreyes). De este modo, Palazuelos no es un personaje, simplemente es él mismo y, dado que me divertí a montones con su reality en Netflix, no pude evitar adquirir su Alquimia para el éxito.

Ahora bien, en el libro del buen Roberto no encontraremos nada extraordinario, se nota el mismo tipo de enfoque que se le da a estos libros con un escaso contenido de escritura y con muchos gráficos, títulos de fuentes gigantescas y zonas en las que el lector podrá escribir sus propias metas y la planeación necesaria para alcanzarlas. Supongo que el verdadero público objetivo encontrará todo esto muy interesante y didáctico.

A pesar de todo, siempre hay cosas que rescatar y creo que dentro de las letras llamativas y los «ejercicios prácticos», existe un tema muy importante y recurrente en el libro: entender que un emprendedor por muy bueno que sea y por grandiosa que sea la idea que esté desarrollando, no puede hacer la chamba por sí sólo y no debería asumirse como alguien que entiende de temas como el pago de impuestos o los registros legales de una marca; por el contrario, un buen emprendedor deberá entender que necesita rodearse de especialistas y que, lo mejor que puede hacer con su idea, es blindarla en términos legales y contables. Básicamente, acabo de resumir la base medular de lo que el libro dice.

La famosa Alquimia para el éxito no es otra cosa que lo que muchos otros conocen como karma, como vibrar alto, como iluminación divina, como tener la mente positiva, etcétera… Al final, la idea es siempre la misma, haz las cosas bien, de buena manera y con buena base, lo demás llega solito y evita tomar los engañosos atajos. Creo que no hace falta pagar porque te digan algo tan lógico pero, qué puedo decir, nos encanta gastar a lo menso.

Been there, read that (CCXXXI)

Aquí no es Miami

Aut. Fernanda Melchor

No voy a quejarme de la falta de tiempo que he tenido para escribir aquí debido a que el trabajo ha sido mucho el último par de meses. En cambio, procederé a actualizar rápidamente las reseñas pendientes de lo que he leído en tal periodo de tiempo.

La lista de reseñas exprés comienza con uno más de Fernanda Melchor; no sé qué tiene esta autora que es sumamente agradable de leer y de disfrutar los paisajes que, en Aquí no es Miami, nos describe. No es sólo el hecho de que el libro gira en torno a historias populares y mitos del Puerto de Veracruz y alrededores, de donde casi soy originario, sino la forma de narrativa que combina al mismo tiempo la nota periodística con el chisme contado de boca en boca. Era algo a lo que ya estábamos acostumbrados quienes hayamos leído Temporada de huracanes aunque, aclaro, este libro salió después (pero es más famoso y probablemente sea leído antes).

La trágica historia de la Reina de Carnaval que asesinó a sus hijos y los utilizó como abono en una maceta, el mito de la colina donde aterrizan los ovnis, el cuento de la casa embrujada en donde una joven fue poseída, entre otras, son las historias que te mantienen siempre con ganas de más (venga el chismesito).

Sin duda, una de las historias más interesantes es aquella que lleva como título el del libro, cuando un grupo de polizontes en un barco de mercancías deciden abandonarlo porque creen que han llegado a su destino final, Miami, y se llevan la desagradable sorpresa de estar en Veracruz; mi favorita, por otro lado, es la narración del dinero que circuló y de cómo de un día para otro se vació un centro penitenciario en el que se terminó grabando una película de Mel Gibson, «Atrapen al gringo», que de hecho siempre creí que se había grabado en Tijuana o algún pueblo fronterizo del norte.

No necesito decirlo, Fernanda Melchor es garantía para pasar un buen rato con una lectura agradable y adictiva. Y si, por casualidad, eres de Veracruz, te gustan los mitos urbanos o disfrutas las películas de Mel Gibson, éste es tu lugar.

Una pareja lúcida

Los imaginé abrazados, besándose, duchándose juntos. Por experiencia sé que una pareja lúcida no es la suma de dos personas iguales o similares, sino de dos partes conforman un mecanismo que enciende y funciona bien. Dos seres bellos que pueden conformar una pareja inmunda, o dos personas inteligentes pueden conformar una pareja bruta, tarada. La calidad de sus integrantes no se suma al momento de hacer pareja. Se trata de un secreto que conocen muy pocos. Hacer pareja es jugar a conformar un rompecabezas, tiene uno que buscar la pieza que encaje bien, que lo complemente, que tenga el diseño necesario que cierre el dibujo.

Mario Mendoza en Lady Masacre
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