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Archive for marzo 2012

Been there, read that (XLVIII)

Ausencia del héroe, Relatos y ensayos inéditos (1946-1992)

Aut. Charles Bukowski

¿Qué podría decir que no esté dicho ya sobre Bukowski? Que me da gusto haber recibido el gran regalo de su más reciente e inédito compendio de narraciones; que no podía estar enfrascado en su lectura sin mantener una sonrisa durante todo el tiempo en que permaneciera haciéndolo; que disfruté todos y cada uno de los textos; que me vi ahí, viviendo esas borracheras y esas noches de lujuria; que me emborraché las veces que él se emborrachó, a través de sus letras, claro está.

Lo cierto es que soñaba con tener el libro en mis manos y darle una leída de aquellas. No hubo la mínima decepción, Ausencia se compone de los más variados relatos: del primer recital, de los lujuriosos amores, de la poesía barata, de un par de auto reseñas, de la vida mundana, de lo que podemos encontrar en el fondo de una botella cuando sabemos buscarlo y de todo lo que deseamos leer cuando de etilismo (ojo, no elitismo), cachondería y dejadez hablemos.

Aunque suene feo, debo admitir que muchas veces cerré el libro, debido al término de la hora de la comida, y lo única frase que venía a mi mente era «méndigo viejo briago, no tuvo madre el cabrón». Pero de eso se trata Chinaski, de literatura inapropiada no apta para moralistas. ¡Carajo! Hasta el relato de un chango que se traga un dedo humano hay.

En fin, no puedo seguir escribiendo sin seguir alabando éste, uno de mis libros favoritos. Por tal motivo, simplemente lo recomendaré y atesoraré.

PD Jesucristo en barbacoa y Golpea a sus mujeres, de lo mejor.

La frase dura

Los dioses se portaron bien conmigo. Me tuvieron jodido. Me obligaron a vivir la vida. Me resultaba difícil salir de un matadero o una fábrica y volver a casa y escribir un poema que no me saliera plenamente del corazón. Y mucha gente escribe poemas que no le salen plenamente del corazón. La vida dura dio pie a la frase dura y por frase dura me refiero a la frase auténtica desprovista de ornamentos.

[…]

[…] Los dioses se portan bien conmigo en el sentido de que provoco reacciones extremas: el gentío parece apoyarme por completo o detestarme por completo. Eso es tener suerte; y en los recitales cuando alguien me grita una obscenidad, disfruto casi tanto como cuando alguien del público me alcanza una botella. No soy un pulcro profesor con una casa en las colinas y una esposa que toca el piano.

[…]

[…] Sólo Papá Muerte me atrapará, y he reducido la bebida a la mitad para que quienes me odian tengan que sufrir un poquito más.

– Fragmento de Maltrata a sus mujeres por Charles Bukowski.

Been there, read that (XLVII)

Un lugar llamado Oreja de Perro

Aut. Ivan Thays

Tras un par de decepciones literarias, por fin recupero el tiempo perdido gracias al peruano Iván Thays. Y es que de tener un enfrentamiento con traumas paternales y visiones caóticas en forma de poesía, me topo ahora con una lectura ligera, agradable, sencilla en su complejidad y, sobre todo, interesante.

Oreja de Perro es una novela sencilla y atrayente, corta pero extensa dentro de sus significados. El protagonista arriba a este lugar, que posee un amplio antecedente de terrorismo y muerte al por mayor, en vísperas de la visita del presidente que ha aprobado un plan de desarrollo social que consiste en entregar apoyos económicos a la población femenina de la localidad. Hasta ahí, todo normal, un periodista y un fotógrafo que son enviados a cubrir la nota.

Sin embargo, la verdadera trama comienza en el momento en que nuestro periodista abre su maleta y encuentra un carta de su esposa, una carta de despedida que no precisamente se anuncia como tal. Los recuerdos se hacen presentes, la memoria del pequeño hijo fallecido, la necesidad del amor que se desvanece, una carta de respuesta que podría no escribirse jamás. A todo lo anterior, se suma la aparición repentina de Jazmín, una mujer que habla con ángeles y conoce el futuro; la entrada de Maru, la chica guapa que se interesa en el personaje que relata la historia.

Hay momentos en que la novela me remonta a las calles de Comala, como si los fantasmas de Rulfo cobraran vida en los personajes de Thays. Y es que la escenografía (la que uno se imagina) encaja perfectamente y aunque el tema del terrorismo y las fosas comunes no es algo compartido, la seriedad de algunos temas como el amor destrozado y la pérdida de un hijo de muy corta edad logran una ambientación similar a las de la obra del mexicano.

En general, una obra que recomiendo ampliamente, de fácil lectura y comprensión. Sencilla e interesante. En hora buena por la literatura peruana contemporánea.

Been there, read that (XLVI)

Flores para Hitler

Aut. Leonard Cohen

Trad. A. Resines

«No juzgues a un libro por su portada», es lo que dicta la máxima del lector. Sin embargo, también se les olvidó mencionar que a través del título podemos hacer un juicio erróneo del contenido. Si bien el libro en cuestión posee el distintivo de la Colección Visor de Poesía, lo cierto es que no pasó por mi mente que me encontraría sólo con un compilado de poemas; de cierta forma creí encontrar algo más centrado con el personaje al que se hace alusión en el nombre de la obra.

En fin, por desgracia, es el segundo libro al hilo que no encuentra cabida dentro de mis obras favoritas o que, por lo menos, me gustaron. Lo cierto es que la poesía es siempre agradable, sin embargo, las traducciones las siento demasiado pesadas o que no llevaban adecuadamente la carga sentimental que pudieron tener gran parte de los poemas contenidos. Por supuesto, me daba a la tarea de leer las dos versiones: original y traducida.

Bajo los aspectos mencionados no sé a qué atribuir mi poco agrado hacia la obra, a los poemas que, de alguna manera, los consideré faltos de una originalidad no explotada antes; o a las traducciones que, siento, dejaron mucho qué desear. Ya en un pequeño fragmento que publiqué la palabra en inglés mole pudo haberse traducido como lunar en lugar de topo, con esto el poema hubiese tomado un cariz diferente.

En general no he de desprestigiar o menospreciar, sin embargo, la poesía que Cohen maneja no es la más agradable o entendible que se puede encontrar. Si bien el personaje alemán es mencionado en el título, las referencias al tema del Tercer Reich son bastante esporádicas pero, aclaro, existen y son bienvenidas.

Finalmente, Flores para Hitler no es un libro agradable del todo, naturalmente, existen partes muy buenas y que dejan buen sabor de boca pero no son más que aquellas que desfilan sin rumbo alguno dentro de la psique del lector. Recomendable para aquellos que buscan una escritura poco convencional o para quienes encuentran dentro del caos, un orden.

 

Si Dios fuera mujer

A las mujeres en su día: 

¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos 
no dijéramos no con la cabeza 
y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar 
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible, 
prodigiosa blasfemia.

– Mario Benedetti

Been there, read that (XLV)

La invención de la soledad

Aut. Paul Auster

Como todo en esta vida, hay obras literarias que nos marcan y hay otras que pasan sin pena ni gloria; en mi caso, la obra del Sr. Auster fue de las segundas. Y no es que sea yo exigente pero a pesar de lo rápido y, en cierta forma, ameno de la lectura, el mensaje o simplemente no se ajustaba a mi realidad o nada más no llegó a convencerme su tremenda capacidad para hacerle notar al autor el dolor de no tener un padre comprensivo.

Probablemente sea la segundo pues al no poseer esa característica primordial en común con el autor, el tema del padre ausente y la propia paternidad fallida, no despertó el interés adecuado. No me malinterpreten, no digo que la obra en general sea mala, sólo que el tema y la excesiva autocompasión del escritor no llegó a saciar mi hambre de lectura y convirtió al libro en algo que leí «por puro trámite».

La invención de la soledad se divide en dos partes, la primera trata sobre los esfuerzos de Auster por comprender a su padre recién fallecido, comprender su ausencia, su frialdad, su distanciamento y su falta de empatía con los demás, la conexión del progenitor con un pasado obscuro y un asesinato que marcaría su desarrollo humano y la debacle de sus negocios hasta terminar como lo hizo en las últimas etapas de su vida: divorciado, retraído e insensible.

La segunda etapa del libro, trata entonces de la búsqueda paternal a través de la vida del autor, de sus viajes, de los hombres que sustituían ese sentimiento de protección y de su relación con el hijo propio, Daniel.

En general un buen libro con buen ritmo narrativo y una trama con temática profunda. Estoy seguro de que habrá muchos lectores que se sentirán identificados y que incluso podrían derramar lágrimas con esta obra. Debo decir que el problema de La invención es que está demasiado centralizado en su tratar y hay momentos en que sirve demasiado como paño de lágrimas del autor.

HITLER EL TOPO CEREBRAL

Hitler el topo cerebral mira a través de mis ojos

Goering funde lingotes de oro en mis entrañas

Mi manzana de Adán se hincha con la cabeza completa de Goebbels

No sirve de nada decirle a un hombre que es un judío

Estoy haciendo una pantalla para una lámpara con tu beso

¡Confiesa! ¡Confiesa!

es lo que exigís

aunque creéis que me lo estás dando todo

– Traducción de A. Resines

 

HITLER THE BRAIN-MOLE

Hitler the brain-mole looks out of my eyes

Goering boils ingots of gold in my  bowels

My Adam’s Apple bulges with the whole head of Goebbels

No use to tell a man he’s a Jew

I am making a lampshade out of your kiss

Confess! confess!

is what you demand

although you believe you’re giving me everything

– Leonard Cohen