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Archive for enero 2014

Been there, read that (XCVIII)

Elogio del demonio

Aut. Eusebio Ruvalcaba

Elogio del Demonio¿Es la música una inspiración divina? De acuerdo a Ruvalcaba, hay ocasiones en las que no queda duda; como cuando escuchas a Bach y no te queda más remedio que arrodillarte y saber ‘esto es Dios’. Sin embargo, así como existe una dualidad entre la luz y la sombra, se puede dar el caso en que la inspiración no sea tan divina y provenga del otro lado. Tal es el caso del Trino del Diablo, sonata de Giuseppe Tartini, o los ensayos de los Caprichos al lado del mismísimo Satán que la gente aseguraba haber visto por parte de Paganini.

Elogio del diablo, es una recopilación de textos que nos narran escenas cotidianas (y otras no tan cotidianas) en las vidas de grandes compositores y músicos de la historia. Escenas memorables, algunas otras detestables; Beethoven, Brahms, Vivaldi, Wagner, entre otros, forman parte de este homenaje a la música clásica y a quienes formaron parte de ella a través del tiempo.

Es un libro ameno, lleno de historias cortas que mantienen interés pues no dejaremos de esperar a que nuestro héroe musical personal haga su aparición ( en mi caso particular, Wagner) para saber qué fue lo que se escribió sobre él. Es una obra que los amantes del género clásico no podrán pasar de largo, las únicas personas a las que no se la recomendaría son aquella que dicen que Justin Bieber es mejor que Beethoven, que a este último sólo lo conocen en su casa. Bah!

I hold on

And when the darkness turns a day
I won’t let you drift away
Conscience fades and some let go
But I hang on cause I know

Been there, read that (XCVII)

A Song of Ice and Fire, Book One: A Game of Thrones

Aut. George R. R. Martin

A Game of ThronesPrimera reseña del año, reseña que no es tan necesaria debido a la fama de esta serie de libros que comencé a leer en diciembre del año pasado. El chiste, es que no suelo ver películas basadas en libros que me interesan y cuando veo una película sin antes leer el libro, decido ya no leerlo pues la imaginación se estropea y te haces a la imagen que te presentan en la pantalla. Éste es uno de esos casos excepcionales en el que aún después de haber recibido la visión de otra persona, he decidido adentrarme en el universo que se crea en la lectura original.

Precisamente, como fan de la serie, hice todo lo posible para deshacerme de las imágenes de los personajes que vi en la tele. Ha sido difícil, sobre todo por la diferencia de edades que hay entre los actores que interpretan a los personajes y la edad que el autor marca a esos mismos personajes. Más que nada, te das cuenta de la diferencia que hay en ciertas escenas cuando visualizas a un hombre de treinta y tantos años cometiendo cierto acto y luego, libro en mano, lo imaginas pero con su edad real de la historia, ¡12 años! Definitivamente, todo cambia de acuerdo al cristal con que se mira.

Entre otras cosas, es agradable descubrir ciertas partes que toman un cariz diferente cuando se explican detalles que en una serie no se muestran. Eso sí, debo alabar el trabajo de quienes adaptaron el libro pues, por lo menos entre este tomo y la primera temporada, no se omite absolutamente nada. Lo que sí, es que el enfoque bélico es más reducido de lo que se trata en el libro y hay algunos detalles (muertes de personajes terciarios y secundarios) que se modificaron para realzar el drama en ciertas escenas.

Fuera de eso, Game of Thrones se centra en Eddard, Bran, Jon, Arya y Catelyn por parte de la familia Stark, y en Tyrion y Daenerys por aparte. Precisamente desde el nombramiento de Ed como Mano del Rey, hasta su ejecución y el nacimiento de los dragones de Daenerys.

Sumamente entretenido, vale la pena centrarse en el libro para comprender las dimensiones de ciertas acciones que en la serie se minimizan y que brindan un trasfondo muy importante a la historia. Uno nunca hubiera imaginado una pelea entre Ed y 7 de sus mejores guerreros en contra de tres de los Kingsguard originales, créanme. No puedo esperar a continuar con esta canción de fuego y de hielo.

Atualización (10 de enero): Olvídenlo, la serie no le llega a los talones al libro.

Otro año, otro dólar

Si bien detesto el mar de «propósitos» que acarrean éstas fechas, me gusta siempre ponerme a reflexionar sobre los planes y objetivos, cumplidos o fracasados, que nos deja el fin del período. Haciendo un balance general, 2013 me dejó un muy buen sabor de boca, definitivamente fueron más los éxitos y las alegrías que los desaires y las tristezas. Grosso modo, terminé un año que comencé relativamente mal (gracias a las rupturas y decepciones amorosas) de una forma espléndida: El trabajo que esperaba tener en 2 o 3 años, cero deudas en la tarjeta de crédito, capacidades físicas y atléticas totalmente mejoradas gracias a las artes marciales mixtas, un total de 31 libros leídos (que superan la meta de los 24 que me impongo cada año) y del amor no puedo quejarme, la verdad.

Por tanto, los objetivos de este año (porque no son propósitos que quedarán sin cumplir) serán los siguientes:

  • Mantener la meta anual de leer, al menos, 24 libros.
  • Cortar peso a 90 kg. y mantenerme ahí el resto del tiempo.
  • Aprender a bailar salsa y cumbia.
  • Ahorrar lo suficiente para llevar a cabo el proyecto «Babieca» a mediados de diciembre (más información, pronto).
  • Tramitar mi ingreso al doctorado.
  • Terminar de escribir mi primera novela.
  • Reducir mis malos hábitos: egoísmo, menosprecio de las personas, frialdad con quienes me quieren.

Y listo, dentro de un año veremos los resultados.

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