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Archive for julio 2021

Been there, read that (CCXXX)

Aviones sobrevolando un monstruo

Aut. Daniel Saldaña París

Tengo sentimientos encontrados al escribir sobre este libro que me encontré justo el día que salió en el estante de novedades de mi librería favorita. Andaba contento porque, aunque esa librería suele tener precios más elevados que el resto de lugares más populares y comunes en general, en las novedades siempre ofrece el precio común más algún tipo de descuento que ronda el 15%, en promedio. A final de cuentas, era una obra recién salida, de mi editorial favorita y salía más barata que en cualquier otro lado, ¿por qué no? Además, llamó mi atención la contraportada que mencionaba al autor como alguien muy divertido de leer y pensé que valdría la pena reír un poco para variar.

Volviendo al tema de los sentimientos encontrados, los tengo porque la mitad del libro me encantó, pero también hubo gran parte del contenido que me aburrió.

En Aviones sobrevolando, el autor nos lleva a por un viaje a través de diversas ciudades del planeta por medio de crónicas de sus estadías en ellas. Como buena narración de vida, existen momentos alegres así como los hay tristes, monótonos, desesperados o soñados. Definitivamente, existe un gran componente de ficción y, sin embargo, nada se siente forzado o fantasioso. Canadá, España, México, Cuba, entre otros países, serán testigos de las andanzas de un joven escritor con sueños y aspiraciones que se irán moldeando con el pasar del tiempo, de los fracasos y de los desaciertos.

Ahora bien, cuando el autor se encuentra en Canadá, nos encontraremos con una narración muy similar al Club de la Pelea, donde las visitas a grupos de autoayuda y el consumo de drogas, nos harán imaginar muchas situaciones hilarantes y al mismo tiempo preocupantes. En España, nos atrapará el morbo de lo que pasa en una relación tormentosa y sexual entre el protagonista y una exnovia. Y hasta aquí, todo divertido. Mi problema es con otras etapas del libro donde hay demasiada reflexión y soliloquios cargados de términos psicológicos rimbombantes que vuelven demasiado tediosa la lectura.

Como lo dije, sentimientos encontrados. Al final, estoy seguro de que habrá quienes detesten lo que yo amé y viceversa. No es un libro que recomendaría de buenas a primeras y no por eso es malo, pero definitivamente no es para quien busque literatura ligera o relajante. Vale la pena su lectura, claro; es de lo mejor que he leído en Anagrama, para nada; aprendes a disfrutarlo conforme dan vueltas las páginas, por supuesto. Adquiérase bajo el mismo riesgo que se tiene al jugar un volado.

Been there, read that (CCXXIX)

La historia del mundo en 50 perros

Aut. Lee Mackenzi

Si hay algo que me ayuda a combatir la depresión (no diagnosticada, sólo figurada, creo) son los videos, memes y páginas de redes sociales de «perritos haciendo cosas», a eso hay que sumarle mi colección de stickers caninos que utilizo a diestra y siniestra en mis mensajes instantáneos del día a día. Desde que tengo uso de razón, he amado a los perros y no es sorpresa que después de 7 años de haberme despedido de mi compañera, la Buffy, aún me vea sin superar su fallecimiento, todavía tengo la costumbre de buscarla al llegar a casa de mis padres y a veces creo escuchar sus uñitas contra el azulejo del piso por las tardes.

Con tales antecedentes, fue imposible resistirse al libro de Lee Mackenzi, más aún si tomamos en cuenta que los libros en ediciones ilustradas bonitas también son mi debilidad. Por supuesto que puse en modo de espera lo que fuera que estuviese leyendo en ese momento, para adentrarme en el mundo de las historia del mundo contada a través de 50 perros.

En este punto debo advertir algo, no es un libro para quienes buscan la más extraordinaria precisión histórica ni para aquellos que son quisquillosos con los detalles de las hazañas aquí contadas. Es más, hay momentos en los que la participación del perro en el hecho histórico narrado no es más que circunstancial y, en ocasiones, no pasa de ser una simple especulación; por ejemplo, decir que, como Isaac Newton tuvo un perro que en sus ansias de pasear lo obligó a llevarlo al campo donde el físico se sentó junto a un árbol del cuál la legendaria manzana se desprendió, implica que ese perro es el verdadero autor de las ley de gravitación universal. Por supuesto que no se puede comprobar, pero por supuesto que nos gustaría imaginarlo de ese modo.

Perros en la gran Tenochtitlan, perros en la conquista española, perros en la primera y segunda guerra mundial, perros en revoluciones, perros en la redacción de tratados y leyes, perros testigos, perros en el espacio, perros exploradores, perros heroicos, perros villanos, perros en la cultura, perros en todas partes. De eso trata la obra junto con bellísimas ilustraciones de Petra Eriksson que le dan una muy amena lectura llena de curiosidades y detalles que hasta los más amantes de la historia universal podrían dar por desconocidos.

El lenguaje casual y relajado de la autora junto con una gran capacidad de síntesis para explicar sucesos complejos en pocas palabras, hacen que esta sea una obra que puede ser apreciada por personas de todas las edades. Disfrutable, entrañable y sumamente amigable es este tomo que no hace más que hablar de «lomos» (intento de rima a propósito).