Archivo

Archive for diciembre 2012

Adios 2012, bienvenido 2013

31 diciembre 2012 2 comentarios

Fin de año, nostalgia la que me embriaga en estos momentos. No es tanta la incertidumbre, precisamente lo que me aturde es la certeza de muchas cosas. Sé que hay trabajo, trabajo cómodo y con probables aumentos; al mismo tiempo, con un año de experiencia ya sé qué cosas tengo qué hacer y cuáles no. Será más fácil que el año que se va. Ya habrá maestría, sólo dos materias me separan de ella y no es alarde el pensar que será un paseo en el parque obtener el nuevo grado y, al obtenerlo, colocarme más cerca de uno de mis planes de vida de medio plazo: un doctorado antes de los 32.

Este año escribí más que el anterior y sin lugar a dudas escribiré más en el próximo. Leí un promedio de 2.6 libros al mes, lo que me dio un total de 31 libros, nada mal, espero repetir o mejorar. Los Cowboys se quedaron nuevamente fuera de los playoffs, ganó el PRI. El amor no me ha faltado, la situación económica es estable y favorable.

Sigo teniendo a mi familia completa, aunque la Buffy ya está algo viejita. No he perdido un sólo amigo y, aunque no haya ganado amigos amigos, tengo bastantes nuevos y buenos compañeros. Termino el año bastante descuidado del cuerpo, pero sé qué rutinas dan resultados y mi determinación es más fuerte que nunca gracias a algunas apuestas y uno que otro comentario que me ha retado.

Y es en este momento en el que me detengo y me pregunto el porqué de mi nostalgia o mi cierto nivel de tristeza. Creo que porque no me siento un mejor hombre al que empezó el año. Es un nosequé, que me hace sentir muy abajo. Ya no hago propósitos de inicio de año, prefiero ponerme metas y establecer planes. Sin embargo, hay un propósito en esta ocasión, ser mejor.

El Señor me ha dado más de lo que cualquiera pudiera pedir y desear. Tengo demasiado y aún así no es suficiente, lo que yo busco no se obtiene fácilmente. Muchos nacen con la mesa puesta, yo no nací así, sin embargo ya había un par cosas en la mía. Aún no tengo ese único golpe de suerte que todos tenemos, es otro de los motivos de mi debacle del momento. Me propondré mantenerme a la espera, de no desistir. Ya llegará el momento de brillar. Mi oportunidad.

Categorías: Expresiones, Reflexión Etiquetas: , , ,

Been there, read that (LXIX)

La Jaula de la Melancolía

Aut. Roger Bartra

La Jaula de la MelancolíaUna vez leídas las columnas en La Sombra del Futuro, me interesé por la más básica de las obras del Sr. Bartra: La Jaula de la Melancolía; un libro sumamente necesario para entender los modos de pensar y actuar del mexicano. Y es que, precisamente, La Jaula es una obra de la sociología que debería ser implementada como literatura básica en las aulas; maneja un contexto sociológico que abarca desde el origen del sentir, hasta cómo llegamos a vernos a nosotros mismos.

Bartra analiza esa melancolía que es parte de todo mexicano, trata de ver el contexto y los motivos por los cuales llegamos a ella. Ese pensamiento melancólico, de tristeza disfrazada de machismo, de buscar en el alcohol el embrutecimiento y de declarar que somos chingones. En el fondo, una larga lista de derrotas, de una independencia que no trajo precisamente igualdad alguna; del complejo de inferioridad que nos creamos casi casi por gusto propio.

La imagen del héroe agachado, la del mexicano con sombrero y zarape recargado en un nopal, entre otras, son sólo imágenes que hemos creado para mostrarnos ante el mundo o, como diría Orozco, para lucrar con nuestra mexicanidad. Hay conflictos básicos como el hecho de decidir entre democracia antes que independencia o al revés, o si nacemos con complejo de inferioridad o lo creamos sobre la marcha.

Sin duda, La Jaula es una lectura obligada, un profundo análisis y un punto de opinión que se fundamenta en realidades, no en teorías. Lo recomiendo totalmente y, sobre todo, porque es de aquellas obras que no necesitan llegar a la centena de páginas para impresionar, impactar y dejar huella en el subconsciente del lector.

Mickey loves you

Bukowski, Rourke

Barfly-production_still-namelesshere

Categorías: Imágenes, Inspiraciones Etiquetas: , , , , ,

3zKriitUrA

5 diciembre 2012 1 comentario

Ortografía

Una de esas chicas, digamos en una edad ya madura, que agrega cuanto contacto de facebook le llega a su perfil, postea una captura de pantalla en la que, a través de un inbox, cierto individuo, que se muestra en su foto de perfil con el torso desnudo presumiendo  su escasez de musculatura, la insulta, la llama facilota y le dice hasta de lo que se va a morir.

En la foto, la dama etiqueta a sus amigas y la pone como pública para que todos vean al ruin villano y la defiendan. A continuación, las reacciones de algunos caballeros.

Comentario 01

Mi estimado Yadwin, dudo que la actitud de cualquier hombre pueda ocasionar que las mujeres se den muerte para luego separar sus partes y poder examinar sus órganos. No digo que no sea útil, pero lo encuentro sumamente complicado.

Comentario 02

Después de mucho esfuerzo aquí la traducción a español entendible: «Como que te equivocaste, ¿no? En decirle hombre a ese baboso, ¿no? Sean como sean las morras, se les debe respetar, ¿o no?»

1. Dios bendiga la existencia de comas y puntos. ¿No?

2. Empiezo a creer que la forma de escribir de ahora no es por ignorancia o falta de educación; más bien, creo que es un complejo y sofisticado sistema de lenguaje en código porque ¡vaya que duele la cabeza al tratar de descifrarlo!

3. El «sean como sean» me lleva a pensar que Skort no está tan en desacuerdo con el sujeto al que trata de agredir.

Comentario 03

Sin comentarios, lo único que puedo suponer es que el «mas aya» está un poco más lejos que el «mas aka».

Comentario 04

1. Si no logran comprender lo que el buen Jacobo trata de decir, es porque no asistieron a clases al Harmon Hall.

2. Aplicando un complejo método de traducción spanglish-inglañol, les proveo del significado: «Ese wey no es una perra porque madre nunca ha enseñado a respetar a ese pequeño hombre tú bastardo».

3. Le faltó concluir «And the bull never came back in yes again», o lo que es lo mismo, «y el wey jamás volvió en sí».