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Posts Tagged ‘México’

Been there, read that (CCCXXIV)

La física del Coyote y el Correcaminos

Aut. Luis Javier Plata Rosas

Me gustan los libros que toman un fragmento de la vida cotidiana que, aparentemente, no tiene mayor relevancia como los cómics, series sobre zombies o islas misteriosas, caricaturas, qué se yo, y lo analizan a través de alguna especialidad científica como la física, las matemáticas, la psicología, las ciencias políticas, etcétera. De alguna manera, brindan puntos de vista no tomados en cuenta de forma previa y te hacen revisitar lo visto con un nuevo enfoque.

Con esa curiosidad intelectual, en algún momento, leí un análisis psicológico de la serie Lost y de la referencia a la que hacían los nombres de varios de sus personajes, un estudio filosófico sobre los superhéroes, y finalmente a esta obra reciente de La física del Coyote y el Correcaminos. Ahora bien, aquí el tema es que terminé decepcionado. Al releer el título y entender lo divertido que era ver esa caricatura llena de productos Acme defectuosos, imaginé una obra que me explicaría cómo calcular el arco que describiría la trayectoria del coyote cuando se utiliza a sí mismo como una flecha, o a qué velocidad máxima llegaría el monigote en sus patines propulsado por un ventilador industrial, entre muchas otras cosas. Pero nada de eso encontré.

Siento que el título debió cambiarse para hacer referencia al tema que realmente aborda la obra de Javier Plata: un ensayo sobre la violencia en los dibujos animados. Así, sabríamos que el libro abordará una serie de estudios psicológicos basados en encuestas y análisis de caso que buscan evidenciar la influencia o no influencia de caricaturas en el comportamiento de los niños. Nada de física, pura psicología y sociología. Simple.

Y es que, aunque sumamente interesante lo abordado en el libro, se queda corto respecto al título que a alguien de ciencia como un servidor le termina entregando la obra. Sí hay física, pero muy poca. Sí se habla de caricaturas, pero estaremos centrados principalmente en El Coyote y el Correcaminos, los Ositos Cariñositos y los Pitufos. Tal vez un poco de Dragon Ball, y poco más de algún otro título que no puedo recordar.

En fin, siendo honesto, me costó trabajo avanzar con este libro una vez que me desencanté de su contenido. Creo que es valioso para las personas correctas, pero estoy seguro de que allá afuera hay mejores opciones con respecto a física y su análisis en series, películas, videojuegos o revistas. Perdón, pero en esta ocasión no recomendaré esta lectura.

Been there, read that (CCCXXI)

Macario

Aut. B. Traven

Cada nuevo año, por estas fechas, comienza mi ansia de que ya estemos en octubre; ya saben, esos tres últimos meses que se van como el agua debido a los múltiples días de asueto, las fiestas de Día de Muertos, los concursos de disfraces, el clima fresco próximo al invierno, Navidad, las vacaciones, la comida de temporada y el cine: las películas especiales que, aunque se pueden ver en cualquier momento, le dan un toque especial a las fechas cuando te las encuentras en la programación normal de televisión abierta o cable.

Así como puedo relacionar Duro de Matar con la temporada decembrina (aunque la relación sea muy poca), si hay una película que me hace saber que los buenos tiempos están llegando o ya vinieron, es Macario, con el señorón actorazo Ignacio López Tarso. Es una de esas películas que puedo ver un millón de veces y nunca dejará de gustarme ni de llamar mi atención. No importa si sólo prendo la pantalla para tener algo que haga ruido mientras juego en el celular; estoy cambiando canales, me encuentro con Macario y de inmediato presto atención: su música, la interpretación, el mensaje implícito junto con la alegoría de Dios, el diablo y la Muerte. Es perfecta.

Sin embargo, durante muchos años no me di la oportunidad de leer la obra original, el libro escrito por B. Traven. Salvo alguna ocasión en que hojee un ejemplar que le regalé a uno de mis mejores amigos, el cuál tardó en leer cerca de un año a pesar de sus 60 páginas de extensión, fue hasta el octubre pasado que adquirí una edición recién colocada en el mueble de novedades y me dispuse a dedicarle una tarde lluviosa.

Doy por hecho que la gran mayoría de personas sabe de qué va la trama, pero por si acaso, aquí la sintetizo: La historia sigue a Macario, un pobre leñador que trabaja arduamente para mantener a su familia. En vísperas del Día de Muertos, Macario recibe la visita de la Muerte, quien le ofrece un trato: la posibilidad de curar a los enfermos con su toque, a cambio de compartir su comida con ella, un pavo para el que su esposa ahorró durante meses y así darle un gusto al padre de 11 niños que jamás ha tenido una satisfacción para sí mismo. Por supuesto que nada es tan simple y es la misma fama de curandero que Macario adquiere la que lo lleva a una encrucijada de la que dependerá su vida.

Si bien, la adaptación cinematográfica es una verdadera obra de arte, existen diferencias entre ésta y la historia escrita que hace que se puedan disfrutar en la misma cuantía: en el libro, Macario no tiene ningún encuentro con el diablo y la historia transcurre en un horizonte de tiempo mayor al que se presenta en la película; por otro lado, la esposa de Macario no roba el pavo que provoca la inflexión de la historia, ella ahorra durante meses para comprar el animal, cosa que no pasa en la película. De igual manera, en la película se muestra la envidia que los poderes de Macario provocan en los médicos del pueblo que lo terminan acusando con la santa inquisición, en el libro no se muestra tal conflicto y es otro forma en la que Macario termina tratando de curar al hijo del virrey. El desenlace de la historia es el mismo, pero las circunstancias de acto de cierre son diferentes.

Digamos que la película extiende un poco más la historia y, curiosamente, la escena que considero la parte cumbre de la película en la que Macario observa cómo la vela que representa su vida se está extinguiendo, no existe en el libro; no hay persecución alguna.

Creo que tanto la película como el libro son obras que merecen ser abordadas, cada una en individual se establece como parte fundamental de la mexicanidad que forma parte nuestra. Tienen mensajes muy bellos que valen la pena ser explorados, y son historias sin fecha de caducidad que generan amor por la tradición mexicana y su representación.

Been there, read that (CCCXX)

El mito del hombre lobo

Aut. Roger Bartra

Entre los traumas que me provocaban ciertas películas en mi infancia, se encuentran el que me generaba que, en los «sábados de trilogía» de Canal Cinco (no había cable ni streaming en aquellos tiempos), colocaran las películas de Aullido, cine de terror de clasificación B sobre hombres lobo, que me torturaban y me hacían soñar muy feo.

Años después, del terror pasé a la admiración gracias a lo que películas como Underworld y Van Helsing presentaron: un hombre lobo que no pertenece a las huestes del infierno, sino uno que establece su transformación como una especie de superpoder. La licantropía dejó de ser una enfermedad y se vislumbró como algo a lo que uno aspirara para tener combates épicos contra vampiros y otros seres mitológicos. Así como pasamos de películas malditas a películas de acción, de maldición o enfermedad a superpoder, es como el mito del hombre lobo ha tenido una serie de transformaciones desde sus primeras apariciones muchos miles de años antes de los tiempos «modernos».

En El mito del hombre lobo, Roger Bartra nos adentra en un viaje apasionante a través de las diversas facetas de la licantropía. Bartra, reconocido por sus análisis sobre la melancolía y las dinámicas sociopolíticas, aborda en esta obra la evolución y el significado profundo de uno de los mitos más arraigados en la cultura humana.

Desde sus orígenes en la mitología sumeria hasta su representación en la literatura y el cine moderno, Bartra examina minuciosamente la figura del hombre lobo como símbolo de nuestros miedos más profundos y nuestras ansiedades más arraigadas. El autor nos sumerge en un universo de metáforas y simbolismos, mostrándonos cómo este mito ha sido utilizado para expresar conceptos universales como el bien y el mal, la dualidad humana y la transformación.

A lo largo del libro, Bartra nos guía a través de una fascinante exploración histórica, cultural, psicoanalítica y antropológica del mito del hombre lobo. Desde la Epopeya de Gilgamesh hasta las leyendas medievales y las representaciones modernas en la literatura y el cine, el autor analiza cómo este mito ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo de los siglos.

Uno de los puntos destacados del libro es la conexión que Bartra establece entre el mito del hombre lobo y temas contemporáneos como el dolor del alma humana, el trauma emocional y las tensiones sociales. A través de ejemplos concretos y un análisis profundo, el autor nos muestra cómo este mito sigue siendo relevante en nuestra cultura actual y cómo ha sido reinterpretado a lo largo del tiempo.

Y por supuesto, también hallaremos una serie de referencias bibliográficas y cinematográficas imprescindibles para comprender la evolución del mito y figura del hombre lobo. Desde su representación como una figura de poder con la capacidad de hacer el bien o de representar a los rechazados, hasta el de la connotación mágica o la demonización del individuo. Mi lista de deseos de Amazon se engrosó debido a esta necesidad que me ha surgido de leer textos a los que Bartra se remite para explicar cada una de las impresiones mencionadas.

El mito del hombre lobo es una obra imprescindible para aquellos interesados en la mitología, la psicología y la historia de las ideas. Con una prosa clara y erudita, Bartra nos ofrece una visión completa y enriquecedora de este fascinante fenómeno cultural, dejándonos con una profunda comprensión de cómo los mitos moldean nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.

Been there, read that (CCCXI)

Tristeza

Aut. Jack Kerouac

Gran parte de mis mejores anécdotas acontecen en lugares sucios, en cantinas, bares de malamuerte e intentos de antros de esos en donde los estratos sociales más, pero más, bajos se reúnen; en donde conviven lo mismo albañiles, sexoservidores, infieles que buscan ocultarse, practicantes del narco y uno que otro empleado de comercios aledaños. Ahí, rara vez existe la cultura de la apariencia y la aceptación de la propia realidad es norma. También son norma los olores, agrios, polvosos, a desinfectante barato, a agua reutilizada una y otra vez; y lo son también las estructuras de madera barata que desprende polilla, las paredes a medio revoco por las que recorre una que otra cucaracha valiente, la pintura corriente que poco oculta la capa anterior.

Son estas evocaciones las que nos encontramos en Tristeza de Jack Kerouac, publicada en 1960 y escrita en dos etapas en las que el autor visitó y permaneció en México. Durante su estadía, en la que él se mantenía lejos de un modo de vida tradicional que detestaba mientras que huía de sus propios asuntos en Estados Unidos, Kerouac conoce a «Tristessa», una prostituta adicta a la morfina cuyo nombre verdadero es Esperanza, y se enamora de ella.

La novela es la narración en primera persona que Jack hace de sus encuentros con tristeza y de su paso por la Ciudad de México en 1955. Es, definitivamente, una novela romántica, pero también es un retrato de todo eso que compone a la escritura del autor: el culto a los desplazados, a la ruptura, la adoración por el alcohol y las drogas; es una descripción de los bajos fondos, en una sociedad egoísta y podrida que permite que hombres y mujeres vivan y mueran en soledad, consumidos por las sustancias que les brinda un escape de esa realidad.

Tristessa es descrita como una mujer de gran belleza y sensibilidad, pero también está marcada por el sufrimiento y la adicción. A lo largo de la historia, se revelan detalles sobre su pasado y su situación actual, mostrando una compleja mezcla de vulnerabilidad y fortaleza.

La relación entre Tristessa y Jack se desarrolla de manera intensa y conmovedora. Aunque Jack siente compasión y un profundo amor por ella, también experimenta frustración y desesperación al verla atrapada en un mundo de adicción y sufrimiento. Tristessa, a su vez, encuentra consuelo en la presencia de Jack pero lucha con sus propios demonios internos y el dolor que la consume.

La visita de Jack Kerouac a nuestro país se convirtió en un momento crucial en su carrera literaria. Recorriendo las calles del Centro Histórico y la colonia Guerrero, entre la dura realidad de la pobreza, los suicidas y el uso de morfina, el escritor estadounidense se embarcó en su propia búsqueda única de la belleza.

Tristeza es una novela corta bellísima y melancólica que deja al lector con una sensación de incertidumbre y una profunda comprensión de la complejidad de la existencia humana, especialmente en contextos de dolor y lucha contra las adicciones.

Been there, read that (CCCX)

La estafa maestra / La historia del desfalco

Aut. Nayeli Roldán, Manuel Ureste

Recuerdo mis épocas universitarias, hace cada vez más años, y recuerdo una bella etapa como parte del semanario de la universidad en la que estudié. Si bien mi formación en ciernes como actuario no era la ideal para establecerme en el papel del periodismo, me ayudaron tanto el amor que le tenía a la publicación como mi pasión por la lectura y la escritura. Algunas de las máximas que aprendí en esos tiempos es que tenía que dejar que los hechos/datos hablaran, que todos tienen derecho de réplica y que los juicios de valor no tienen lugar en una investigación.

De este modo, me es imposible no disfrutar de un libro como el de La estafa maestra, que paso a paso desmenuza la historia de esta investigación que culminó con el encarcelamiento de una Secretaria de Estado, Rosario Robles, debido a las implicaciones que tuvo ante la opinión pública.

Primero, hay que aclarar que el presente libro, es una versión «mejorada» de la primera publicación que lleva el mismo título. Me explico, la investigación original vio la luz a través de formato electrónico en 2018 y se publicó en formato físico hasta 2020. La versión que yo he leído se publicó en 2022. Digamos que la primera versión fue una totalmente técnica o académica, mientras que la segunda, que lleva el subtítulo «la historia del desfalco», incluye no sólo la investigación sino una narración del proceso a través del cuál se fue realizando, incluyendo los momentos en que surgieron las ideas que evitaron que el trabajo se quedara atrapado en un callejón sin salida.

Como es sabido, La estafa maestra es el nombre con el que se identificó a una serie de «procesos» a través de los cuáles un sinnúmero de servidores públicos pudieron desviar miles de millones de pesos del erario. Básicamente, el gobierno solicitó ciertos servicios profesionales a determinadas universidades públicas, y éstas contrataron a terceros que se encargaron de realizar las tareas asignadas. En un mundo ideal así hubiese funcionado, el problema es que estos terceros fueron empresas fantasmas que no realizaron los servicios pero que sí cobraron por ellos.

Así, los autores narran el proceso a través del cuál se fue desmenuzando esta historia, desde sus primeros pasos al encontrar a un conserje en una comunidad rural aparentemente dueño de una empresa que ganó un contrato por 500 millones de pesos, hasta la elección del nombre que se le daría a la investigación; desde sus visitas a edificios vacíos y el descubrimiento de esquemas en los que personas de escasos recursos firmaban actas de constitución de empresas ficticias, hasta el momento en que Rosario Robles es recluida en la prisión de Santa Marta Acatitla.

Este libro se erige como un texto indispensable en lo que a métodos de corrupción corresponde, se detallan las mañas de las que se hacen uso como los carruseles de depósitos bancarios y la presentación de evidencias apócrifas de prestación de servicios, o los huecos legales que permiten a los perpetradores salir impunes.

Un año después de la publicación de esta segunda versión, en febrero de 2023, Rosario Robles fue puesta en libertad, vaya sorpresa. No se han señalado nuevos responsables y las carpetas de investigación permanecen abiertas. Esto no debe ser un desaliento; por el contrario, debe ser el motor para que nuevas investigaciones se lleven a cabo que permitan señalar a los rateros como lo que son.

Cuando tengo la oportunidad de leer algo como La estafa maestra, no me queda más que acomodarme y disfrutar de un buen periodismo de investigación aderezado con una narración que le da un toque novelezco. En definitiva, es un libro que todo mexicano preocupado por el destino que tienen sus impuestos debe leer. Qué estoy diciendo, todo mexicano que se precie de serlo tiene la obligación de saber lo que se narra aquí.

Been there, read that (CCCVI)

La casa gris

Aut. Raúl Olmos

Primer acto: El recién nombrado director general de cierto organismo autónomo estatal me contacta para invitarme a formar parte de su equipo como director de la oficina encargada de presupuesto y estadística; me la vende muy bonito, él es profesor universitario de formación (al igual que yo) y quiere demostrar que los académicos tenemos todo lo necesario para darle una buena dirección a la labor de las instituciones públicas. Acepto, pues me convence esta idea y el sujeto parece alguien de sobrado nivel de inteligencia y comulga con las ideas que tengo sobre la administración pública.

Segundo acto: Lo primero que tengo que hacer, es verificar las áreas de oportunidad en las que podemos ahorrar presupuesto porque, como pasa en todos lados, se acerca un buen recorte del mismo. Yendo celda por celda de las salidas de dinero del instituto, me doy cuenta de lo siguiente; primero, desde hace año y medio, el edificio se mantiene sin servicio de agua potable y paga pipas de agua cada mes, con un costo de alrededor de $2,500 por viaje; segundo, para el servicio de agua para beber para los trabajadores, se tiene contratado a un privado que nos vende garrafones de agua de relleno (nada de marcas fancy) ¡a $80 pesos cada uno!; tercero, también se paga una bodega, que no es más que un patio o cuarto techado, por la módica cantidad de $150,000 al mes.

Tercer acto: Al hacer las averiguaciones, se encuentra lo siguiente. No tenemos servicio de agua potable simplemente porque se dejó de pagar, la oficina encargada nos ofrece reactivar el servicio anual por tan solo un pago $6,000 que con descuentos queda en $4,500; es decir, que a cambio de esta última cantidad dejaremos de pedir 12 o más pipas mensuales de $2,500. Los garrafones no podemos dejar de pagarlos a 4 veces su precio porque el servicio se contrató a través de una licitación en la que sólo participó un proveedor. ¡Oh, sorpresa! El proveedor de dicha licitación es el mismo que nos vende las pipas y el mismo que nos renta la bodega y que resulta ser primo de un antiguo director.

¿Verdad que es muy fácil entender lo que sucedió aquí? Básicamente esto es lo que Raúl Olmos hace con su libro de la famosa casa gris. En resumen, el hijo de un presidente que proclama un gobierno de «austeridad republicana» renta un casa en el extranjero por algo así de $130,000 al mes; se menciona que esto se realiza a través de una inmobiliaria, pero de ser así, deberían existir registros oficiales de estos pagos en el Multiple Listings Service, un sistema utilizado por la Asociación de Agentes de Bienes Raíces de Houston. Como no hay registros significa que no hubo transacción oficial fue entre particulares, o sea entre el dueño de la propiedad y quien renta la casa, el hijo del presidente.

Por otro lado, el propietario de la mansión que cuenta con una alberca de 23 metros de longitud (y de la que se incluyen muchas fotografías en el libro) es un alto ejecutivo de una empresa gringa que se erige como uno de los mayores contratistas de PEMEX (contratos por alrededor de 151 millones de dólares). ¿Verdad que es muy fácil entender lo que sucedió aquí?

A través de los cinco capítulos de la obra, el autor relata el inicio del proceso de investigación, la obtención de pistas y la colaboración de otros profesionales en la pesquisa. También se detalla la contribución de otras figuras del periodismo en las labores de campo y en la divulgación de la información. Y es que aún con las pruebas en la cara, los registros oficiales gringos que se reproducen junto al texto, y un buen rigor periodístico, ciertas personas se atreven a defender lo indefendible: que el gobierno de cuarta es igual a todos los demás, si no es que peor.

En fin, independientemente del lado del espectro de opiniones en el que te encuentres, creo que vale la pena pensar que este tipo de publicaciones deberían de ser lecturas obligatorias previo a una temporada de elecciones en las que la manipulación del electorado a través del discurso demagógico estará «de a peso». Lectura más que recomendada el día de hoy y siempre.

Been there, read that (CCXCVIII)

La sombra de los planetas

Aut. Gabriel Rodríguez Liceaga

Si hay alguien a quien puedo considerar una influencia directa en la elección de los libros que se amontonan en mi lista de deseos de Amazon, así como de algunos lugares qué visitar en CDMX o películas a las cuáles debería prestar atención, es Gabriel Rodríguez Liceaga, alias el Neb. A Gabriel lo sigo desde hace unos 15 años, si no es que más, desde la época en que según yo tenía el ideal de escribir una novela que me lanzara a la fama; cosa que no digo que no pudiera pasar pero, entre más leo, más me doy cuenta de mi mediocridad. En ese entonces, él llevaba un blog que me hacía pasar muy buenos ratos, supongo que es uno de los motivos por los que me decidí a tener el propio.

Cuando Gabriel sacó su primera novela, Balas en los ojos, la disfruté en demasía, recuerdo también cuánto disfruté en mis tiempos universitarios de un cuento titulado El arte de la amistad. El Neb se constituía como un escritor chusco, mordaz, puntual y sucio, una combinación sumamente atractiva para los ojos de cualquier lector. Ya con el auge de las redes sociales, me fue grato mirar sus publicaciones y sus historias de Instagram en las que hasta el día de hoy comparte sus lecturas y películas, junto con sus vivencias; de ahí saco mucha inspiración para leer y para seguir con ese deseo no consumado de escribir, pero ¿cómo podría imaginar yo escribir algo tan divertido y tan profundo a la vez?

En fin, fue así que, cuando el año pasado La sombra de los planetas vio la luz, no dudé en adelantar la nueva adquisición en la fila de pendientes, acción que, como era de esperar, resultó ser la mejor decisión por lo chingona que resultó ser la obra.

A Damiana la corrieron de su trabajo en una escuela fru fru porque le encargó a sus alumnos investigar por qué no fueron abortados. Esas son las poderosas líneas con las que el libro comienza, recuerdo haber posteado una foto de este primer párrafo en mis historias de Insta y, de inmediato, un puñado de personas me preguntó qué libro era. Recordé mis clases de cómo escribir una novela con Beatriz Meyer en las que nos señalaba que el valor de una novela, y los consecuentes deseos del lector de leerla, se define en las primeras cinco líneas. Magistral.

A partir de ese momento, Damiana decidirá tomarse el día para hacer algo que había estado postergando: caminar a lo largo y ancho de la Ciudad de México para repartir entre sus conocidos cuadros que le han dado cierta fama en redes sociales, retratos «nalgones» de personajes de la cultura pop. A través de este andar, visualizaremos esta mítica ciudad con sus aciertos y terribles defectos, así como los deseos de un feminismo concreto, que una mujer pueda caminar sola de noche por la ciudad.

Aunque me mantengo al margen de la capital del país (un miedo inherente a la ciudad y sus aglomeraciones de gente que heredé de mi papá), coincidió la lectura del libro con un viaje que hice a ella con motivos laborales; las oficinas que visité están justo a unos metros del árbol de la noche triste, una de las locaciones que se mencionan en el libro; al dirigirme ahí, constaté lo que se mencionan en las líneas de Gabriel, amé esta situación.

Mientras Damiana hace lo suyo, Santiago, el otro protagonista de esta historia de amor poco ortodoxa, hace un recuento de sus amoríos y de todas las parejas que tuvo y que lo moldearon como el hombre que es el día de hoy. Mientras ambos personajes se mensajean y establecen sus propias reflexiones sobre la vida y el amor, nos identificamos con tanto de lo que les oprime, que es imposible no preguntarnos cómo es que nos cabe tanto en el pecho.

Y es que en la sombra de los planetas, se encuentra todo eso que escapa a simple vista. ¿Es una crueldad mentirle a nuestra pareja y evitarla aún cuando tenemos tiempo de sobra para verla? ¿cómo podemos definir al amor cuando estamos tan llenos de todo lo negativo que cubre a las heridas que nos construyen como personas? Esta es una novela que no sé si nos haga llegar a las respuestas que buscamos, pero que definitivamente provocará una genuina reflexión con unas líneas muy personales y sensibles por parte del autor. Una recomendación de cinco estrellas.

Nota: hace un par de días, justo Gabriel anunció la publicación de un nuevo libro, El límite incierto, que saldrá a la venta dentro de ocho días, qué tiempos para estar vivo y con ganas de leer más de mi chavo, el Neb.

Been there, read that (CCLXXXVII)

La doble vida de Jesús

Aut. Enrique Serna

Desde que conocí los textos de Enrique Serna hace más de 10 años en las páginas de Letras Libres una vez que la elegí como la revista que leería cada mes, me enamoré de ellas, de su mordacidad, de su humor negro, de su capacidad de hacerme desear una bella desgracia. Conforme fui leyendo más y más de su obra, me quedó claro que nunca me decepcionaría y siempre encontraría algo bueno y sórdido de lo cual disfrutar. En efecto, no ha sido la excepción La doble vida de Jesús, una novela política negra que se antoja mucho en tiempos electorales.

En esta ocasión, abordaremos precisamente la vida de un político honesto en ciernes (por inverosímil que parezca), Jesús Pastrana, que se encarga de fiscalizar los gastos y aspira a la alcaldía de Cuernavaca. Como es de suponerse, sobran los corruptos que buscan su complicidad que, al no obtenerla, le ponen el pie a su carrera política. A pesar de todo, Jesús, es un buen hombre y poco a poco va ganando la simpatía del electorado y de una que otra figura de poder que ven en él ciertas oportunidades a largo plazo.

Sin embargo, mientras damos algunos saltos temporales para conocer la juventud de nuestro protagonista, empezaremos a entender dinámicas ocultas dentro de la vida aparentemente perfecta del candidato (casa grande, esposa bella, hijos bonitos); dinámicas que se romperán con la aparición de Leslie, un transexual que vive de la prostitución para sobrevivir. Pronto, Leslie empujará a Jesús a un abismo de amor prohibido que hará tambalear su carrera política. No sólo eso, los temas se complicarán cada vez más conforme algunos miembros del círculo más íntimo del político se enteren del amorío y comiencen a dudar de la lealtad que profesan.

En efecto, nada podría resultar más cercano a la realidad de una sociedad mexicana que dice adorar al que se presenta como honesto pero que con celeridad condenará a quien busque materializar esa honestidad en hacer pública una relación que va en contra de los cánones de una familia tradicional. Cinismo, hipocresía y clasismo, el pan mexicano de cada día.

¿Y si agregamos un poco más de giros en la trama? ¿Qué pasaría si Leslie tuviera un hermano gemelo que además fuese jefe de un cártel de las drogas? Así de intensa se pondrá la narración pues pronto Remedios, la esposa de Jesús, decidirá llevarse a los hijos de su casa al sospechar de las actividades que Jesús lleva a cabo cuando cree que nadie lo ve.

La doble vida es una de esas novelas sórdidas, criticonas, agradables de leer, de esas en las que agarras ritmo y no puedes dejar pues, por el bien del chisme, desearás saber qué pasa a continuación, cuál es la maroma que sacará al «héroe» de la apremiante situación y cómo es que terminará todo, mientras se la mientas a varios de los personajes por aprovechados de la situación. Lectura recomendadísima para los tiempos que se avecinan.

Been there, read that (CCLXXX)

Aprovéchate de mí

Aut. Xóchitl Lagunes

Me llaman la atención los libros que físicamente son bonitos: pequeños, con ilustraciones simples, agradable tipografía, pocas páginas; siento de inmediato que los voy a disfrutar y que será un viaje cómodo y rápido (no todo tiene que ser un tabique cargado de contenido). Lo que no me llama la atención, entre una infinidad de cosas en el mundo, es la música de Café Tacuba, por más que trato de encontrarle el gusto, me aburre, aparte de que se me hace una banda queda-bien que finge mucho de su supuesto activismo. Así que si combinamos lo primero con lo segundo, me encuentro en una disyuntiva en la que no sé si me gustó o no Aprovéchate de mí, pero bueno, pasemos a lo importante, que es el contenido.

En este punto, se preguntarán, ajá, ¿y qué tiene ver tu desprecio por Café Tacuba con el libro?, y yo les responderé que absolutamente todo. El libro de Xóchitl recibió inspiración de la banda a través de una entrevista hecha a Rubén Albarrán en la que destacó ciertos aspectos de su canción, El baile y el salón, como el hecho de que al final sean dos hombres los que forman parte de la historia que la melodía narra. A partir de ahí, la autora utiliza canciones del grupo para nombrar cada uno de los capítulos de su libro, mientras que el protagonista constantemente referencia sus vivencias a través de las letras de dichas canciones.

Así, hay un capítulo titulado Déjate caer, como otro que recibe el nombre de Las batallas en el desierto, etc. Pero bien, hablemos de la historia: Santiago es un preparatoriano que vive en uno de los tantos pueblos aledaños a la capital del país, San Mateo Ixtacalco, esto es importante pues aunque la novela no busca una crítica social, si hace hincapié en que las historias de amor no son exclusivas de ciudades capitales ni de clases sociales «acomodadas»; en fin, Santi también meserea en un puesto de barbacoa y cerca de éste se encuentra una dulcería cuyo dueño es Manuel. Cada que Manuel pasa cerca de Santi, éste último recibe una descarga eléctrica, ese terrible resultado de lo que denominamos el primer amor.

El protagonista nos narra en primera persona todo lo que Manuel le hace sentir, todo lo que le hace soñar: se imagina caminando a su lado mientras toma su mano, se imagina durmiendo sobre su pecho mientras escucha el latido de su corazón. Un día, cuando Manuel (que es 20 años mayor) le pide que le recomiende unas canciones, comienza una historia que, sabemos, no será como ese mundo hermoso que el muchacho anhela.

Lo que sigue se puede intuir, la forma en que un hombre de 37 años se aprovecha de la inmadurez emocional de un chamaco que sólo busca el reconocimiento, que no lo oculten, que lo quieran a la vista de todos los demás. Todos hemos sido Santiago en algún momento, todos hemos soñado despiertos con esa persona que cree que nos daremos cuenta solitos de que no nos quieren tanto como quisiéramos; todos hemos llorado y creído que incluso una agresión física de su parte representa un fragmento de amor porque «si reaccionó así, es porque le importo».

Ya lo decidí, sí me gustó la obra de Xóchitl Lagunes, aún con referencias a canciones que nunca por mi mano sonarán en el estéreo del coche. Por supuesto que para un seguidor de los cafetos, la carga de referencias será sublime. Para el lector ocasional, representa un recordatorio de lo mucho que cambiamos a través de los amores fracasados.

Been there, read that (CCLXXIV)

Hombres de verdad

Aut. Brenda Ríos

Evito los debates que tienen que ver con inclinaciones políticas o ideología de género, es sumamente raro que una de las dos partes convenza a la otra de que su postura es incorrecta o, al menos, inadecuada; por el contrario, de pendejos no se bajan, cuando no de intolerantes, arcaicos, machitos, heteronormados, fachos, maromeros, entre otros insultos, algunos inteligentes, algunos no tanto. Lo cierto es que igual de extraño es encontrar a quienes busquen la discusión no desde el punto de vista de la enemistad o la confrontación, sino desde la mutua comprensión e incluso desde el abrazo que busca la reconciliación a partir de la inteligencia y el respeto.

El mundo de los libros no es diferente aunque, claro, tienes la ventaja de simplemente no leer aquello que entra en conflicto directo con tus elecciones morales y racionales. A pesar de todo, de repente te encuentras con algo fresco, una lectura que precisamente no busca descalificar sino todo lo contrario, y qué agradable es descubrirlo. Tal ha sido el caso con Hombres de verdad de Brenda Ríos. Desde el título lo intuyes y sabes a lo que le estás tirando: todo parte del cuestionamiento, ¿qué es un hombre de verdad?

Para quienes crecimos en ambientes familiares no tan tóxicos, no me queda duda que hemos podido adaptarnos durante nuestro crecimiento a las dinámicas propias del México tradicional y hemos tenido la capacidad de elegir qué replicar y qué no perpetuar; sin embargo, pienso que no es el caso de la vasta mayoría de la población. «Pórtese como hombrecito», «qué, ¿no te gustan las viejas», «mi hijo va a tener muchas novias», «sé hombre»… ¿a qué se refieren todas estas frases? ¿Ser hombre significa ser capaz de conquistar a toda mujer que se les pase por el frente? ¿Ser hombre está forzosamente asociado al ejercicio de la violencia y la agresividad? ¿Llorar o tener contacto con los propios sentimientos son sinónimos de debilidad? Todas estas cuestiones se abordan en el ensayo de Brenda Ríos.

A través de una escritura que se vale no sólo del ensayo sino de la anécdota y el análisis literario, la autora busca desentrañar el origen y significado de las dinámicas que establecen un estándar de lo que hace hombre a un hombre. Básicamente, busca las diferencias entre lo que se inculca a hombres y mujeres con respecto a temas como el amor, el deseo, el dolor, el sexo, para así encontrar los terrenos comunes entre ambos.

Si bien, gran parte del libro se dedica a autores y sus obras, rescatando citas que abonen a la premisa del libro; hay una parte que puede ser muy amena sobre las experiencias de la autora en su propia familia y de anécdotas como el hecho de que a su segundo exesposo le gustara visitar la casa de los suegros para que lo tratasen como rey, mientras que ella tuvo que abrirse paso en un hogar acapulqueño donde las tías eran las que gobernaban y rendían pleitesía a los miembros del sexo masculino.

Hombres de verdad es un libro ameno, interesante, con un feminismo fresco y conciliador, aunque creo que la intención nunca fue la de escribir un ensayo feminista, sino uno humano. De su lectura se desprende el deseo que consultar muchas de las obras a las que hace referencia (ya están en mi lista de deseos de Amazon, por supuesto). No me asumo como experto, pero sin duda aporta mucho a quienes deseamos comprender mejor y trabajar sobre lo que se pueda resolver. Quiero ser un hombre de verdad.