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Archive for May 2011

Mucho ruido, pocas nueces

Aspira sólo un éxito mediano, nunca imites a los locos que sin cesar agitan sus cascabeles, pues no se necesita tanto artificio para mostrar la razón y el buen sentido: además, si es importante lo que tienes que decir, no necesitas ir a caza de palabras. Los brillantes discursos para decir cosas supérfluas acerca de la humanidad son estériles, como el nebuloso viento de otoño que gime entre las hojas secas.

– J. W. Goethe a través de Fausto en la obra homónima.

¿Acaso no les ha acontecido el entrar en discusión con alguien que adorna mucho pero dice tan poco? Citar ésta pequeña enseñanza del buen Goethe les dará el martillo con el que romperán el cristal de una necedad adornada de supuesta sabiduría.

Cobardía en acción

Si en alguna ocasión le dieron clic a la pequeña auto-reseña que se encuentra del lado derecho, sabrán que soy una persona de contrastes y en constante conflicto interno. Hablando de gustos políticos, la mitad de mi corazón adora el totalitarismo y la imposición; la otra mitad, liberal, me atrevo a decir que hasta hippie y promotora del amor por encima de todo.

Hoy me llegó una imagen a través del face y, si bien soy 50/50, hay algo que sobrepasa los límites de ambos lados de mi ser: el odio hacia la gente cobarde. Sí, la que ataca por la espalda, la que avienta una piedra y esconde la mano o se refugia en la multitud, la que habla pero no tiene valor para ponérselo a sus palabras, los que realizan actos como el que muestra la imagen a continuación:

Desearía haber estado ahí, hubieran quebrado mis huesos entre todos, pero ese cabrón no salía por su propio pie después de tenerlo en mis manos un par de segundos.

Sacramentum Gladiatorum

Una vez que se ha cumplido con los requerimientos y pasado la prueba del combate, recibir la marca del gadiador a fuego vivo y recitar:

I commit my flesh,
my mind,
my will to the glory of this ludus
and the commands of my master.

I swear to be burned,
chained,
beaten or die by the sword
 for honour in the arena.


«Uri, vinciri, verberari, ferroque necari»

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Te comprendo Méndez

Parte de la rutina diaria consiste en despertar, prender la tv y cambiar al canal de las noticias para proseguir con lo demás mientras uno escucha los sucesos «más relevantes» del día anterior (no aplica con tv naqueta o telerisa).

El día de hoy, llamó mi atención el titular: «Festival de Cannes declara persona non grata a Lars von Trier» debido a ciertos comentarios «[…]inaceptables, intolerables, contrarios a los ideales de humanidad y generosidad que presiden la propia existencia del Festival», en palabras del Consejo de Administración del mencionado evento.

Ahora bien, no voy a explicar quién rayos es Lars Von Trier, eso lo puede ver aqui; me pregunto, ¿qué tipo de aborrecible juego de palabras soltó este anticristo para ganarse tan «temible» represalia por parte del famoso festejo? ¡Éstas! (sin albur):

Yo entiendo a Hitler aunque comprendo que hizo cosas equivocadas, por supuesto. Solo estoy diciendo que entiendo al hombre, no es lo que llamaríamos un buen tipo pero simpatizo un poco con él. – LVT

Supongo que eso convierte en un retrógrada, racista, asesino hijo de p»#@! al reconocido director, por lo menos ante los ojos de los intelectuales, defensores de las libertades y seres pensantes de este mundo, ¿o no?

En ese sentido, comprender sin simpatizar con los actos del maloso de Adolfo convierte en escorias, y en enemigos públicos de los gobiernos liberales del mundo también, a todos aquellos historiadores que han escrito sobre él, a los psicólogos que han buscado las causas y motivos de su pensamiento, o a cualquiera que haya concordado en aspectos de la teoría política y gubernamental del régimen del Tercer Reich.

Por más que las examino, no encuentro un sólo apoyo antisemita, holocáustico o qué sé yo, en las palabras del director. En ese caso, deberían mandarme a la horca si un día se me ocurre decir que me cae bien Atila porque «no mames! ese wey mató a un chingo de romanos, es anti italianos». Bajo tales argumentos, si yo festejo la muerte de Osama a manos de los gringos, entonces apoyo el asesinato y violación de miles de vietnamitas o iraquís inocentes por parte de ese país, después de todo, en su momento fueron «enemigos de la democracia internacional» también, ¿o nooo?

GIVE ME A FUCKIN’ BREAK!

Defendiendo la libertad de expresión…

Been there, read that (XXIX)

De la Guerra

Aut. Karl Von Clausewitz

Aut. Carl Von ClausewitzDespués de un aumento de carga laboral (mas no de sueldo) me encuentro en la dificultosa situación de dividir el poco tiempo útil del día entre lecturas sobre la maestría o lecturas de lo que me gusta leer (valga la redundancia); no me rindo, así que, poco a poquito, sigo devorando material de mi muy variado gusto.

En esta ocasión, les brindo el comentario sobre una obra maestra del arte bélico: De la Guerra. En definitiva, hay pocas obras que tienen profunda influencia en el arte del combate, y no hablo precisamente de agresiones físicas, ésta es una de ellas.

Muy probablemente, el prusiano Von Clausewitz jamás imagino el impacto que su compilado de ensayos, sobre lo que vivió y logró observar en los campos de batalla, lograría tener en la vida futura del ser humano. No tuvo la oportunidad de conocer al ejército nazi, de observar el desarrollo de la Guerra de Vietnam, de ser testigo de los horrores de la Guerra Fría, y mucho menos; sin embargo, al leer sus líneas, nos daremos cuenta del gran nivel de aplicación y observancia de leyes intrínsecas que desarrolló dentro de su redactar.

Si bien, hoy en día las guerras (o lo más cercano que hay a ellas) se pelean desde casa, oprimiendo un botón que manda la bomba al lugar que queremos destrozar, es muy cierto que toda acción encaminada a la destrucción o rendición de un enemigo, nace de un fondo político y una necesidad o creencia de una necesidad moral. Es ése el punto hacia el que se dirige la obra de Clausewitz.

No se trata de rodear al enemigo, de buscar su flanco débil o de sitiar una fortaleza de la manera más conveniente; se trata de analizar los motivos, la esencia misma del conflicto armado y de conocer el punto en el que, aún habiendo ganado la batalla principal, ya no es conveniente seguir avanzando.

De la Guerra, es un libro cuyas teorías y estructuras pueden ser llevadas sin problemas a una aplicación en la vida diaria; encierra un gran conocimiento y, sin lugar a dudas, es una lectura obligada para aquellos estrategas de armario.

El Último Libro del Mundo

La obra que lleva por título el nombre de la presente entrada, es un proyecto que, valiéndose del auge del «fin del mundo», busca su creación a través de las colaboraciones de un público general.

La premisa es la de tener un testimonio de todo aquello que las personas quisieran plasmar en el último libro que se llegaría a publicar. Bajo tal premisa, se creó un concurso en el que todo interesado mandase diferentes textos de temática libre; posteriormente, un jurado decidiría aquellos que se publicarían y, finalmente, se pondría a la venta El Último Libro del Mundo, conformado como un compilado de textos varios escritos por personas diferentes.

El día de hoy llegó un correo con la lista de ganadores de tal concurso:

 

Debo decir que para la humanidad es un paso imperceptible y minúsculo pero para un servidor es un gran salto. Provoca una enorme satisfacción saber que mi nombre será publicado a un nivel más grande del que tenía aquel semanario universitario que tanto amé.

En efecto, es un logro, pequeño para muchos, pero logro propio al final. Mandé diversos textos, no muchos, un par de narraciones sobre sueños, otra dedicada al maestro Lovecraft, y partes de algunos poemas que llegué a escribir hace algún tiempo. Todavía no sé qué texto fue el elegido, pero espero que, si llegan a tener la oportunidad de leer el libro, les guste y lo aprecien.

Gracias a las personas que de una u otra manera me apoyan a diario, éste es un pequeño resultado y se lo debo a todos ustedes.