Been there, read that (CI)
Un terrible amor por la guerra
Aut. James Hillman
De acuerdo a un dato que se desprende del vídeo musical de uno de mis artistas favoritos, la última vez que pasó un día en nuestro planeta en el que no hubo alguna guerra, fue en el 2925 a.C.; asumiendo que ese dato es correcto, calculamos entonces que en la Tierra han pasado 4939 años seguidos en los que ha habido guerra en alguna parte. Con este simple pero abrumador dato procedemos entonces a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y aquel fenómeno, acto, que es la guerra. Y, mucho antes de armar teorías por nuestra cuenta, podríamos darle un vistazo a la obra del Sr. Hillman.
Un terrible amor por la guerra, se trata de una serie de reflexiones y teorías que se basan en cuatro puntos o características que el autor otorga a la guerra: la normalidad, lo inhumano, lo sublime y la religiosidad. Si bien sólo las tres primeras características se toman como tal, la cuarta habla del papel que la religión toma en el desarrollo del acto de guerra; incluso, el mismo autor admite que la cuarta parte es un ataque directo en contra del cristianismo, donde afirma que incluso aquellos declarados ateos y aquellos que profesan otras religiones, no dejan de ser cristianos y, por tanto, todos somos proclives a amar la guerra (o por lo menos, hasta el día en que la conozcamos y suframos sus embates en carne propia).
Apoyadas en poesía, entrevistas, datos históricos, mitos y excursos (palabras de índole personal en las que el autor relata la creciente relación que su vida ha tenido con la guerra y sus manifestaciones), las ideas del autor se nos muestran como un amalgama de características inherentes al ser humano desde sus primeros años como ser dominante del planeta. La presencia de los dioses y de líderes que infunden justificaciones y revelaciones en los seres humanos, capaces de enamorarse del deseo de morir o dar muerte, es una línea recurrente a través de los más mencionados: Ares y Patton.
Un terrible amor por la guerra, es una fuerte reflexión sobre la naturaleza del ser humano y su relación con los actos que lo reducen a la más pura de sus expresiones. Es un texto obligado para estudiosos y amantes de la literatura bélica. Para los demás, simplemente se recomienda ya que resulta agradable e interesante en su desarrollo.
Hoy más que nunca lamo tu recuerdo
Hoy más que nunca lamo tu recuerdo
como si te tuviera entre mis labios.
Huelo los meses de febrero a junio.
Palpo mi deshabitado cuerpo
aprieto doloroso
mis erógenas zonas.
Tiemblo entero en el rencor y la llama.
Olfateo tus huellas, son de arena.
Lloro en el charco del final absurdo.
Me dueles todavía muy adentro.
Escucho en resonancia
el sol y el águila de tu abandono,
se me encogen mis vísceras nocturnas,
pero no me arrepiento.
– Lucía Rivadeneyra
Been there, read that (C)
A Song of Ice and Fire, Book Two: A Clash of Kings
Aut. George R. R. Martin
Antes que nada, debo aclarar lo obvio: el Sr. Martin es uno de los escritores más crueles que he conocido para con sus personajes. No soy la centésima parte del escritor que me gustaría ser (o de lo que él es) y aún así no concibo la forma en que él tiene la facilidad de hacer sufrir y darles final a cada uno de los nombres que dan vida a la historia. Aclaro, no es queja, pero o soy demasiado débil o tengo el corazón muy muy muy de pollo debido a las decepciones amorosas que me inundan (vayan ustedes a saber).
Choque de Reyes, es genial y hermoso. Tal vez sea que la mayor parte del libro se centra más en Tyrion que en Arya, Sansa, Jon, Davos, Catelyn o Theon, o tal vez sea, nuevamente, darse cuenta de la mutación y cambio que hay en el cariz que toma una historia cuando los detalles de la serie de televisión desvanecen y entiendes mejor el porqué de situaciones que no son explicadas en la pantalla de un monitor.
Arya jamás atendió a Tywin Lannister, Osha jamás se acostó con Theon, Theon jamás fue traicionado por sus hombres cuando quería mantener su control sobre Winterfell y desde ya, nos damos cuenta que Roose Bolton jugará un papel más importante que el de sólo salir y dar una estocada final en la tercera temporada. A diferencia de Juego de Tronos, Choque de Reyes se separa cada vez más de la historia que nos muestran en la serie y es necesaria su lectura para comprender agujeros que se dejan en la producción de HBO.
Con decir que Daenerys ya había visualizado la escena de la boda roja muchísimo antes que Robb Stark siquiera hubiese conocido a la mujer de la que se enamoraría más tarde. En fin, no es menester de esta pequeña «reseña» el de echar a perder más sorpresas que las que arruina la misma serie cuando omite situaciones que dan mucho sentido a comportamientos de uno u otro personaje.
Pasional, bélico y trepidante son los tres adjetivos con los que califico al segundo libro de la saga. Y ¡vaya saga!
P.D.: ¡Tyrion Lannister es la mata!
Tú eres el color del que me enamoré
Bluets (fragmentos)
Maggie Nelson