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Archive for junio 2022

Been there, read that (CCXLVII)

El Horla

Aut. Guy de Maupassant

Cuando era pequeño, solían inquietarme muchas películas de terror. Freddy, Jason, el mugroso duende maldito, etc., eran figuras que tenían la capacidad de no dejarme dormir por las noches; y vaya que eran noches terribles. Bastaba con ver sólo la imagen de alguno de estos personajes en las cajas que contenían las películas en los videoclubes, para que me hiciera de ideas y mi noche de sueño se estropeara. A pesar de todo, mi papá siempre me instó a enfrentar los miedos y conforme aumentaba mi edad, me fui haciendo de valor para mirar las películas que antes me aterraban, para darme cuenta de lo insulsas y hasta ridículas que podían llegar a ser.

A partir de ese punto, dejé de temer a ese tipo de películas y, actualmente, sólo las veo por curiosidad y para divertirme de lo ilógicas que resultan. Aclaro, todavía hay temas que me dan «ñáñaras», como es el caso de documentales o películas relacionadas con casos de exorcismos.

Por lo tanto, encontré que mi necesidad de tener algún tipo de miedo o fobia (porque siento que a veces también tenemos necesidad de eso, tal y como el que nos rompan el corazón y la tristeza son fundamentales para nuestro desarrollo humano) podía ser satisfecha a través del uso de mi imaginación detonado por la literatura de terror. Encontré en Lovecraft y su horror cósmico el tipo de material que me provocaba la inquietud suficiente para no dormir en algunas ocasiones (al final la razón vence al temor infundado).

Precisamente, leyendo sobre dicho autor, fue que pronto me enteré de un predecesor inmediato, Guy de Maupassant, cuya obra tétrica encuentra entre sus títulos más famosos el de El Horla, que, debo decir, es una narración lo suficientemente breve para que se le encuentre siempre acompañada por otros cuentos, y lo suficientemente larga y representativa para haber hallado un espacio para tener un pequeño tomo en solitario a través de una colección como Alianza Cien.

El Horla es la narración de un hombre adinerado que ve invadida su existencia por la presencia de una criatura invisible que busca dominar su mente y enfermarlo. El hombre, de alta clase social, encuentra el remedio a esta situación alejándose de su hogar por grandes periodos de tiempo, pero al final, siempre regresa. La locura se va apropiando del protagonista que se ve en la necesidad de tender trampas a la criatura para poder atraparla y, finalmente, recurrir a una solución definitiva que nos dejará la duda con respecto a si el horla existió o simplemente fue el bosquejo de un enfermo mental.

Sin duda, encontramos el estilo de escritura que rodea a autores naturalistas como el mismo Maupassant y es la duda y la incertidumbre de ponernos en los zapatos del protagonista lo que causa la inquietud de si hay algo más allá de lo que la visión capta. Una lectura obligada para los amantes del terror.

Been there, read that (CCXLVI)

Breathe, A life in flow

Aut. Rickson Gracie

No se puede hablar de Jiu jitsu brasileño sin pensar en el apellido Gracie, la familia responsable de la creación de dicha arte marcial a partir de una fusión entre el judo y el jiu jitsu tradicional japonés. De igual manera, a pesar de la numerosa descendencia que tuvieron los Gracie, pocos nombres destacan como el de Rickson, considerado el mejor peleador de la familia y uno de los más aclamados peleadores del vale tudo que, posteriormente, decantó en las hoy famosas y de creciente popularidad artes marciales mixtas.

Breathe es la autobiografía de Rickson y el título de la obra hace alusión a una de las características de combate únicas del brasileño: el control de su respiración. De acuerdo al autor, lejos de los entrenamientos físicos extremos y el constante afilado de su habilidad jiujitera, lo que realmente le dio la ventaja ante cualquier rival, consistió en una serie de técnicas de relajación y respiración controlada que le permitía, al momento del combate, tener una cantidad de pulsaciones por minuto mínima; de este modo, para cuando el rival se encontraba al máximo de su ritmo cardiaco en el clímax del enfrentamiento, Rickson apenas mostraba un ritmo cardiaco «cotidiano», lo que se traducía en cansancio para el contrario y un dominio total por parte de Rickson a través de la paciencia y el manejo de las emociones.

A través de una narración que comienza con los antecedentes de la creación del jiu jitsu brasileño y que avanza por una niñez dura, en el sentido de ser parte no de una familia sino de un clan guerrero (pues ese era el objetivo del patriarca familiar, Helio), resiente las pérdidas de figuras paternas sustitutas en sus tíos, primos y hermanos mayores, inaugura una época de combates callejeros con clanes rivales grabados en videocassettes y que recorre los momentos más trágicos con la desaparición y fallecimiento de su primer hijo, Rickson reirá, llorará, recordará, brindará sus respetos y abrirá sus sentimientos. Todo lo anterior a pesar de pertenecer a un mundo sumamente machista y misógino en el que varios miembros del clan encuentran en las mujeres el único propósito de procrear y así extender el legado marcial.

El libro viene acompañado con fotografías de las distintas épocas, de la familia, de los lugares, de los rivales. Algo bastante disfrutable es poder dirigirse a internet para localizar viejos videos de los combates legendarios del autor y darse cuenta de que su narración es sumamente objetiva y en ningún momento busca el engrandecimiento propio. Dentro de la narración también hay temas sumamente complicados y cargados del elemento «fe»; sin embargo, provoca el querer creer en aquello que por momentos pareciera atribuirse a hechos fantásticos.

Sin duda, Breathe, es una lectura obligada para cualquier practicante de artes marciales. Ya sea a través de la conexión con el jiu jitsu brasileño o a través de la práctica de las artes marciales mixtas, es muy difícil no sentirse identificado con muchos de los mensajes que Rickson intenta transmitir en el texto. Al final, el brasileño realiza una crítica muy dura hacia el estado actual del arte marcial de su familia: el hecho de que se ha vuelto un deporte de hombres superatléticos que ha olvidado su esencia original, la de la defensa personal donde aquellos menos agraciados, físicamente hablando, encontraban la posibilidad de defenderse ante aquellos que ahora dominan la escena mundial de dicha arte marcial. Y estoy de acuerdo.