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Posts Tagged ‘Ficción’

Been there, read that (CCLXVIII)

La literatura nazi en América

Aut. Roberto Bolaño

Me encanta el caso de Roberto Bolaño, es uno de esos autores latinoamericanos que, por algún motivo, todo mundo conoce o cree conocer, pero cuando llega el momento de hablar de sus libros, pocas personas te pueden decir más allá de Los detectives salvajes y eso si es que realmente lo leyeron. Creo que pasa algo similar con Cortázar, por ejemplo, con su Rayuela.

Como no me gusta andar perdido en la neblina de la ignorancia de un nombre tan sonado, me hice con un título que prometía algo pero que terminó entregando otra cosa totalmente distinta: La literatura nazi en América. No es secreto que si de algo me gusta leer, es sobre la segunda guerra mundial y el ejército alemán, así que no es de extrañarse que el título de este libro junto con el de El tercer reich (que ya reseñaré más adelante) del autor chileno, cayeran en mis manos desde hace ya un buen rato.

Ahora viene la gran sorpresa, este libro no es lo que aparenta. En un principio, con el puro título, puedes imaginar un ensayo o bitácora de, en efecto, la literatura nazi desarrollada en América. Me imaginé enlistados los libros de Salvador Borrego, algunos textos de José Vasconcelos o Borges, entre otros escritores que se han identificado a lo largo de la historia como partidarios de los regímenes de derecha extrema. Y no, no es esto lo que te encuentras al abrir el libro del autor chileno.

Lo que realmente tenemos es una enciclopedia ficticia de autores productos de la imaginación de Bolaño. En un principio ni siquiera pude notar un detalle técnico importante: en mi ignorancia de la fecha de publicación de este libro (1996) no me di cuenta que el período de compilación abarcaba hasta el año 2010. Sin embargo, la curiosidad de investigar más sobre algunos de los autores mencionados, me llevó a darme cuenta que ninguno aparecía fuera del texto.

Siendo honesto, un anuario de escritores americanos nazis ficticios, no suena como lo más atractivo del mundo; por supuesto, cada uno de estos escritores representa la sátira de una contraparte del mundo real pero, a menos que seas un lector muy versado en autores latinoamericanos, es muy difícil que los identifiques. A pesar de todo, la lectura es amena, y la última biografía se desarrolla en una escritura bastante experimental que pasa a convertirse en una narración en primera persona.

Tengo que concluir diciendo que no es una lectura para todos, el gusto o al menos el conocimiento de los temas políticos y artísticos del fascismo y el nacional socialismo es, me atrevo a decir, indispensable para el goce de esta obra. En su momento, Seis Barral fue la única editorial en darle una oportunidad a este libro que muy pronto recibió un recorte en su tiraje. Fue hasta que Anagrama confió en Bolaño, que se dio el verdadero auge de esta obra cuyo último capítulo sirve de puente para otra gran novela, Estrella distante. No deja de ser una belleza.

Been there, read that (CCXXXIV)

La sangre de los elfos

Aut. Andrzej Sapkowski

Estoy seguro que en alguna otra entrada lo he comentado, pero, por si acaso, lo cuento una vez más: en el lugar donde vivo en la ciudad donde trabajo, tengo un librero repleto de libros que aún no he leído y siempre es así puesto que los libros que termino los guardo en casa de mis padres; de este modo, todo lo que leo termina en manos de mi papá que siempre está esperando una nueva entrega. Sin embargo, como buena persona que creció en una época diferente, hay temáticas que él simplemente rechaza, entre las cuales se encuentra la literatura fantástica con «duendes, brujas y esas madres».

A pesar de todo, hace un par de semanas, cuando mi papá me vio leyendo el tercer libro de la saga de Geralt de Rivia y le comenté de qué trataba, afirmó que siempre es bueno dejar un rato de leer cosas serias y dejarse llevar por los lugares a los que nos lleva la imaginación cuando leemos este tipo de historias.

En fin, he terminado el tercero de los ocho títulos que componen la historia del brujo Geralt (son nueve si tomamos en cuenta que uno de los títulos está dividido en dos tomos) y cada vez tengo más miedo de lo mucho que pueden regarla los productores de la serie de Netflix, aunque a este ritmo es muy probable que termine el resto de la saga mucho antes de que salga al menos la tercera temporada en streaming.

En esta ocasión, el autor deja de lado la narración a través de historias aisladas que, si bien tienen un orden cronológico, funcionan como cuentos independientes atemporales donde el brujo realiza diversas peripecias; ahora, la historia funciona como una sólida novela que se mueve en una sola dirección: la adopción de Ciri por parte de los brujos y su entrenamiento en Kaer Morhen, la búsqueda de ella por parte de personajes sombríos que ven en ella el cumplimiento de cierta profecía y la posterior adopción de la leoncilla de Cintra por parte de Yennefer, que la entrenará en las artes mágicas mientras Geralt trata de encontrar a aquellos que buscan a la niña.

De hecho, creo que esta será la temática principal de la siguiente temporada de la serie y veremos un poco más de Ciri que del brujo. Queda muy claro el importante rol que la aprendiz de brujo tomará en próximas entregas ya que el último de los cinco capítulos del libro deja de lado totalmente al que consideramos la estrella de la historia. Todo esto deja muchas dudas que sólo se disiparán cuando lleguemos a la siguiente entrega, Tiempo de odio.

La verdad es que la historia se comienza a tornar cada vez más interesante y ya sólo espero que mi mejor amiga, que me regaló este y el libro anterior, se ponga guapa regalándome el que sigue antes de navidad. Muero de ansias por ver la segunda temporada, que llegue ya.

Been there, read that (CLXXXI)

La mujer que tenía los pies feos

Aut. Jordi Soler

978607318413Nunca me he identificado a mí mismo como el tipo de hombre que se considera un conquistador o un tigre depredador del sexo opuesto; de hecho, repudio a ese tipo de individuos. Sin embargo, sí me identifico con esa etapa en la que el conquistador se convierte en el conquistado. Me explico, no necesariamente tienes que ser un mujeriego galán todas-mías para que, de repente, aparezca esa persona, única de entre todas las demás, que sacude tu mundo y logra que realices todas esas hazañas de las que siempre renegaste o que ni en tus más guajiros sueños imaginas hacer. En el caso de los galanes, esas hazañas se traducen en transformarse de tigres en gatos domésticos; en mi caso, en transformar el corazón de piedra acorazado en uno totalmente de pollo.

Pues bien, el protagonista de nuestra historia es un aclamado director cinematográfico, un tigre que devora asistentes, becarias y actrices sin parar. Su técnica infalible consiste en citarlas a su penthouse para hacer «lectura de guiones», lecturas que en realidad nunca acontecen. El mundo es un ir y venir carnal, despertar para preparar martinis y fumar habanos caros, hasta el día en que Varsovia aparece, la mujer que le hará ver su suerte al protagonista y que lo convertirá en todo aquello que juró nunca ser.

Varsovia se muestra inmune a las más elaboradas tácticas del cineasta y, por el contrario, se muestra hábil para domesticarlo. Tiene los pies más feos que el galán jamás ha visto, y son esos pies los que se transforman en la obsesión del antes mujeriego. A partir del momento en que ella entra en su vida, el director comienza a renunciar a todo lo que lo hacía ser quien era: el alcohol, el cigarro, su mascota, sus hábitos. A partir de ese primer día, no pasa un momento en el que el personaje no calcule cada uno de sus movimientos más simples considerando todas y cada una de las opciones y los escenarios posibles que eviten que Varsovia lo rechace.

Por supuesto que ella lo trata como perro. Corrección, lo trata como algo que se encuentra en un punto intermedio entre una rana (tal vez) y un perro, porque al último perro que ella encuentra, le hace demasiados cariños. Lo cierto es que la atención y sonrisas de la susodicha siempre pertenecen a terceros, nunca a nuestro extinto casanova. Pronto vislumbramos ese campo minado en el que él camina a diario mientras trata de rescatar su matrimonio con Varsovia en unas vacaciones en Belice. Un escenario que pronto traerá la amenaza de una revolución por parte de los lugareños en contra de sus opresores, los ingleses.

La novela es corta, divertida, sarcástica. Es ese tipo de libro con el que todo hombre «domado» se podría identificar independientemente de su carácter  o forma de afrontar la vida en pareja.  Todos anhelamos una revolución, la pregunta es, ¿cuando la revolución llega, estamos dispuestos a elegirla por encima de nuestro amor de la vida?

Been there, read that (CLXXX)

Bonfire

Aut. Krysten Ritter

9101iHroYwLIndependientemente de la calidad, profundidad y demás temas de análisis cinematográfico, hay algo que, pienso, Marvel ha hecho perfectamente en su universo cinematográfico: el casting. De alguna manera, los actores ya eran el personaje que terminaron interpretando, Chris Evans y Robert Downey nacieron para ser Capitán América y Iron Man, respectivamente; Scarlet, por supuesto que sería Black Widow el resto de su vida… Y luego está Krysten Ritter siendo Jessica Jones. Si bien fue perfecta como Jane en Breaking Bad, lo cierto es que a ella no la puedo imaginar interpretando personajes que no tengan el carácter, la testarudez, el dinamismo, la fortaleza y esa incipiente fragilidad de la heroína de Investigaciones Alias.

Cuando me enteré que la actriz había publicado un libro, corrí a encargarlo en línea. Hay actores y actrices que tienen mi voto de confianza desde el primer momento en que los veo en pantalla y Krysten lo fue irremediablemente desde que la miré interpretando a la novia de Jesse Pinkman.

Pero hablemos de su novela: en Bonfire, seguiremos la cruzada de la abogada Abigail Williams por demostrar que una empresa transnacional no cumple con las normas sanitarias adecuadas y derrama contaminantes en el sistema de agua potable de Los Páramos (The Barrens), el pequeño pueblo en el que ella creció y del que huyó en cuanto tuvo oportunidad una vez que terminó la preparatoria.

Más que la labor de una abogada, Abby se encarga de realizar actividad detectivesca mientras libra una batalla interna contra su pasado que la acecha en cada esquina de su pueblo natal. Ella siempre detestó su vida en ese lugar y jamás superó la desaparición repentina de la única amiga que tuvo en la infancia que, antes de desaparecer, envenenó al perro de la protagonista.

Abby no puede evitar reencontrarse con todas aquellas personas que, en la infancia, se encargaron de hacer de su vida un infierno, incluido su propio padre. Y entre la investigación y el espiral de recuerdos en el que se adentra, Abby se da cuenta de que no sólo está en juego el caso sino también su cordura.

La verdad, es que la forma de ser de la protagonista y su constante renuencia a enfrentar los traumas de su vida temprana, hace que sea imposible no imaginar a Jessica Jones como la verdadera protagonista, aunque sin súperpoderes. Tal vez eso hizo que disfrutara aún más el libro.

Por otro lado, debo decirlo, la historia puede resultar por momentos predecible y no se siente del todo novedosa. Que si logra sumergirte en la atmósfera de intriga y suspenso, definitivamente. Sólo encuentro que es una historia digna de un capítulo de una serie de mediano rating y ya. Tal vez si no hubiese relacionado tanto al personaje con la actriz, no habría disfrutado tanto su obra, pero como sí fue el caso, la amé.

Sigo pensando que necesito una Jessica Jones en mi vida. Bueno, ya la tengo/tuve, pero está un poquito indispuesta en estos momentos.

Busca a la maldad para que ella no te busque a ti

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I think he might be sleeping again. His eyes are closed, and his head nods with the rythm of the car. But then he says, «I’m not afraid to die, you know.»

I reminds me of Kaycee.

«And don’t say I’m not dying,» he adds, before I can. «I heard what the doctor said.»

«There is no death,» I say.»Just God.» It’s a line he often fed me.

He sits there, rocking, eyes closed. Like he’s listening to music I can’t hear.

«Two Septembers ago I found a cat in the old shed. Pregnant to the point of bursting. She was in bad shape. I put a blanket on them, gave her water and some milk. The kittens came, six of them, smallest things I’d ever seen. Some of them could’ve passed for bugs, except for the fur.» He shakes his head. Still squeezing his eyes shut. «I made a little nest for them, just some cardboard and old blankets.»

I expect him to finish but he goes silent. […] «What happened to them?» I say finally.

He opens his eyes. «Big storm came through. Overnight temperature dropped forty degrees. There was no warning, nothing on the reports. Just a change in the winds and freeze knocked all the leaves from the trees and made it winter overnight.» He brings a hand to the window and presses it to the glass, then pulls away to watch his prints disappear. «They were all dead by morning, every one of them, six tiny kittens and the mother too.»

«I’m sorry.» I say, and I am, but puzzled, too: out here you get used to things dying. There are farms buzzing with flies, cows and pigs and chickens slaughtered to fill deep freezers. Deer hunted in the winter, cats killed in the road, and birds dropped from the sky.

«I don’t know if there’s a God,» he says. We’re still moving, punching through a great big hanging picture toward nothing. «I used to think it was a plan. And even the bad things that happened, your mom getting sick, a kid getting mowed over, it was all part of the plan. But what kind of plan is there for kittens to freeze like that? They meant nothing to nobody. What kind of God would do that. Why not leave them unborn in the first place?» For a second, anger tightens his face, and he looks like the man I remember. «There’s evil in this world, Abby. You remember that. You look for it. You look so it can’t look for you.»

The world exhales. This sounds like the father I know. Smoke unwinds agains the clouds. «I’ll remember.»

– Krysten Ritter, en Bonfire.

Been there, read that (CLXXVIII)

26 octubre 2019 2 comentarios

El amigo

Aut. Sigrid Nunez

thumb_22096_portadas_bigEntre más escojo obras que (supongo) han de alejarme de mis pensamientos sobre inSecta, parece que más hallo motivos para renovar constantemente mi amor hacia ella. Después de todo, siempre se trata de ella. Puntos que resultan cruciales: las referencias. ¿Quién no ama las referencias? Es imposible cuando las referencias tienen prácticamente el mismo valor para ti que para quien las escribió. Dos escenas clave en mi haber literario: el capítulo titulado «la sonrisa de Karenin», en La insoportable levedad del ser de Kundera, son las páginas de un libro que más me han hecho llorar en toda la vida; por otro lado, David Lurie, en Desgracia de Coetzee, en la última escena de ese libro que me ha marcado tanto en la vida. Después de las referencias, vienen las coincidencias: Desgracia fue del último libro que platiqué con ella, lo terminó de leer en mayo, y La insoportable levedad del ser es el que está hasta arriba de la lista de libros que planeo regalarle en cuanto exista la oportunidad.

No sólo las referencias y las coincidencias, también es la trama: una escritora neoyorquina cuyo mejor amigo, mentor y casi amante, se ha suicidado, lo único que le dejó fue a su gran danés artrítico, Apollo. Ella entabla constantemente conversaciones ficticias con el que se ha ido,  nos damos cuenta de lo mucho que él significaba para ella. Él era al que ella admiraba en la universidad, aquel que la tomó como la única constante de su vida de entre todas sus relaciones tormentosas. Ella se niega a aceptar que Apollo probablemente sea lo único que la mantiene alejada de la locura que significa perder a ese hombre.

Sus reflexiones se centran en torno a cuatro grandes temas: el suicidio, las mujeres abusadas, el amor hacia los animales, la relación entre maestro y alumna. Desde sus visitas al terapeuta que constantemente la insta a aceptar que tiene problemas para relacionarse con el resto de seres humanos, hasta esos largo paseos al lado del canino que pronto se vuelve el sustituto de la protección y paz que le brindaba el difunto en vida, nos conectamos con esa relación que se da entre dos seres que se ven afectados por la ausencia de quien les brindaba paz. ¿Podrán hallarla el uno en el otro?

Una novela de apenas doscientas páginas que, sin embargo, contienen una fuerte carga emocional y de reflexión. Me encantaría tener la oportunidad de platicar cinco minutos con la autora para preguntarle cómo fue que eligió dos escenas particulares de dos libros específicos que para mí han significado tanto. Es increíble imaginar cómo alguien a miles de kilómetros en circunstancias diametralmente opuestas, pudo haber elegido exactamente aquello que más te ha marcado y decidir armar una historia en torno a su reflexión.

Si lees esto, S., este libro es una joya que te va a encantar.

Been there, read that (CLXXVI)

10 octubre 2019 2 comentarios

Temporada de huracanes

Aut. Fernanda Melchor

9786073152730_1Una de las primeras películas que recuerdo haber visto en mi temprana etapa de la infancia fue la de Stand by me, de esas joyas que llegabas a cachar los domingos de cine permanencia voluntaria en Canal 5 porque no existía la televisión por cable. Por otro lado, una de las primeras rentas en formato Betamax que también recuerdo, y que no se suponía que viera, fue la de It, la original, la que sí daba miedo. En ambas películas, se me quedó grabada la premisa del grupo de amigos que se interna en el bosque para encontrar algún horror: en el caso de Stand by me, era el cadáver de un adolescente; mientras que, en It, era la entrada al sistema de drenaje donde habrían de enfrentar al ente que se alimentaba de sus miedos.

Menciono lo anterior porque, de algún modo, Temporada de huracanes me transmitió el sentimiento de esas historias aunque realmente tengan poco o nada que ver. La novela comienza, precisamente, con un grupo de niños que se internan en las cañadas cercanas al ingenio que da vida al pueblo de La Matosa; tras internarse en la zona, pronto habrán de descubrir el cuerpo sin vida de un estrafalario y legendario personaje del pueblo, La Bruja.

A partir de ese momento, la obra nos inserta en la historia en torno al asesinato a través de los ojos de los partícipes (y a los allegados a estos) del hecho delictivo. Nuevamente, un grupo de adolescentes cuya diferenciación de los de clase media americana que se utilizan en las películas a las que me referí, es que ellos se encuentran rodeados de la característica miseria y del olvido que rodean las zonas más pobres de México. De nuevo, la violencia, el narco, el abandono de los padres, la falta de atención de las autoridades, entre otras situaciones comunes en nuestro país, permean la vida de un par de diecisieteañeros que no distinguen lo bueno de lo malo y que, en las drogas, encuentran un respiro de la miserable vida que llevan.

Los motivos de un crimen no tienen que ser complicados para que sean profundos, y en Temporada de huracanes, la sencillez del pueblo que rodea a la historia, nos permite adentrarnos y situarnos en circunstancias conocidas: la derrama económica que conlleva la apertura de una planta petrolera, la afluencia de cantinas y tugurios que provoca, el descuido e irresponsabilidad de los usuarios y prestadores de servicios al interior de estos, la fragmentación familiar y el abandono y, finalmente, la violencia y el crimen de aquellos que nunca tuvieron nada pero siempre lo perdieron todo.

La obra de Fernanda Melchor es cruda, realista y erótica hasta cierto punto. Nos presenta la realidad cotidiana de gran parte de la población: religiosidad, superstición, complejos de inferioridad, intolerancia, frustración, desesperanza, crímenes pasionales. Sencilla de leer pero difícil de digerir es esa temporada de huracanes que ya viene y que todos esperan después de sendos calorones. 

Been there, read that (CLXXIV)

2 octubre 2019 3 comentarios

Destierros

Aut. Gabriela Riveros

9786073180047¿Elegimos los libros que leemos o son los libros los que nos eligen para ser leídos en el momento correcto? Por mucho tiempo creí en lo primero, que yo elegía qué leer en el momento que yo deseaba pero, después de leer Desgracia en 2013, después de Orquesta de lluvia en 2018, y después de Destierros en este momento, me doy cuenta que los libros llegan en el momento en que más los necesitamos. Llegan con el mensaje que esperábamos recibir, llegan con la historia en la que necesitábamos adentrarnos.

Destierros llamó mi atención porque, en algún punto de la contraportada, se hablaba de rarámuris y no tenía mucho tiempo de haber leído sobre ellos y sus canciones en alguna revista; una cosa llevó a la otra y 10 minutos más tarde caminaba con este libro y con Pobre gente rumbo a mi casa. Sólo puedo decir que leí las primeras cinco páginas y fui flechado. Simplemente no pude dejar de leer la novela de Gabriela Riveros, tuve que llevármela hasta al gimnasio. No se diga del tiempo de tesis que me robó.

Julia es una mujer que ha visto pasar sus mejores años, pudo ser una gran concertista, pudo cumplir muchos sueños y alcanzar grandes anhelos, pudo haber vivido enamorada el resto de su vida. Pero no. Mientras se dirige a visitar a su padre enfermo en el pueblo de Jiménez, sufre un accidente automovilístico del que la dan por muerta, es arrastrada del siniestro por una mujer que la confunde con su hija desaparecida en Cd. Juárez. A partir de ese momento, una moribunda Julia comienza a hacer memoria de su vida y nos lleva por un viaje a través de la historia de su familia y sus amores.

Los relatos de Julia van acompañados de las narraciones de Helena con hache, la mujer que la rescata y le cuenta a la convaleciente la historia de su abuela Tita: lo atada que estuvo al desarrollo de la política mexicana en tiempos de la Revolución. Historias sobre Madero, Villa y Zapata, endulzadas con anécdotas familiares y viejos rencores que rodearon a la anciana cuando apenas era una niña, hasta el día en que Maripaz, su hija, se extravió y dio inicio a una serie de eventos que la colocaron en el lugar justo y el momento correcto para salvar a Julia.

Julia se arrepiente de tantas cosas, de tantas decisiones que no debió tomar, de tantos trayectos que no debió recorrer, pero que, al final, la colocaron en situaciones que pudieron ser peores.  A Julia la atormenta el recuerdo de su hermana gemela y de la presencia de una «Julia mala» que parecía siempre dispuesta a emerger de su subconsciente en los momentos críticos de su vida. Una historia de una persona que se pierde a sí misma para luego reencontrarse, una y otra vez. «La última de los rarámuris», así la llamó una anciana con la que se encontró en algún punto de su infancia, justo antes de hacer una promesa silenciosa que dictaría el camino que su vida tomaría a partir de ese punto: jamás llevar una vida que le provocase dolor o disgusto a sus padres. ¿Fue justo y correcto haber hecho esa promesa y tomar sus decisiones siempre basadas en ella? Eso es algo que el lector deberá decidir.

De acuerdo a la autora, Destierros se comenzó a escribir en 1997, durante muchos años permaneció en el limbo de memorias usb, discos duros portátiles y nubes; con el paso del tiempo recibió esporádica atención y poco a poco fue sumando páginas hasta convertirse en el cisne literario que se publicó este año. Cuando entiendo esta historia, llegan a mi mente decenas de páginas que hace años que no he vuelto a retomar, inicios y fragmentos de novelas (según yo); me pregunto si algún día se convertirán aquellos textos olvidados en una novela tan espléndida como la obra de Gabriela Riveros.

«Julia»

30 septiembre 2019 Deja un comentario

A veces nos sucede que cuando el sentimiento pesa nos hacemos una historia en la mente, la repasamos, quitamos y ponemos palabras durante horas. […] Y,  a la hora de ver a la persona esperada y hacen ellos un comentario breve, todo nuestro discurso se va al traste. Una vuelta de tuerca. Entonces, salen las palabras que nunca ensayamos. No las cosas como queríamos, nos distanciamos. Algo cruje dentro, en silencio, se hace una grieta primera y por ahí se vierten las palabras que nadie planeó. Las dichas por nuestro otro yo.

—Dice mi mamá que guardemos nuestra distancia.

Sus ojos miran hacia arriba, las mandíbulas se intrincan y se marcan los músculos, los labios se aprietan, el zapato inquieto en pequeños golpes sobre las gradas donde estamos sentados.

—No te bastan dos años para demostrarte que sé comportarme, estamos en la escuela, pues qué me crees. Me conoces. […] Qué tengo que hacer para que confíen en mí, no podemos ni hablar así.

Yo quiero decirle tantas cosas, pasar la vida junto a él. Recargarme en su hombro, compartirle un fragmento del libro que estoy leyendo […] Y yo, Julia, siempre haciendo enojar a quien más quiero. […] Alguna cosa diría yo para tratar de suavizar las cosas; pero él sabía que esa era mi intención y eso lo molestaba aún más.

—Julia, lo que me preocupa es que lo dices como si estuvieras convencida de eso, no sólo por obedecer a tus papás. Sólo haces lo que ellos dicen. No puede ser así siempre. Son tus papás, son muy importantes, pero ya no eres una niña. Tienes tus propias ideas; tienes que tomar tus propias decisiones. Ellos te dan consejos generales. Tú eres la que estás aquí. Toma de ellos lo que aplique en el momento y ten tu propia postura de las cosas. Además, cuándo, dime cuándo he hecho algo para faltarte el respeto, por favor. No puede ser que en dos años no he podido ganarme tu confianza. Ya no sé qué tengo que hacer, de veras Julia… Sí me agüito, y mucho, porque yo hago todo lo que está de mi parte. Todo. Ya no se me ocurre qué más puedo hacer. Y no lo hago para reprochártelo, lo hago con gusto porque te quiero, pero tú no recibes el cariño, no recibes mis palabras, no recibes nada. Hay una barrera siempre contigo. No dices lo que piensas, me platicas todo menos de lo que tú sientes, de lo que tú piensas. Me interesa lo que dices, pero me interesas más tú. Yo quiero escuchar a la Julia que está ahí dentro, conocerla. […] Me interesas tú. Te quiero a ti.

[…]

Duele hacerle daño. Duele fastidiarle la vida. Duele no poder estar en paz ni él ni yo. […] Quiero tocar su mejilla, colocar mis dedos sobre su boca. Callarlo con un beso. Pero me quedo inmóvil. Las palabras se me amontonan debajo de la lengua. Abro la boca y no salen. Quisiera decir algo así como: «Te quiero más que a nadie, te amo, no me importan los demás. Me importas más tú que lo que digan mis papás. No fue esa mi intención, no quise lastimarte». Pero no me sale. Ni una palabra.

[…]

Quisiera decirle que años atrás hice una promesa que me ronda todos los días.., que me impide acercarme a él. […] No tenía yo más opción que la de construir una vida que no trajera dolor o preocupaciones a mis papás.

[…]

Se levanta de las gradas. Se va sin volver la vista.

 

– Gabriela Riveros en Destierros.

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Been there, read that (CLXIV)

Fuego y sangre

Aut. George R. R. Martin

9788401022166Se acerca el mes de abril y con éste, una gran serie de sentimientos encontrados se avecina. No sólo disfrutaremos de nuevas temporadas de Attack on Titan y Cobra Kai, también recibiremos a Avengers: Endgame en el cine y, estoy seguro, derramaremos lágrimas al por mayor con la conclusión de Game of Thrones (también es el cumpleaños de insecta, pero eso no está en tela de discusión).

Precisamente, pensando en el término de una serie que desde 2011 ha sido el deleite de tantas personas, entre las que me incluyo, me preguntaba cuál sería la mejor manera de prepararme para recibirlo. Desde Danza de dragones y El caballero de los siete reinos, George R. R. Martin nos mantuvo en ascuas por casi dos años; nos la hemos pasado realizando hipótesis sobre qué tan bueno o malo sería que la historia llegara a su final en la pantalla mucho antes que en los tomos escritos. Cabe recordar que, a partir de la octava temporada de la serie, la historia se despegó de la descrita en los libros y desde entonces las especulaciones son demasiadas pues se sabía que aunque los rumbos entre ambas versiones tomaban caminos separados, sus conclusiones coincidirían en la mayor parte de los aspectos principales.

Afortunadamente, la sed de nuevas historias se vio saciada gracias a la publicación de Fuego y sangre a finales del año pasado. No tardé en realizar mi precompra del libro y una vez que terminé mis pendientes, me volví a sumergir en la mitología de Westeros y sus múltiples conflictos políticos y bélicos.

«Fuego y sangre», es el lema de la casa Targaryen; por tanto, no debe sorprendernos que el libro cuyo título emula tal lema, gire en torno a la dinastía de la casa con el escudo del dragón de tres cabezas. Precisamente, al interior de sus casi 900 páginas, haremos un recorrido a través de la historia de la dinastía que ascendió al control de los siete reinos tras la llegada de Aegon I, también llamado el Conquistador, aproximadamente 230 años antes de los sucesos que se describen en el primero de los tomos de Canción de Fuego y Hielo, mejor conocido como Juego de Tronos.

Conformada como una recopilación de relatos realizada por un maestre de la ciudadela, la obra posee los defectos propios de una narración histórica construida a través de los más diversos testimonios, desde las bitácoras de maestres y testigos de los sucesos más importantes, hasta chismes y habladurías de bufones y prostitutas. En efecto, lo que hace tan disfrutable al libro, es el hecho de que existen vacíos en ciertas etapas de la historia que dejan espacio para la suposición y la duda con respecto a las motivaciones y tramas que pudieron tener ciertos personajes relevantes en la construcción de los mitos alrededor del trono de hierro.

Lo que hasta el día de hoy me asombra, es el hecho de que no importando las tremendas extensiones de las obras de Martin, uno no se cansa de leer ni se exaspera al darse cuenta de la gran cantidad de páginas que restan cada que se decide postergar la lectura para otro momento. Si bien no se compara a, por ejemplo, Danza de Dragones cuya extensión es de alrededor de 1,100 páginas, Sangre y fuego definitivamente se lee de forma fluida y agradable.

Cierto es que siendo fanático no sólo de la serie y los libros, sino de la literatura fantástica y romántica de caballeros y dragones, no encuentro nada qué reprocharle a la obra salvo, tal vez, el hecho de que no contiene la totalidad de la historia. Si de acuerdo a la genealogía de los Targaryen, existieron 18 reyes pertenecientes a la  noble casa, el libro sólo narra hasta la coronación del octavo de estos. De modo que tendremos que esperar al siguiente o siguientes tomos para terminar de disfrutar de la totalidad de tan enriquecedora historia.

Fuera de la minúscula queja mencionada, poseo cierto temor sobre futuras publicaciones del autor pues dado que aún nos debe alrededor de tres tomos de Canción de fuego y hielo, el presente libro obliga a una continuación y no sabemos a cuál se vaya a dedicar el escritor. Es imposible saber cuánto tendremos que esperar todavía para conocer el resto de ambas historias.

En este punto de mi vida, conozco mucho mejor la historia de los Targaryen que lo que me hace falta saber sobre mi tema de tesis doctoral; eso sí que es alarmante.