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Archive for the ‘Detalles Históricos’ Category

Been there, read that (CCCXXIII)

Vienen de noche, Estudio sobre las brujas y la otredad

Aut. Julia Carreras

Uno de los motivos por los que mis lecturas previas comenzaron con El mito del hombre lobo para seguir con Macario, era que las fechas en que los leí coincidían con la temporada de octubre y noviembre. Así como las películas navideñas se disfrutan mucho en diciembre a pesar de que puedas verlas en cualquier momento, los libros de temas alusivos al miedo encuentran su mejor demanda en temporada de muertos.

Es así que pasé de hombres lobo (loup garou’s) a encuentros del ser humano con la muerte, para estacionarme en otro personaje enigmático que tiene su registro desde los primeros pasos del hombre por la tierra: la bruja. Concebida en mis tiempos de la infancia como una mujer aparentemente anciana con piel verdosa que montaba una escoba y producía brebajes que transformaban a los seres humanos en una variedad de animales, totalmente relacionada con el miedo y la superstición; para, actualmente, ser representadas por mujeres poderosas, independientes y sabias, con habilidades mágicas y conocimientos esotéricos, ahora asociadas con la fantasía, la magia y la espiritualidad.

De esta forma curiosa en la que, en un periodo de tiempo tan corto como lo es mi paso de la infancia a la adultez, el concepto y la concepción de un personaje de mitología como lo es la bruja puede tomar nuevos cauces, es que surge la necesidad de investigación del origen, evolución y asentamiento del concepto de la bruja. Ese es el objetivo de Julia Carreras en su ensayo, Vienen de noche.

Similar a lo planteado por Roger Bartra en torno al hombre lobo, la autora se enfoca en las brujas, dividiendo su obra en 4 partes: una primera que establece el panorama en el que la bruja encuentra su nicho, la superstición y las creencias asociadas a la realidad geográfica en las que se asienta el mito y en cómo, en un inicio, la existencia de las brujas no se cuestionaba de modo alguno; en la segunda, ahora sí, se desarrolla el origen y etimología de la bruja, su folclore, las tradiciones.

En la tercera parte, se habla de las bien conocidas cacerías de brujas, en lo particular mi parte favorita pues incluye casos registrados de personas juzgadas por un crimen que en un principio no era más que una concepción mágica y que pasó a convertirse en un servicio hacia el maligno y todo lo que representa. En esta etapa de la obra tendremos fechas, nombres, apellidos y resultados de indagaciones que en su momento fueron llevados a cabo.

Finalmente, se realiza un análisis sobre cómo la racionalidad poco a poco ha ganado terreno y el escepticismo ha permeado en una sociedad que se ha alejado de la bruja y su brujería. Así, la brujería no es más que un crimen imaginario o una creencia alternativa a la cuál acudir en momentos de amor desesperado, y las brujas no son más que parte de un culto que ha sido denostado y cuyas interpretaciones mal guiadas en términos religiosos.

Al final, los mitos se moldean y toman el cariz que la sociedad les otorga en los contexto de la época en que se les analice. Tanto brujas y hombres lobos como demás personajes que evolucionan en su narrativa, representan el cambio de paradigmas en el pensamiento colectivo. Obras de divulgación sumamente necesarias para comprender al ser humano y el desarrollo de su lógica y creencia.

Been there, read that (CCCXX)

El mito del hombre lobo

Aut. Roger Bartra

Entre los traumas que me provocaban ciertas películas en mi infancia, se encuentran el que me generaba que, en los «sábados de trilogía» de Canal Cinco (no había cable ni streaming en aquellos tiempos), colocaran las películas de Aullido, cine de terror de clasificación B sobre hombres lobo, que me torturaban y me hacían soñar muy feo.

Años después, del terror pasé a la admiración gracias a lo que películas como Underworld y Van Helsing presentaron: un hombre lobo que no pertenece a las huestes del infierno, sino uno que establece su transformación como una especie de superpoder. La licantropía dejó de ser una enfermedad y se vislumbró como algo a lo que uno aspirara para tener combates épicos contra vampiros y otros seres mitológicos. Así como pasamos de películas malditas a películas de acción, de maldición o enfermedad a superpoder, es como el mito del hombre lobo ha tenido una serie de transformaciones desde sus primeras apariciones muchos miles de años antes de los tiempos «modernos».

En El mito del hombre lobo, Roger Bartra nos adentra en un viaje apasionante a través de las diversas facetas de la licantropía. Bartra, reconocido por sus análisis sobre la melancolía y las dinámicas sociopolíticas, aborda en esta obra la evolución y el significado profundo de uno de los mitos más arraigados en la cultura humana.

Desde sus orígenes en la mitología sumeria hasta su representación en la literatura y el cine moderno, Bartra examina minuciosamente la figura del hombre lobo como símbolo de nuestros miedos más profundos y nuestras ansiedades más arraigadas. El autor nos sumerge en un universo de metáforas y simbolismos, mostrándonos cómo este mito ha sido utilizado para expresar conceptos universales como el bien y el mal, la dualidad humana y la transformación.

A lo largo del libro, Bartra nos guía a través de una fascinante exploración histórica, cultural, psicoanalítica y antropológica del mito del hombre lobo. Desde la Epopeya de Gilgamesh hasta las leyendas medievales y las representaciones modernas en la literatura y el cine, el autor analiza cómo este mito ha evolucionado y se ha adaptado a lo largo de los siglos.

Uno de los puntos destacados del libro es la conexión que Bartra establece entre el mito del hombre lobo y temas contemporáneos como el dolor del alma humana, el trauma emocional y las tensiones sociales. A través de ejemplos concretos y un análisis profundo, el autor nos muestra cómo este mito sigue siendo relevante en nuestra cultura actual y cómo ha sido reinterpretado a lo largo del tiempo.

Y por supuesto, también hallaremos una serie de referencias bibliográficas y cinematográficas imprescindibles para comprender la evolución del mito y figura del hombre lobo. Desde su representación como una figura de poder con la capacidad de hacer el bien o de representar a los rechazados, hasta el de la connotación mágica o la demonización del individuo. Mi lista de deseos de Amazon se engrosó debido a esta necesidad que me ha surgido de leer textos a los que Bartra se remite para explicar cada una de las impresiones mencionadas.

El mito del hombre lobo es una obra imprescindible para aquellos interesados en la mitología, la psicología y la historia de las ideas. Con una prosa clara y erudita, Bartra nos ofrece una visión completa y enriquecedora de este fascinante fenómeno cultural, dejándonos con una profunda comprensión de cómo los mitos moldean nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos.

Been there, read that (CCCXIX)

Kolmogórov , El zar del azar

Aut. Carlos Sánchez Fernández / Concepción Valdés Castro

En mi ciudad natal, Orizaba, desde que tengo uso de razón, existió, sobre la avenida principal que atraviesa a la población, una librería de nombre Garcilazo. Cuando niño, era el lugar obligado para buscar los libros que formaban parte de la lista de útiles de la primaria. Durante años permaneció la librería en ese lugar hasta que, a finales de 2022, anunció que cerraría sus puertas; a mediados de 2023, fue sustituida por una tienda 3B, la tragedia.

Durante el período previo a cerrar sus puertas, Garcilazo colocó un cartelito en el que anunciaba el remate de su inventario de libros, no pude evitar asomarme a tan tentadora oferta. La verdad, lo del remate era un decir, si bien se notaba que desde hacía mucho tiempo no se actualizaban los inventarios (mucho libro viejo, descontinuado), los precios aún con descuento de remate se mantenían bastante altos. Tampoco había mucho que ver, la mayoría eran libros técnicos o académicos de edición antigua que muy pocas posibilidades tenían de aumentar su ya de por sí precario valor.

A pesar de todo, bien dicen que el que busca encuentra y encontré gran parte de una colección de obras sobre grandes matemáticos y hombres de ciencia con una edición muy bella a dos tintas y papel bonito. De nuevo, el precio no me pareció tan bajo para ser un remate pero, al buscar algunos de esos libros en internet, me percaté que no había forma de conseguirlos o que sus precios en el mercado digital eran de casi 5 veces el que me ofrecían. Me gasté una buena suma de dinero (nada que pusiera en peligro mis finanzas, regla importante) y adquirí los 12 volúmenes que había de esta colección de alrededor de 20 libros. Entre estos se encontraba el de Kolomogórov.

Andrei Kolmogórov es famoso por sus contribuciones en matemáticas, particularmente en teoría de la probabilidad, teoría de la medida y teoría de la información. Sus trabajos en la formulación axiomática de la probabilidad, la definición de la complejidad algorítmica y el desarrollo de la teoría de la medida han tenido un impacto significativo en diversas ramas de las ciencias, incluyendo la física, la estadística y la informática. Además, fue uno de los fundadores de la escuela matemática soviética y desempeñó un papel importante en la educación y promoción de las matemáticas en la Unión Soviética.

Lo bello de la edición no sólo está en el papel y la calidad de impresión a dos tintas que ya mencioné, está también en el hecho de que no es una biografía común con un compendio de la obra del matemático, sino que incluye entrevistas, datos curiosos, la relación de su vida a cada uno de los momentos del desarrollo de sus logros, e incluye problemas para que el autor reconozca, a través de la práctica, los conceptos básicos que se abordan.

Fue así que el libro sirvió no sólo para satisfacer mi curiosidad académica, sino para utilizar los ejercicios que propone en mis clases de cálculo. Me fue fácil hacerle entender a mis alumnos de negocios conceptos bastante rudos como las tres definiciones o enfoques de la probabilidad. Me encantaría recomendarlo a todo mundo, pero también es cierto que es muy difícil que alguien consiga estas ediciones. Joyitas que te caen en las manos en situaciones tristes como la desaparición de una librería.

Been there, read that (CCCVIII)

El libro de la risa y el olvido

Aut. Milan Kundera

Existen autores cuyas obras son difíciles, casi imposibles, de reseñar y luego está Milan Kundera. Para empezar, hablamos de uno de los mejores narradores del siglo XX; después, estamos ante una obra que se erige como su cuarta novela, escrita en 1979 y publicada en 1981. Es debido a su publicación que al autor le es retirada la ciudadanía checoslovaca, aunque un par de años más tarde obtenga la francesa. Y es que desde 1968 sus obras habían sido prohibidas en su país debido a la crítica constante del régimen comunista (con todo y que se afilió al partido en 1950, para después ser expulsado).

Así que, como es de esperarse, la obra tiene una fuerte carga anticomunista pues ya desde el inicio de la misma se habla de la forma en que los regímenes son capaces de eliminar partes de la historia que no les convienen o que les resultan incómodas. Tal es el caso con el que se abre el primer capítulo, la fotografía de Klement Gottwald, de febrero de 1948, de la que se borró a Vladimir Clementis luego de que éste fuese juzgado como traidor a la causa cuatro años después.

Es este el punto de partida de cómo nos enfrentamos al pasado, borrando la historia, forzándola, añorándola o desestimándola. El libro se conforma por siete capítulos en los que diversos personajes adquieren una actitud distinta con respecto a los recuerdos y, al mismo tiempo, se oponen al régimen comunista de distinto modo. Aunque inicialmente pareciera que no existe la relación entre los relatos, el lector avezado encontrará algo más que lugares comunes y nombres que se repiten como el de Tamina.

Mientras que Tamina (que resulta ser la voz del propio autor) busca de manera desesperada recuperar sus diarios que dejó en casa de su suegra antes de huir de Checoslovaquia como forma de recuperar a su fallecido esposo, Mirek desea destruir sus cartas privadas para borrar la historia que tuvo al lado de Zdena, la activista. Sexualidad, hostigamiento y exilio son los lugares comunes en cada una de las historias.

Leí el libro de la risa y el olvido en julio del año pasado porque precisamente el día 11 de ese mes, el autor falleció a los 94 años de edad. Era imposible no hacerlo. Hoy, mientras escribo estas líneas, estoy a punto de terminar La bailarina de Auschwitz, la historia de una sobreviviente que aún después de sobrevivir al campo de concentración nazi, tuvo que huir de su propio país acosada por el régimen comunista que llegó a detener arbitrariamente a su esposo. Estos paralelismos enriquecen la lectura y te hacen comprender las motivaciones de los autores al hacer sátira y crítica de los tiempos que les rodean.

No me queda más que decir que la obra de Kundera es de esas indispensables para cualquier lector que se precie de serlo y que, con todo, se puede incluso leer de manera relajada dejando que las letras te guíen a donde tengas que ser llevado.

Been there, read that (CCXCV-CCXCVI)

Instrucciones para los soldados estadounidenses/británicos en Gran Bretaña/Francia 1942/1944

Aut. Departamento de Guerra, Washington D. C./Comité Político de Guerra, Londres

«Lecturas pequeñas con alto contenido histórico y de fácil digestión para devorarlas en un rato libre», así describiría este par de manuales con los que tuve la suerte de toparme un día cualquiera en una de las librerías que me gusta visitar cuando hay oportunidad. No es secreta mi predilección por todo aquello que retrata distintos aspectos de la época de la segunda gran guerra: sobre la política, sobre el armamento, sobre la actitud de las personas, sobre la mercadotecnia de aquel tiempo; siempre hay una nueva temática qué abordar, siempre hay una nueva línea de investigación y, en este caso, un manual de convivencia y comportamiento para los aliados en tierras de sus compañeros, resulta interesante.

Lo que aquí nos encontramos es un par de documentos muy curiosos (en realidad son tres, pero no he conseguido el de los soldados estadounidenses en Alemania), que lejos de funcionar como manual de interacciones, más bien se antojan como un panfleto de medidas básicas para la buena convivencia entre aliados. Incluyen un poco de contexto histórico y después se arrancan a explicar lo que debería ser el sentido común: entender la escasez, no hablar de más, no opinar sobre asuntos políticos que sólo les conciernen a los locales, no robarles la novia…

A los británicos en Francia se les pide no comprar ni pedir nada a nadie debido a la terrible escasez, lo que para un británico, que llega descansado y bien pertrechado a un país con años de ocupación, puede significar un capricho, para un Francés puede ser la comida que tendrá por varios días. Se les pide entender que no deben expresarse mal de los franceses sólo por haber tenido una mala experiencia con alguno de ellos, así como entre los británicos también habrá algunos indeseables. Y, sobre todo, entender que la alegría y amabilidad de las mujeres francesas debido a su liberación, no deben ser confundidas con invitaciones de otro tipo.

Por otro lado, a los estadounidenses en Gran Bretaña que tuviesen ascendencia irlandesa, se les pide no utilizar el pretexto de la guerra civil para provocar problemas; no recordarles a los británicos sus derrotas, no robarles a la novia y no decirles que les pagan menos. No dar su opinión sobre temas políticos en los pubs. Bastante simple, en resumen.

Así, tenemos un par de manuales sencillos pero que ayudan a entender mucho de los conflictos y de las relaciones entre países con enemigos en común. Tendré que conseguir el volumen faltante para completar la colección. Por otro lado, una lectura tranquila, curiosa y con mucho por aprender, pues nunca dejamos de hacerlo.

Been there, read that (CCLXXXIII)

13 febrero 2024 1 comentario

El ferrocarril subterráneo

Aut. Colson Whitehead

Circula en redes uno de esos videos muy populares y bastante graciosos en el que un mexicano está siendo entrevistado en algún lugar de Estados Unidos; en el momento en el que el video acontece, el latino, al parecer en medio de una fiesta o carnaval, describe el tipo de personas que lo rodean y dice algo así como «all the niggas, latinos and whites…» mientras que al fondo dos afroamericanos van pasando; al escuchar al entrevistado, los dos sujetos se vuelven en una actitud amenazante (sabemos que ‘nigga’ es un término nada amable para ellos) y le preguntan que qué es lo que ha dicho. Al verse confrontado, el mexicano en actitud bastante relajada les dice «listen, i’m mexican so is ok, I can say niggas», acto seguido, uno de los afros le responde con un «qué pasa, wey?!», para terminar abrazándolo, música alegre y cómica surge en el fondo.

La situación anterior, la utilizo como una representación de lo que puede unir a dos culturas o razas totalmente diferentes: ambas provienen de un contexto de esclavitud en mayor o menor escala. No es mi objetivo ahondar en diferencias o similitudes, lo que me importa es dar a entender los motivos por los cuales, en ocasiones, tenemos esa incipiente afinidad entre latinos y afroamericanos. Tal vez sea por eso que podemos hasta identificarnos con historias, lecturas, música, vestimentas, entre otros factores, unos con otros.

Tal ha sido mi caso particular al toparme con El ferrocarril subterráneo, novela publicada en 2016 que ha recibido el Premio Pulitzer de Ficción y el National Book Award for Fiction, que narra la historia de Cora, una joven esclava en una plantación de algodón en Georgia, que decide emprender un peligroso viaje hacia la libertad utilizando el ferrocarril subterráneo, una red de rutas secretas y refugios utilizados por esclavos fugitivos en el siglo XIX.

A medida que Cora avanza en su viaje, la novela explora no solo la brutalidad de la esclavitud, sino también la resistencia y la búsqueda de la libertad. Cada parada en el ferrocarril subterráneo presenta un nuevo desafío y peligro, y Cora se encuentra con personajes diversos que ofrecen perspectivas únicas sobre la condición humana y la lucha por la igualdad. Uno de esos personajes que sirve de contrapeso a las aspiraciones de la protagonista, es Arnold Ridgeway, un cazador de esclavos que toma personal la búsqueda de Cora pues no puede superar el hecho de que la única esclava que se le ha llegado a escapar es Mabel, la madre Cora, aunque ésta haya abandonado a su hija en el proceso.

Curiosa es que el cazador de esclavos se haga acompañar de Homer, un niño afroamericano que le sirve como asistente y compañero leal a pesar de ser él mismo una víctima de la esclavitud. La presencia de Homer agrega capas de significado a la exploración de Whitehead sobre la complicada dinámica de poder y opresión en la sociedad esclavista.

Como siempre, la vida dota de la ilusión de coincidencias pues mientras me decidía a leer el libro, Netflix me recomendaba la película Harriet, que retrata a Harriet Tubman, quien escapó de la esclavitud en 1849 y se convirtió en una de las conductoras más famosas del ferrocarril subterráneo, guiando a numerosos esclavos fugitivos hacia la libertad. Así que, entre contexto y contexto, terminé disfrutando de ambas obras que se complementaron una con otra.

Al final, sea con una aproximación histórica o con una un poco menos ortodoxa como la de Quentin Tarantino en Django Unchained, lo que se busca es no solo ofrecer una mirada cruda y conmovedora a la historia de la esclavitud en Estados Unidos, sino también destacar la resiliencia humana y la búsqueda incesante de la libertad.

Been there, read that (CCLXXVII)

1 febrero 2024 1 comentario

Pequeñas grandes historias de la Segunda Guerra Mundial

Aut. Jesús Hernández

De acuerdo a uno que otro test o cuestionario sobre rasgos de personalidad y fortalezas personales, una cualidad que destaca en mi haber es la de ser inquisidor. Ser inquisidor se entiende como alguien que averigua a detalle e incluso que colecciona datos sobre temas de interés, lo cual no es sorpresa considerando que precisamente acostumbro a saber y contar pequeñas curiosidades de temas diversos; ya saben, para tener plática sobre cualquier tema con personas variadas. Es por las razones previamente enunciadas, que libros y publicaciones del tipo «101 datos que desconocías de…» son de mi más habitual consumo.

Es así como me hice de Pequeñas grandes historias, un compilatorio de 250 textos con información curiosa y datos poco tomados en cuenta del más grande conflicto de la humanidad (hasta hoy). En general, no hay mucho qué decir en términos de una reseña en forma, el libro viene en capítulos que agrupan a las micro narraciones de acuerdo a distintas temáticas como lo son aquellas historias provenientes del frente de batalla, aquellas en las que intervienen animales, aquellas con respecto a la guerra en el mar, entre otras.

Las historias van de lo trágico a lo chusco, pasando por lo académico y lo estadístico: ¿ya se saben la del capitán alemán que hundió un submarino por utilizar mal el retrete? ¿Y la del pueblo en Canadá cuyo nombre es Swastika y que ostenta un cartel a su entrada que dice «nosotros escogimos el nombre primero»? ¿Sabían que soldado ruso tenía treinta veces más posibilidades de morir en combate que uno norteamericano?

De entre muchas cosas interesantes, saqué una muy buena lista de referencias con respecto a un dato que me pareció sumamente interesante: resulta que para medir la capacidad combativa de cada ejército, existe una medida, un coeficiente que mide la eficiencia y mortalidad a partir de múltiples variables; al respecto, el ejército alemán resultó ser el más poderoso en términos netos con un coeficiente que indicaba que cada soldado alemán equivalía a 28 soldados aliados. Datos que no sorprenden, pero que su adaptación de las matemáticas me deja más que satisfecho.

Been there, read that (CCLXXVI)

Memorias de un francotirador en Stalingrado

Aut. Vasili Záitsev

Después del libro de Svetlana, me quedé picado con las historias de guerra, así que no tuve más remedio que elegir la narración del afamado francotirador ruso, Vasili, para satisfacer el antojo. Si el nombre Vasili se te llega a hacer mínimamente familiar, el motivo es Hollywood que, en 2001, lanzó una película protagonizada por Jude Law titulada Enemy at the Gates. En dicha película, se narra la historia del duelo entre un francotirador ruso, Vasili Záitsev interpretado por Law, y un francotirador alemán, Erwin Konig interpretado por Ed Harris, que ha sido enviado al frente en Stalingrado específicamente para eliminarlo.

Ahora bien, como todo en el mundo del cine de origen gringo, por supuesto que tenían que meterle un poco de «democracia» al asunto y en la película se esfuerzan en señalar al ruso como una persona nulamente instruida y perteneciente a un batallón penal (conformado por convictos) que por obra divina se convierte en un gran francotirador que llama la atención del alto mando alemán debido a las bajas que les inflige; no sólo eso, sino que lo pintan como un producto del condicionamiento soviético. Y no es que sea una mentira, pero ciertamente los gringos no van a ensalzar en demasía a un héroe de una nación «rival».

Por otro lado, hay algo que parecería inventado por los productores pero que realmente sí sucedió: Vasili estaba aterrado de enfrentarse al Mayor Konig. ¿Cómo lo sé? Precisamente porque es el mismo Vasili quien, en su testimonio, detalla el estrés y el temor que le provocaba saberse acosado por el jefe de la escuela de francotiradores del ejército alemán, toda vez que se cargó a un par de sus camaradas justo frente a sus ojos y sin dar un mínimo atisbo de su posición en el campo de batalla.

A pesar de que el duelo viene relatado en un número de páginas significativo con respecto al total del libro, la narración va más allá del duelo con el alemán y comienza desde la infancia del soldado ruso en los montes urales y cómo fue su abuelo quien le enseñó a disparar a los animales que cazaban juntos, hasta su paso por la marina rusa y la recepción de los más grandes méritos del ejército rojo una vez terminado el conflicto.

Temas que hay que destacar: el texto por supuesto que está inflado como parte de la propaganda soviética para engrandecer al héroe; Vasili no fue ni el más mortífero ni el que más hazañas tuvo entre los francotiradores del ejército, sin embargo, cumplía con requisitos que otros soldados no para ser erigido como héroe que inspirase a sus compañeros (Vasili era miembro del Komsomol y pertenecía a la clase campesina que se unió voluntariamente a la batalla); por último, muchos historiadores han concluido que no existe evidencia de que el mayor alemán, cuyo verdadero nombre fue Heinz Thorvald, en efecto haya sido abatido por Záitsev. Ni su presencia ni su muerte han sido constatados.

A pesar de todo, es una narración interesante e instructiva pues el autor no escatima en detalles descriptivos tanto del campo de batalla como de los movimientos de ambos bandos que él apreciaba, como de los detalles técnicos de cómo abatía a cada una de sus víctimas. Es el tipo de texto del que se puede aprender mucho y vaya que es una lectura obligada para amantes de la historia de los conflictos mundiales.

Confesiones de una máscara

[…] Comprendí la excitación que produce una revolución. Estos desgraciados habían visto cómo el fuego había arrasado todos los indicios que determinan su existencia como seres humanos. Habían visto con sus propios ojos cómo las llamas producidas por los bombardeos habían destruido sus relaciones humanas, sus amores, sus odios, sus razones, sus bienes. En el momento de la destrucción no habían luchado contra el fuego, sino, precisamente, contra sus relaciones humanas, contra sus amores, odios, razones y bienes. En esos instantes se les había permitido igual que hacen los tripulantes en un barco náufrago, matar a una persona para salvar a otra. El hombre que pereció tratando de salvar a la mujer que amaba no fue matado por las llamas sino por su propia amada. La madre que murió intentando rescatar a su hijo no fue asesinada por nada ni nadie más que por su propio hijo. Los que habían luchado allí en esos momentos se habían enfrentado a las condiciones probablemente más universales y básicas que pueden hallarse en la humanidad.

– Yukio Mishima en Confesiones de una máscara

¿Acaso no soy una mujer?

Queridos hijos e hijas, cuando el río suena, piedras trae. Creo que si los negros del sur y las mujeres del norte hablan de derechos, el hombre blanco no tardará en estar en aprietos. Pero, ¿de qué estamos hablando? Ese hombre de ahí dice que las mujeres necesitan ayuda para subir a los carruajes y para sortear las zanjas, y que siempre les ceden el mejor asiento en todos sitios, pero a mí nunca me ha ayudado nadie a subir a un carruaje ni a saltar un charco de barro, ni tampoco me han ofrecido el mejor asiento. ¿Acaso no soy yo una mujer? ¡Miradme! ¡Mirad mi brazo! He arado y cultivado, y he recolectado todo en el granero, y lo he hecho mejor que ningún hombre. ¿Y acaso no soy una mujer? Puedo trabajar y comer tanto como un hombre (cuando consigo comida). ¡Y aguantar latigazos también! ¿Acaso no soy una mujer? He llevado trece hijos en mi vientre y he visto cómo todos ellos han sido vendidos como esclavos, y cuando lloré con el dolor de una madre, solo Jesús me escuchó. ¿Acaso no soy una mujer?

– Sojourner Truth