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Been there, read that (CLXI)

15 septiembre 2018 Deja un comentario

Ikingut El Heredero de Darkaria

Aut. Belinda Díaz

libro-ikingut-el-heredero-de-darkaria-belinda-diaz-D_NQ_NP_785524-MLA26437865157_112017-FTenía un buen rato que no me daba la oportunidad de entrarle a la literatura fantástica. Vaya, me refiero al subgénero de aventuras épicas en las que los seres humanos se codean con personajes de las más diversas mitologías; díganse elfos, trolls, huargos, hechiceros, etcétera. El impulso provino del contacto directo que tuve con la autora de Ikimgut, Belinda.

Conocí a Belinda gracias a una de mis compañeras del doctorado. En algún momento, al saberse que yo era fanático de los libros en general y que escribo de manera amateur, me invitó a comentar la presentación de un libro. Por supuesto, rechacé la invitación pero accedí a asistir a dicho evento pues nunca he de dejar pasar la oportunidad de conocer a un autor en persona.

Belinda resultó ser una mujer sumamente agradable, al terminar la presentación de inmediato adquirí el libro que ella procedió a firmar con una amable «con cariño y admiración, gracias por acompañarme en este día tan especial». Dos meses después, y como se lo prometí a la autora, después de un par de días, había terminado esta curiosa y amena obra.

Ikingut no difiere del molde que quienes disfrutamos de las obras de Tolkien conocemos muy bien. El mal, representado en este caso por el hombre/demonio Madal, se ha apoderado de las tierras de Darkaria. En medio de la desesperanza, escondido entre un montón de paja, protegido por el último guardia real, se encuentra el infante Arheam; de su cuello cuelga un pendiente cuya preservación es de la más alta prioridad. Se dice que el heredero de la espada asesina de demonios un día reclamará su justo lugar como faro de luz en esta tierra de desolación.

Tras ser salvado por una hechicera y criado en Narvum, la ciudad de los elfos, Arheam emprenderá el camino para cumplir su destino. Sabemos lo que sigue a continuación: la sobreimposición de las fuerzas malignas y el consecuente ataque a la zona «segura» en la que habitaba el héroe, el escape, la aparición de los aliados inesperados, la separación, la reaparición de personajes que se creían fallecidos, las señales, la esperanza de victoria.

En efecto, es muy difícil acudir de pronto a un género que no encuentra muchos exponentes de este lado del planeta. Sin embargo, la autora encuentra la forma de desarrollar esta historia a un paso algo veloz pero que no elimina los detalles necesarios para imaginar toda una parafernalia de personajes, paisajes y poblaciones. Supongo que me ayudó el hecho de estar jugando Shadow of War en el Xbox.

Disfruté mucho de la historia, no imaginaba que terminaría tan pronto y en un punto tan crucial de la historia que ahora me mantendrá a la expectativa de la continuación. La obra es un digno representante del genéro de aventuras, los lectores más jóvenes podrían disfrutarla mucho y lo recomiendo precisamente para quienes difrutan de los dragones, las espadas y la lucha épica del bien contra el mal.

Been there, read that (CLII)

Era la Guerra de las Trincheras (1914 – 1918)

Aut. Jacques Tardi

guerra-trincheras1Editorial Sexto Piso definitivamente tiene las ediciones más bellas que he disfrutado de libros que combinan la ilustración y la narración. Cuando dicha combinación se enfoca en alguno de mis temas favoritos, el resultado es un servidor vomitando arcoiris.

Si bien el tema de la guerra en general es mi favorito, termino enfocándome en la lectura de la Segunda Mundial y de los diversos conflictos en torno al Imperio Romano. Poca atención he prestado al primer conflicto mundial que puso a un continente de cabeza, sentó las bases para la estructuración de código de derecho bélico internacional y mostró que el ser humano es una de las más terribles amenazas para el planeta en el que habita.

El francés Jacques Tardi mantiene una obsesión con el tema de la primera gran guerra gracias a la figura de su abuelo paterno, quien luchó en la guerra y sobrevivió a ella. Como el mismo autor lo afirma, no trató de brindarnos una serie de hechos que muchos historiadores ya han registrado, por el contrario, se encargó de registrar diversas historias que giran en torno a soldados que de una u otra manera lograron contar parte de su historia.

Tardi señala los horrores a los que estos hombres se enfrentaban a diario, a la manera en que los obligaron a hacer suyo un conflicto que nada tenía que ver con ellos. De cómo se vivía con miedo, entre ratas, lodo, sangre, cadáveres en descomposición y temor a la gangrena. De cómo aún el día en que por fin se acabo el conflicto, muchos siguieron muriendo mientras la noticia viajaba.

Personas que murieron por la artillería de su propio bando, de cómo se fusilaba a amigos y enemigos por igual, de las familias que jamás volverían a ver a sus hijos, padres y hermanos y de la sin razón que gobernaba esos campos de muerte, la tierra de nadie que se encontraba justo entre líneas alemanas y francesas.

Las ilustraciones son bellas en su crudeza, en la desolación y el sufrimiento que transmiten. Es una muestra más de la bestialidad con la que los seres humanos nos destruimos entre nosotros y una perspectiva distinta que muestra lo frágil de la constitución humana.

Recuerdo un videojuego en el que el protagonista despierta en el infierno. Ese infierno es descrito, precisamente, como la guerra de las trincheras; supongo que es lo más cerca que nos hemos encontrado del lugar del sufrimiento eterno.

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El traductor amixer

Amixer

Ésto realmente requería un post en mi blog. A través de un querido amigo, llegó a mi perfil de facebook el traductor amixer, cuya genialidad consiste en traducir de una buena escritura a una escritura digna del más bajo nivel cultural y educativo al que se podría aspirar.

De tal modo, una cita del buen Bukowski como la que presento a continuación:

Qué gran triunfo hubiera sido. Besar esos labios ceceantes, acariciar sus piernas abiertas mientras Hitler devoraba Europa y codiciaba Londres.

Queda traducida de la siguiente forma:

k(u)é GrAN Trii(u)Nf0o H(u)BiieErA zhiid0o. BeEzhAr eEzh0ozh lABii0ozh ceEceEANTeEzh, AcAriiciiAr zh(u)zh piieErNAzh ABiieErTAzh miieENTrAzh HiiTleEr deEV0orABA eE(u)r0opA y c0odiiciiABA l0oNdreEzh. ׺°”˜`”°º×

¡Genial! ¿O no?