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Posts Tagged ‘Deseos’

2022: Un año de lecturas

Qué puedo decir del año que se fue, estuvo lleno de oportunidades que no se concretaron o que perdí por causa de terceros. La enfermedad se presentó muy fuerte en mi familia y definitivamente no cerré el año en un estado físico óptimo, ya sea por una fractura, ya sea por algunas pérdidas materiales.

A pesar de todo, leí mucho más de lo que esperaba; aprendí a apreciar los libros electrónicos pues me dan la oportunidad de entrenar y leerlos al mismo tiempo. Se me atravesaron verdaderas joyas que llevaban años en el librero de los pendientes y no hubo una sola lectura que no haya disfrutado.

Comienzo el 2023 en un estado de rehabilitación tanto física como mental. Ojalá que las oportunidades de este nuevo periodo dependan únicamente de mí. Y espero repetir e incluso mejorar esta nueva vara de 36. Lo mejor está por venir.

Endgame: Recordar quién eres

Ya tiene poco más de un mes desde que se estrenó la bomba mediática de Disney/Marvel, Avengers: Endgame. El efecto fue inmenso: personas abarrotando las salas de cine, boletos para el estreno agotados, un terror generalizado por spoilers y la eterna batalla entre fanboys, niños rata y fanáticos ocasionales. En su momento, era demasiado «mainstream» hacer cualquier comentario en torno a la película; la competencia estaba en demostrar quién era verdadero fanático y quién se sabía todas las líneas argumentales pues los cómics las habían detallado desde hacía un par de años.

Mirar esa película resultó una verdadera culminación de todo un ciclo. Pero no hablo de un ciclo de películas, sino de un ciclo de mi vida. Toda mi vida crecí al lado de estos personajes: el Hombre Araña, el Capitán América, Thor, Wolverine, Punisher, Thanos, etc., con cada uno he identificado una parte de mi crecimiento y desarrollo personal. Sé que suena demasiado básico, pero es la verdad y me arriesgo a ser etiquetado junto con ella.

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La película me hizo reír, me hizo angustiarme, me arrancó demasiadas lágrimas e hizo que mi corazón se detuviera y acelerara en más de una ocasión. Mirar al Capitán levantar a Mjolnir, presenciar el encuentro de Tony con su padre del que nunca se pudo despedir, el sacrificio de Natasha, entre otros momentos, son de esas cosas simples que me dejaron sin aliento. Son esas cosas simples de las que no todos aprender a disfrutar.

Hace un par de horas fui al cine a ver la película una segunda ocasión, justo antes de que desaparezca de cartelera. Lo cierto, es que aunque no deseaba perder la oportunidad de verla en pantalla grande una vez más, me costó trabajo asistir a mirarla pues tenía la ferviente ilusión de hacerlo al lado de inSecta. Teníamos ese plan justo antes de que las circunstancias nos golpearan nuevamente y tuviésemos que guardar distancia el uno del otro una vez más. Me ganó el deseo aunque no pasó un sólo segundo en el que no deseé que la persona a mi lado fuera ella, a la que me refiero como la mujer de mi vida.

En fin, quería compartir un par de reflexiones sobre lo mucho que esta película significa en mi vida y cómo ciertas situaciones aleatorias parecen más representativas en mi existencia de lo que cualquiera podría creer.

Thor, aún digno

La primera vez que vi al Thor de Endgame (5 años después), mi reacción fue de risa total, no paraba de decirle a mi bro, «no chingues con el Thor totalmente tirado al carajo!», repetí la frase un par de veces, seguí riendo y la broma de mi círculo cercano era que el asgardiano era mi retrato en un futuro si mi lucha por estar al lado de inSecta fracasaba. En algún punto, ella misma hizo el comentario. En algún punto, me he estado transformando en él.

Hoy que lo vi de nuevo, me di cuenta de lo profundamente triste que es la situación de Odinson: perdió poco a poco a cada miembro de su familia, perdió a la mitad de su pueblo que ya de por sí se encontraba al borde de la extinción. Y no importó ser digno, no importó descubrir su fuerza interna, no importó soportar el poder de una estrella directamente en su cuerpo, al final, no logró salvar a quienes más amaba. Descuidó su cuerpo e ignoró toda responsabilidad.  Hasta que viajó al pasado y recibió la lección más valiosa de parte de su madre, Frigga. Tenemos que dejar de fracasar en lo más fundamental, ser nosotros mismos. Entonces extiende su mano y Mjolnir se acerca, aún es digno. Ser digno no evita estar en un agujero de depresión ni evita que nos consideremos un fracaso cuando no lo somos.

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Después de tanta lucha, por momentos siento que me convierto en ese Thor, me siento indigno aunque no lo sea, siento que no puedo dejar de fracasar en mis intentos por obtener la oportunidad que tanto añoro con mi chica. Y sí, he aumentado de peso y me encuentro fuera de forma. Es sumamente triste ver a un héroe roto y por eso, sabiendo que para algunas personas soy una motivación y hasta un «héroe», evito mostrar que mi corazón flaquea y que por momentos se siente totalmente derrotado por circunstancias sobre las que no tengo control.

La película se estrenó a las 00:00 hrs. del día viernes, 26 de abril, aunque siendo justos, prácticamente era la noche de jueves para todos nosotros. Fue la noche del mismo jueves en que inSecta conoció a mi madre; recuerdo estar sentado en una mesa de un Italian Coffee observando una escena en la que mi mamá y la chica de mis sueños intercambiaban algunos comentarios y otras cuantas sonrisas más. Era precisamente esa imagen de Thor observando el momento en que su chica, Jane Foster, y su madre platicaban y reían juntas tras haberse conocido.

Black Widow, «ella lo sabe»

Natasha se sacrifica para que Clint pueda obtener la gema del alma y con ésta, la oportunidad de revivir a todos aquellos que perecieron debido a las acciones del titán. Durante el funeral de Tony, Bruce Banner se pregunta si de alguna manera Natasha sabría que su sacrificio no fue en vano y que al final triunfaron. Alguien le dice, «ella lo sabe», y entonces Bruce recibe la paz que tanto necesitaba.

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Un día antes del estreno, inSecta y yo nos dirigíamos al tercer piso del hospital para visitar a una de mis alumnas que luchaba por mantenerse con vida ante el enemigo silencioso del cáncer. Justo antes de subir a verla, ella falleció. Lloramos mucho ese día. Tiempo después, hace casi dos semanas, me tocó subir calificaciones finales y cuando el sistema de la universidad me solicitó la calificación de mi alumna, le puse un 10. Días después le comenté a inSecta sobre la calificación de Adriana, ese era su nombre, y le decía que me sentía triste porque Adri no pudo ver su calificación. InSecta me dijo, «ella lo sabe».

Iron Man, «siempre se trató de ti»

Tony piensa en Pepper, no deja de pensar en ella cada vez que se encuentra en una situación de la que podría no salir con vida: cuando carga el misil que impactaría en Nueva York, cuando aborda la nave de Ebony Maw, cuando se acerca el día en que su cuerpo no aguantará más andar vagando  por el espacio. Tony no desea arriesgarse a perder a la familia que ha formado al lado de Potts y aún así le debe a Peter Parker realizar un último intento de salvarlos a todos. Y lo logra, el único futuro de entre catorce millones en el que le ganaban a Thanos, era aquel en el que Tony sacrificaba su vida para salvar a la humanidad. Tony chasquea sus dedos y el ejército del Titán Loco se va. Tony está muriendo pero de alguna manera, es hasta que Pepper le dice «estaremos bien», que él por fin puede descansar.

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No hay un sólo momento en el que no piense en inSecta, cada decisión importante que tomo en mi vida desde hace dos años, conlleva una serie de suposiciones y probabilidades entre las que siempre se encuentra ella. Cada que pasa algo importante, busco alguna manera de que se entere ya sea de forma directa o indirecta. Hace unos días mi coche empezó a mostrar una falla con el sistema de la batería. Es algo sencillo pero que no puedo reparar por mí mismo. Por el momento, la solución consiste en simplemente mover el cable de uno de los polos. InSecta me regañó y me dijo que uno de estos días con lluvia voy a terminar electrocutándome, a lo que le he respondido que mientras tenga algo pendiente con ella, jamás moriré. Siempre se ha tratado sólo de ella.

Capitán América, el baile pendiente

Antes de quedar congelado durante 70 años, Steve Rogers le prometió a Peggy Carter que tendrían una cita en la que bailarían aunque él no supiera hacerlo. Cuando Rogers despierta, Peggy se ha ido para siempre, llegó demasiado tarde a la cita. Steve carga siempre el retrato de Peggy. Durante Endgame, el Capitán viaja al pasado sólo para mirarla a ella momentáneamente a través de un cristal. La mujer de su vida parece siempre tan distante. Una vez que triunfan sobre Thanos, el Capitán se hace cargo de devolver las gemas del infinito a los puntos del tiempo de donde las extrajeron, sólo que él jamás regresa al presente, decide llegar a tiempo a la cita que nunca sucedió. La escena final de la película nos muestra a Steve y Peggy teniendo por fin ese baile que el Cap durante tantos años esperó. Técnicamente, desde que fue descongelado, Steve tuvo que esperar 7 años para poder estar al lado de su chica, pero lo logró.

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No hay nada en este mundo que disfrute más que bailar con inSecta. Soy malísimo bailando, totalmente terrible, pero a ella no parece importarle cuando llegamos a coincidir en una «pista de baile». En nuestra primera «cita» bailamos un poco, después tuve que esperar más de un año para volver a bailar con ella en una fiesta de graduación; días antes a su cumpleaños, en una fiesta casera en el departamento de uno de sus amigos, mientras el resto de personas parecían ya estar muy borrachas, puse una canción y la invité a bailar en la pequeña sala del lugar; por último, en su fiesta de cumpleaños bailamos un par de piezas más. Son realmente contadas las ocasiones en que lo hemos hecho, pero han sido esos momentos en los que el mundo dejó de existir y sólo eramos ella y yo. Sigo soñando que bailo con ella como si fuera la primera vez. Solía cargar una de sus fotos en mi cartera y observarla antes de enfrentar cualquier tipo de reto, ahora prefiero traerla de fondo de pantalla en mi celular. Sueño que el final de Endgame será muy similar al de nuestra historia y que bailaremos lentamente una de nuestras canciones en nuestra propia casa y que tendremos la más bella de las vidas en pareja. Llevo esperándola dos años, ¿qué son cinco más?

Thanos, lo inevitable

Tal vez haga falta que, como el Cap, llegue al punto en el que sea tan digno que pueda cargar a Mjolnir, que sea capaz de levantarme cuando todo parezca perdido. Que aún con el cuerpo y el escudo rotos y con un ejército frente a mí, tenga la capacidad de encarar al peligro. Sin duda, Thanos y el Capitán luchando son como las dos partes de mí enfrentándose día a día. Aunque me identifique tanto con el personaje del titán, lo cierto es que el Cap, de entre todos los héroes, ocupa un lugar muy especial en mi corazón; aspiro a ser como el Capitán América, justo, noble, desinteresado, líder, inspirador, valiente, que sin ser el más poderoso no deje de ser el que todos voltean a ver cuando necesitan una figura que los guíe. Lo anterior, alguna vez se lo dije a inSecta y ella me respondió, «ya eres como él».

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Por otro lado, el titán. Inteligente, fuerte, despiadado, centrado, temible, incontenible; representa todo lo que soy cuando me olvido de lo que siente mi corazón. En el fondo, Thanos, el verdadero, no el de la película, resulta ser más complejo de lo que aparenta. Al final, es sólo un personaje que se motiva a sí mismo por amor, por el amor que pareciera que jamás encontrará y que cada que parece que lo alcanza, lo hace para perderlo una vez más. Thanos rebasa al poder de las gemas en realidad, no las necesita, sólo son un medio más veloz de cumplir lo que por su propia cuenta puede hacer.

Y aquí estoy preguntándome si en verdad puedo llegar a ser como el Capitán América, o si debo sucumbir ante aquello que siempre he sido, un titán loco solitario que sueña despierto en lograr lo que no le costaría hacer si tan sólo se prestara un poco de atención.

(inSecta, si estás leyendo esto, estoy seguro de que la veremos juntos algún día, compraré la versión extendida, estaremos en un sillón muy cómodo, descansarás tus piernas sobre las mías, tendremos un par de botellas de lambrusco barato y te reirás sintiendo profunda ternura cuando me veas llorar por admirar la escena en la que todos los Avengers se reúnen para combatir al ejército de Thanos. Y será perfecto porque todo lo ordinario se vuelve extraordinario cuando estamos juntos)

Thanos se aparece en el tiempo actual y sabe que los Vengadores lo habrán de confrontar, por lo que tras dar órdenes a sus subordinados, se sienta a esperar. Probablemente me encuentre en ese mismo momento de mi vida. Las cartas ya se han jugado y ahora sólo resta esperar.

Intentar

19 diciembre 2013 1 comentario

factotum

 If you’re going to try, go all the way. Otherwise don’t even start. This could mean losing girlfriends, wives, relatives, jobs, and maybe your mind. It could mean not eating for three or four days. It could mean freezing on a park bench. It could mean jail. It could mean derision. It could mean mockery, isolation. Isolation is the gift. All the others are a test of your endurance. Of how much you really want to do it. And you’ll do it, despite rejection in the worst odds. And it will be better than anything else you can imagine. If you’re going to try, go all the way. There is no other feeling like that. You will be alone with the gods. And the nights will flame with fire. You will ride life straight to perfect laughter. It’s the only good fight there is.

– Henry Chinaski en Factótum.

Been there, read that (LXXII)

Las mentiras de la luz

Aut. Juan Hernández Luna

Las mentiras de la luzComo no pude con la sed de obras que el autor me provocó con Yodo, tan pronto terminé el libro anterior, me apresuré a devorar Las mentiras de la luz. Qué grata experiencia ha sido, lo es más cuando llegas a identificarte tanto con una novela, tal como lo hice aquí.

Hernández Luna, nos brinda la historia de este escritor (o por lo menos dice serlo) que se le va la vida en estar pensando cómo escribir su novela, la que cambiará el rumbo de la literatura, la que lo lanzará a la fama y que lo convertirá en personaje de culto. Frente a una hoja en blanco que nunca llega a llenar, su tiempo se consumirá en tres actividades: fumar, beber y soñar

Mientras tanto, el protagonista desarrollará una personalidad ausente, que no se preocupa ni siquiera por su propia salud. Indiferente, se  topará con una mujer que lo apoyará y lo tratará de sacar adelante en una imprenta heredada por su padre; y se topará con otra mujer que, en una distracción, dejará un manuscrito en manos del hombre y que podría convertirse en la novela que ansía escribir.

Con el manuscrito en mano y no sabiendo nada de la mujer que lo ha extraviado, nuestro personaje emprenderá una travesía buscando encontrar a la autora; durante el viaje, el hombre quedará ciego y tendrá que arreglárselas para moverse por ciudades desconocidas sin el apoyo de sus propios ojos. Finalmente, decidirá publicar a su nombre, no sin antes tomar una decisión sobre su situación y la mujer a la que consigue encontrar justo cuando la fama lo ha llevado a los encabezados de las secciones culturales de los periódicos.

Las mentiras es una obra entretenida, amena y sencilla que nos muestra una historia agradable y que nos llena de empatía a quienes hemos llegado a creer en la necesidad de escribir una obra que algún día sea primero publicada y después alabada por la crítica. Nuevamente hablamos de una narrativa que mantiene los ojos pegados al libro y que no lleva más de un par de horas en ser leída. Otro obligado si tienen la oportunidad de hallarlo en algún lado o si gustan de una narración muy al estilo del Chinaski de Bukowski.

Un intento de poema escrito hace algún tiempo

¿Será?

Por Ángel Tejeda Moreno

Vuelve a una realidad alterna

En la que un tal vez se vuelve un nunca

Y los dos jugamos amoratados

En el embate de la codicia:

Egoísmo emancipado.

Labios capturados

Y tiempo encendido

Por la llama de una pasión exclusiva

De una muerte anticipada,

De su guadaña almidonada

Que reluce como el tormento

De este corazón

¡Soberano portento!

Disfrazado de solares solaces

Que insolan mi mortal cuerpo

Cuando la desolación invade

Y la parca sonríe extasiada

De mis vanos intentos

De recuperar lo que ha sido

Y no será…

¿Será?

Una gran manera de colgar los tennis

En un rato de ociosidad laboral, se me preguntó cuál sería mi manera preferida de morir y, como buen hombre romántico y chapado a la antigua que soy, respondí que la mejor manera sería la de caer en combate cuerpo a cuerpo con un mortal enemigo; una segunda sería protegiendo a un ser querido; la tercera, morir tranquilo en mi cama ya siendo viejo y con toda una vida de logros.

Sin embargo, el comentario de otro compañero me hizo recordar una forma de morir que, en definitiva, supera a las tres que yo mencioné: ¡Muerte por Snu Snu!

¿Alguna duda?

Poema de amor a una chica que hacía striptease

Hace 50 años yo miraba a las chicas
que se desnudaban y contoneaban
en el Burbank y en el Follies
y era muy deprimente
y muy dramático,
la luz iba cambiando del verde al
púrpura y al rosa
y la música era fuerte y
vibrante,
ahora estoy aquí sentado esta noche
fumando y 
escuchando música
clásica
pero aún recuerdo algunos
nombres: Darlene, Candy, Jeanette
y Rosalie.

Rosalie era
la mejor, sabía cómo hacerlo
y nos revolvíamos en los asientos y
rugíamos
cuando Rosalie brindaba magia
a los solitarios
hace ya tanto tiempo.

Y ahora, Rosalie,
estarás muy vieja o
muy quieta bajo
tierra,
yo soy aquel chico
con la cara llena de granos
que mentía sobre su edad
sólo para poder
verte.

Eres buena, Rosalie
en 1935
suficientemente buena como para recordarte
ahora 
que la luz es amarilla
y las noches son 
lentas.

– Charles Bukowski

Tal vez, algún día, dentro de 50 años, poco más, poco menos; escribiré algo parecido para una chica llamada Diana, tal vez Marishka, tal vez Mariana, tal vez, sólo tal vez.

Propósitos 2011: Resultados

En menos de 72 horas habrá terminado el año del Señor, 2011; es hora de hacer una pequeña retrospectiva y revisar aquellos deseos o propósitos que hice hace 12 meses para el resto del período que se encuentra a punto de terminar. He aquí los resultados:

1. Más horas de sueño. El propósito consistía en dormir por lo menos siete horas diarias, lamentablemente no he logrado alcanzarlo y creo que cada vez duermo menos; eso sí, hallé un nuevo trabajo que me obliga a dormir un poco más y aunque no son 7 horas, por lo menos duermo unos 45 minutos más que el promedio diario durante el año. Status Final: No Cumplido.

2. Torso de gladiador. El objetivo de tener el torso de un gladiador, digno de aparecer en la serie Spartacus, en definitiva no se cumplio. Sin embargo hubo algo interesante, gracias a la dieta otorgada por la nutrióloga de mi anterior trabajo, logré bajar más de 10 kilos en apenas un mes, me he dado cuenta de que se puede lograr algo. Status Final: Cumplido con Reserva.

3. Ahorrar. No fue gracias al ahorro sino al finiquito del cambio de trabajo y a unos días extra que se cumplió. Status Final: Cumplido.

4. ¡Escribir!. Sigo en las mismas, me esfuerzo por hacer algo bueno y comienzo a escribir pero todo se queda a medias, tal vez sea demasiado autocrítico y nada me termina gustando; eso sí, a mediados del año conseguí publicar un brevísimo relato en un concurso de Librerías Gandhi titulado El Último Libro del Mundo, fui muy feliz. Status Final: No Cumplido con Avances.

5. La maestría. Cumplido al 100% llevo el avance óptimo de materias y un promedio de 95. Status Final: Cumplido.

6. Bailar salsa. Ni me pregunten, no he aprendido a bailar. Status Final: No Cumplido.

7. De vuelta al ring. Lamentablemente, los horarios laborales no me han permitido acceder a clases de ningún tipo de arte combativo, he encontrado una escuela que se ajusta a mi horario pero será hasta el próximo año. Status Final: No Cumplido.

8. Cambio de búnker. Sigo viviendo en el mismo lugar y cada vez quepo menos. Status Final: No Cumplido.

9. A bloggear se ha dicho. En hora buena, he mantenido un buen nivel de publicaciones con un promedio mayor a una entrada por semana. Status Final: Cumplido.

10. No olvidemos la lectura. La meta era leer 12 libros este año, leí 22 libros sin contar que algunos eran compilaciones, voy por buen camino. Status Final: Cumplido con Honores.

11. Tolerancia. He realizado avances, sin embargo, hay personas que simplemente no soporto y no puedo evitar el mostrar mi desprecio incluso de frente. Status Final: A medias.

12. Reducir los vicios. Según ésto, reduciría mi ingesta de bebida alcohólicas; tristemente, mi nueva afición a la cerveza artesanal no ha ayudado en nada y me ha creado un nuevo hobby: coleccionar botellas de cerveza. Status Final: No Cumplido.

En fin, 4.5 de 12, pésima calificación. Lejos de la falta de compromiso, los desaciertos del año tuvieron más que ver con las condiciones laborales que se me han planteado; sin embargo, es cuestión de comenzarlos y después dejarme llevar por la inercia. He visto que muchos deseos sí se pueden y sólo debo dar el primer paso. Ya viene un año mucho mejor.

And I think to myself… What a wonderful life?

16 diciembre 2011 1 comentario

Nació como una actualización de estado en facebook, pero creo que vale la pena publicar aquí mi reflexión mañanera y agria de la vida. Recién cambié de trabajo, y el background actual es el siguiente:

– Originalmente, en entrevistas me dijeron que no trabajaría sábados y creí que era bueno, podría visitar a mis padres y amigos el fin de semana que yo desease, el sueldo era un poco más grande y, en general todo pintaba bien. Tomé el trabajo.

– La realidad fue diferente, tengo que trabajar los sábados y ese día no hay transporte laboral por lo que debo moverme con mis medios para llegar a un lugar que se encuentra en una zona donde no pasa un sólo autobus.

– El jefe me ha dado este discurso donde se debe trabajar mucho y desde muy chico, que el dinero lo es todo. Idea totalmente contrario a la visión que tengo de mi vida a mediano y largo plazo.

Las estadísticas de nuevo trabajo son:

– De lunes a viernes, trabajo de 8 am a 6 pm, son 1o horas que multiplicadas por 5 días, dan un total de 50 horas laborales;

– El transporte para trabajadores se hace 1 hora de ida y 1 hora de venida, 2 horas que multiplicadas por 5 días, dan un total de 10 horas igual dedicadas al trabajo, tiempo muerto;

– Los sábados, en que no hay transporte, hago 2 horas 15 minutos para llegar tras utilizar 3 transportes públicos diferentes y caminar muchos metros más, 4 horas y 30 minutos de tiempo muerto los sábados;

– El mismo sábado trabajo de 9 am a 2 pm, 5 horas más agregadas al horario laboral;

– Si sumamos todo, obtenemos un gran total de 70 horas dedicadas a un trabajo que me mintió sobre las condiciones en que laboraría.

Ahora bien, las conclusiones son las siguientes:

– Si una semana semana se compone de 168 horas y utilizo 8 diarias para dormir (que es lo que se recomienda para tener una vida sana) me quedan 112 horas en las que no estoy durmiendo, por ende, útiles;

– De 112 horas útiles, ocupo 70 para dedicarle a un trabajo que enriquece a su dueño, un vato de familia poderosa y yerno de uno de los hombres más ricos de México;

– El sujeto me paga una cantidad tal que una cuarta parte de ella se va en renta y lo demás sirve para comprar lo que necesite para sobrevivir y una que otra cosa que me llegue a gustar, como un libro de dibujos de Franz Kafka que cuesta 300 pesos, ustedes hagan las cuentas;

– Por supuesto, no he mencionado que, por ser empleado de confianza, se me puede solicitar quedarme dos o tres horas después de mi horario normal sin gozo de sueldo extra; por supuesto, lo último implica perder el transporte y moverme nuevamente con mis medios;

– No hay vales de despensa y entre Seguro Social e Impuestos, termino ganando lo mismo que en el trabajo anterior;

– Por tanto estoy dando aproximadamente un 80% del tiempo de mi vida a un trabajo que detesto por haberme engañado y al que no le interesa si tengo una maestría en proceso;

Finalmente me pregunto:

¿EN QUÉ MOMENTO… visito a mis padres, convivo con mis amigos, estoy con mi novia, leo, escribo, hago ejercicio, juego xbox, me baño, como, rindo culto religioso, estudio… VIVO?

Sí, éste es un mundo maravilloso!

Todo lo que un hombre necesita

10 diciembre 2011 1 comentario

[…] Pero tenía una idea. Pediría un crédito. Yo contrataría y despediría a la gente. Tendría un escritorio de caoba lleno de botellas de whisky. Tendría una mujer con pechos de la talla 40 y un culo que haría que el chico de los periódicos de la esquina se corriese en los pantalones cuando la viera contonearse. Yo la engañaría con otras y ella lo sabría y no diría nada para poder seguir viviendo en mi casa gozando de mi fortuna. Despediría a hombres sólo por advertir una leve sombra de disgusto en sus caras. Despediría a mujeres que no esperaban que yo las fuese a despedir.

Eso era todo lo que un hombre necesitaba: esperanza. Era la falta de esperanza la que hundía a un hombre.

– Charles Bukowski a través del personaje Hank Chinaski en Factotum.