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Been there, read that (CLXXXI)

La mujer que tenía los pies feos

Aut. Jordi Soler

978607318413Nunca me he identificado a mí mismo como el tipo de hombre que se considera un conquistador o un tigre depredador del sexo opuesto; de hecho, repudio a ese tipo de individuos. Sin embargo, sí me identifico con esa etapa en la que el conquistador se convierte en el conquistado. Me explico, no necesariamente tienes que ser un mujeriego galán todas-mías para que, de repente, aparezca esa persona, única de entre todas las demás, que sacude tu mundo y logra que realices todas esas hazañas de las que siempre renegaste o que ni en tus más guajiros sueños imaginas hacer. En el caso de los galanes, esas hazañas se traducen en transformarse de tigres en gatos domésticos; en mi caso, en transformar el corazón de piedra acorazado en uno totalmente de pollo.

Pues bien, el protagonista de nuestra historia es un aclamado director cinematográfico, un tigre que devora asistentes, becarias y actrices sin parar. Su técnica infalible consiste en citarlas a su penthouse para hacer «lectura de guiones», lecturas que en realidad nunca acontecen. El mundo es un ir y venir carnal, despertar para preparar martinis y fumar habanos caros, hasta el día en que Varsovia aparece, la mujer que le hará ver su suerte al protagonista y que lo convertirá en todo aquello que juró nunca ser.

Varsovia se muestra inmune a las más elaboradas tácticas del cineasta y, por el contrario, se muestra hábil para domesticarlo. Tiene los pies más feos que el galán jamás ha visto, y son esos pies los que se transforman en la obsesión del antes mujeriego. A partir del momento en que ella entra en su vida, el director comienza a renunciar a todo lo que lo hacía ser quien era: el alcohol, el cigarro, su mascota, sus hábitos. A partir de ese primer día, no pasa un momento en el que el personaje no calcule cada uno de sus movimientos más simples considerando todas y cada una de las opciones y los escenarios posibles que eviten que Varsovia lo rechace.

Por supuesto que ella lo trata como perro. Corrección, lo trata como algo que se encuentra en un punto intermedio entre una rana (tal vez) y un perro, porque al último perro que ella encuentra, le hace demasiados cariños. Lo cierto es que la atención y sonrisas de la susodicha siempre pertenecen a terceros, nunca a nuestro extinto casanova. Pronto vislumbramos ese campo minado en el que él camina a diario mientras trata de rescatar su matrimonio con Varsovia en unas vacaciones en Belice. Un escenario que pronto traerá la amenaza de una revolución por parte de los lugareños en contra de sus opresores, los ingleses.

La novela es corta, divertida, sarcástica. Es ese tipo de libro con el que todo hombre «domado» se podría identificar independientemente de su carácter  o forma de afrontar la vida en pareja.  Todos anhelamos una revolución, la pregunta es, ¿cuando la revolución llega, estamos dispuestos a elegirla por encima de nuestro amor de la vida?

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